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El método para subir la temperatura de esta presentadora del tiempo
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Larisa Sladkova y sus partes meteorológicos

El método para subir la temperatura de esta presentadora del tiempo

"Ofrezco emociones diferentes a través de mis vídeos. Quiero que la gente disfrute el momento y transmitir emociones positivas", asegura la estrella rusa

Foto: Uno de sus tres estilismos escogidos para el programa del pasado día 15 de marzo. (YouTube)
Uno de sus tres estilismos escogidos para el programa del pasado día 15 de marzo. (YouTube)

Viendo a José Antonio Maldonado dándonos el parte del tiempo con todo lujo de detalles desde hoy hasta quince días en adelante, cuesta desconectar de las nubes, soles, las tormentas tropicales y los grados máximos que, de un modo hipnotizante, van moviéndose en el mapa un día para otro, viajando de una a otra comunidad. De aguantar la media hora, es probable que ni recordemos qué corbata llevaba puesta el mítico presentador de la televisión pública y tengamos tal popurrí de datos meteorológicos en la cabeza que no sepamos si mañana debemos calzarnos el bañadoro salir sí o sí con el chubasquero.

Cuando es él.

Son numerosas las cadenas de televisión de todo el mundo las que han delegado este espacio informativo en mujeres, y no precisamente en un alarde de igualdad de sexos. Más por defecto de ropa que por exceso, son muchas las presentadoras del tiempo que llaman la atención de espectadores de medio mundo por mostrar sus atractivas y sinuosas siluetas frente a un mapa meteorológico. Si hace unos meses el voluminoso trasero de la mexicana Yanet García incitólos comentarios de miles de usuarios de las redes sociales, ahora una nueva chica es la que está dando que hablar, y trabaja en la otra punta del mapa.

Se dedican a dejarme comentarios groseros, pero no me importa, me gustan todos los comentarios

Se llama Larisa Sladkova y se ha hecho famosa porque sus partes meteorológicos parecen subir las temperaturas de los espectadores rusos. Como ocurre a menudo cuando a diario se emiten imágenes de este calibre no sólo en horario infantil sino en espacios con una base meramente informativa y de servicio público, las críticas no han tardado en aparecer, tanto las que tachan al medio de comunicación de machista y de explotación de la mujer, como las que acusan a la presentadora de vestir como una estrella del porno y provocar al personal.

Acalorada polémica

Los críticos comentarios vertidos por más de medio millón de rusos que han insinuado –o acusado directamente– a la joven de haberse operado los pechos y lucir prendas obscenas –y hablamos de unas cuantas, porque Sladkova se cambia de ropa varias veces en cada vídeo–, han hecho que la presentadora salga en su defensa insistiendo en que su aspecto “es perfectamente natural”.

Minifaldas, 'tops' diminutos y escotes vertiginosos son algunas de las prendas preferidas de la denominada por muchos “travesti”, “rubia estúpida”o “la tetona”. Mientras cientos de internautas acusan a la presentadora de ofrecer unas previsiones bastante subiditas de tono, Sladkova trata de quitarle hierro al asunto y resta importancia a las críticas e insultos hacia su persona: “Para ser honesta, la verdad es que hay gente que me parece bastante desagradable. Se dedican a dejarme comentarios groseros, pero no me importa, me gustan todos los comentarios”, asegura en declaraciones concedidas al diario británico 'The Daily Mail', donde, entre otras cosas, cuenta que ha recibido también decenas de peticiones de matrimonio, invitaciones a cenas y otras insinuaciones de su “ejército de fans”. “Les gusta mi forma de dar los partes del tiempo”, opina la presentadora.

La forma en que me muestro es mi manera de ser. En mi familia somos todos altos y estamos en forma

A sus 43 años de edad, ex gerente de casino y con varios trabajos como diseñadora de vestuario a sus espaldas, su aparición en el canal de televisión local ruso STS la ha lanzado al estrellato, aunque no precisamente con cariño y respeto hacia su persona. “Ni soy un travesti ni quiero parecerme a una muñeca Barbie. La forma en que me muestro es mi manera de ser. En mi familia somos todos altos y estamos en forma”, explica la chica del tiempo.

La chica de otro planeta

“Mi comentario preferido es el que me puso un hombre hace tiempo en el que decía que yo era un extraterrestre que llegó a la Tierra en 2013 cuando un meteorito golpeó la zona de Chelyabinsk (localidad en la que se emite su espacio televisivo)”, explica. “Cuando dicen de mi que soy un 'rubia estúpida' me resulta curioso, porque la gente estúpida no se hace tan famosa en todo el mundo”, sentencia orgullosa Sladkova.

Con una melena rubia “natural” de casi un metro de longitud y unos pechos de 12,7 centímetros, la presentadora habla abiertamente de que hoy luce una talla de sujetador DD –una E en el resto de Europa– gracias a un regalo de cumpleaños que le hizo el que era su novio en 2011: una operación de cirugía estética valorada en 500.000 rublos (unos 6.300 euros).

Cuando dicen de mi que soy un 'rubia estúpida' me resulta curioso, porque la gente estúpida no se hace tan famosa en todo el mundo

“Conseguí el tamaño de pechos que llevaba soñando toda la vida, pero no me he sometido a ningún otro tipo de cirugía plástica en mi vida. El resto de mi cuerpo, incluyendo los labios y el pelo, es mío genuinamente”, asegura.

Un formato que llega al corazón

En su opinión, el éxito de sus intervenciones televisivas y las miles de visitas diarias a su canal de YouTube tienen que ver con “despertar las hormonas de la felicidad de los seguidores”: “Ofrezco emociones diferentes a través de mis partes meteorológicos. Quiero que la gente disfrute el momento. Hoy en día la vidano es fácil y me gusta transmitir emociones positivas a mis espectadores”

Y parece que la 'innovadora' fórmula le ha funcionado. Sladkova será la protagonista de un nuevo 'reality show' que se grabará en Moscú, en el que la presentadora mostrará a las cámaras cómo es su vida cotidiana.

Viendo a José Antonio Maldonado dándonos el parte del tiempo con todo lujo de detalles desde hoy hasta quince días en adelante, cuesta desconectar de las nubes, soles, las tormentas tropicales y los grados máximos que, de un modo hipnotizante, van moviéndose en el mapa un día para otro, viajando de una a otra comunidad. De aguantar la media hora, es probable que ni recordemos qué corbata llevaba puesta el mítico presentador de la televisión pública y tengamos tal popurrí de datos meteorológicos en la cabeza que no sepamos si mañana debemos calzarnos el bañadoro salir sí o sí con el chubasquero.

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