Seis signos inesperados de que tienes una enfermedad cardíaca

Ni debes acudir al 'Doctor Google' para autodiagnosticarte enfermedades cada vez que detectes una mínima anomalía en tu salud ni tienes que acudir a tu médico de cabecera cada semana para que revise si todo está correcto. Lo que sí es recomendable es que seas relativamente cauto y valores si tu cuerpo está dando señales visibles de algún problema real, y para eso, debes conocerlos.

El doctor John Erwin, experto cardiólogo y profesor en la Universidad de Texas, revela en 'The Daily Mail' algunos de los síntomas asociados a las enfermedades de corazón –la principal causa de muerte en el mundo– que a menudo ignoramos por considerarlos insignificantes.

Eso sí, tampoco te alarmes a la primera de cambio porque muchos de ellos pueden no tener ninguna importancia ni estar relacionados con problemas cardíacos. “Cuando el corazón y las arterias comienzan a fallar, los signos se manifiestan en todo el cuerpo”, advierte el experto. Así que de padecer alguno de ellos persistentemente, deberías consultar con un especialista. Toma nota y revisa si están presentes en tu día a día, podrías salvar tu vida.

Síntoma 1. Disfunción eréctil

Mucha gente piensa que la disfunción sexual se desarrolla como consecuencia de un problema de los órganos reproductivos o de su propio cerebro, atendiendo a situación mentales de estrés y angustia. Puede ser, pero lo cierto es que en la mayoría de los casos tienen más que ver con problemas arteriales que pueden derivar en importantes problemas cardíacos. En el caso concreto de los hombres, lo que ocurre es que al no correr la suficiente sangre por la zona interesada o no hacerlo de una forma fluida y constante, las posibilidades de conseguir o mantener una erección se vienen, literalmente, abajo.

Por su parte, la disminución de la libido de las mujeres suele ser más marcada una vez llegada la menopausia, periodo en el que “aumentan rápidamente” determinados síntomas relacionados con enfermedades del corazón. “Si bien la menopausia no causa enfermedades cardiovasculares, ciertos riesgos de salud del corazón –como los cambios en los niveles de presión arterial y del colesterol 'malo'– comienzan a desarrollarse durante este periodo”, señala el doctor.

Síntoma 2. Ronquidos

Esos frustrantes y molestos ruidos nocturnos que desvelan por completo a nuestros acompañantes de cama, pueden ser un signo de que algo anda mal en nuestro corazón. Y no es que nos vayan a dejar por resultar un incordio en el lecho conyugal, “los ronquidos pueden ser una señal de que padecemos una enfermedad cardíaca”, apunta Erwin.

Incómodos dolores musculares en cuello, espalda y hombros pueden ser una señal inequívoca de que el corazón está sufriendo un ataque

En muchas ocasiones surgen como consecuencia de la apnea del sueño –períodos de tiempo durante el sueño en los que se deja de respirar–, enfermedad que está asociada con importantes cambios fisiológicos que aumentan el riesgo tanto de sufrir un ataque cardíaco como un accidente cerebrovascular. No sólo eso, los ronquidos pueden ser un signo de que se padece una fibrilación auricular, un ritmo cardíaco irregular que afecta directamente a la circulación sanguínea.

No te quejes por los ruidos, y, sugiere a quien escuches padecerlos que visite a un especialista. Cuidarás de su salud cardiovascular y de la tuya mental.

Síntoma 3. Problemas de encías

Probablemente nunca te habías planteado que el dolor, inflación o sangrado de encías estén relacionados con padecer una enfermedad cardíaca, pero el cardiólogo advierte que estos síntomas pueden ser señal de que padecemos periodontitis, una infección grave que daña las encías y que, en casos muy desarrollados, erosiona el hueso de la mandíbula llegando incluso a destruirlo. “La periodontitis puede conducir a un aumento de la inflamación en todo el cuerpo, y el exceso de actividad de las vías inflamatorias se traduce en un importante factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad cardíaca aterosclerótica y los ataques al corazón”, asegura Erwein.

Síntoma 4. Dolores de hombros y cuello

Por lo general, las personas que experimentan un ataque cardíaco suelen sentir una presión fuerte en el pecho o sensación de opresión en los brazos, pero no son las únicas señales. En cambio, muchos enfermos sienten una sensación diferente y poco relacionada con los infartos: incómodos dolores musculares en cuello, espalda y hombros. Una presión que, en algunos casos, puede ser una señal inequívoca de que el corazón está sufriendo un ataque.

Síntoma 5. Pies y piernas hinchados

Las molestias en piernas y pies cansados e hinchados pueden deberse a múltiples razones: desde el sedentarismo, pasando por la retención de líquidos, que llevemos ropa demasiado ajustada o que estemos en verano y haga un calor insoportable.

La periodontitis puede traducirse en un importante factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad cardíaca aterosclerótica y los ataques al corazón

Sin embargo, también pueden ser una señal de que padecemos una insuficiencia cardíaca congestiva si sus molestias son permanentes y se acompañan de problemas respiratorios. “Este síntoma es particularmente notable en aquellas personas que además tengan una inusual falta de aire al realizar alguna actividad física o cuando intentan conciliar el sueño”, puntualiza el doctor, quien recomienda consultar con un especialista para que evalúe si padecemos una insuficiencia cardíaca.

Síntoma 6. Dolores de estómago

Aunque atendiendo a sus nombre clínicos, dispepsia o pirosispueda, puede parecer que hablamos de problemas serios de salud, lo cierto es que el ardor de estómago y la indigestión son bastante comunes, y en raras ocasiones son síntomas de una enfermedad grave, excepto cuando son signo de que estamos teniendo un ataque al corazón: si los pinchazos y el ardor aparentemente benignos se desplazan hasta la parte superior del abdomen, podrían estar señalando daños en el corazón e incluso un infarto, explica Erwin.

“No es nada raro ver a personas que entran en la sala de urgencias después de haber estado masticando antiácidos durante horas antes de percatarse de que el dolor era algo más”, comenta Erwin. Además, también deberíamos acudir a un experto si el malestar gastrointestinal persiste y observamos que a menudo tenemos hipo, indigestión, nauseas, sudoración o mareos.