Este CEO elevó el salario mínimo en su empresa a 65.000 euros. ¿Es una venganza?
El considerado como "Robin Hood" de los emprendedores se convirtió en el hombre de moda después de anunciar que repartiría su sueldo entre los trabajadores, pero no es oro todo lo que reluce
¿Recuerdan a Dan Price? El mes de abril explicamos cómo el CEO de la empresa tecnológica Gravity Pavements había decidido subir el sueldo de sus 120 trabajadores hasta los 70.000 dólares (unos 65.000 euros) recortando el suyo propio hasta igualarse con el del resto de sus compañeros. No hay ninguna duda de que su decisión captó la atención de los medios de todo el mundo, algo de lo que el propio Price era consciente cuando llamó nada menos que a 'The New York Times' y a NBC para que asistiesen a su anuncio.
Unos meses después, el espejismo creado con Price puede estar a punto de venirse abajo. Sobre todo después de que un reportaje en uno de los medios que más lo apoyaron desde un principio, 'Bloomsberg Businessweek', haya proporcionado una polémica lectura alternativa de los motivos que condujeron al emprendedor a tomar su decisión y que, al contrario de lo que afirmó, no pasan por el altruismo, sino por convertir una venganza contra su hermano, accionista junto a él de la compañía, en el mejor acto promocional posible.
Las cuentas ¿salen?
Price ha contado con anterioridad cómo, apenas un par de semanas después de realizar su anuncio –y, de rebote, convertirse en un rostro conocido en los medios de todo el mundo– recibió una perturbadora noticia: su hermano, Lucas, lo había denunciado. Como se puede leer en la demanda, la razón era que había “utilizado inapropiadamente su control mayoritario de la compañía” para aumentar su propio sueldo, a expensas del de su familiar. “Las acciones de Daniel han sido onerosas, duras y equivocadas, y muestran una ausencia de justicia hacia Lucas”.
¿Y si, en lugar de que la demanda fuese una reacción a los aumentos de sueldo, hubiese ocurrido al revés?
Como recuerda Karen Weise, Price ha señalado en alguna que otra ocasión que recibió la demanda en su hogar poco después de volver de la gira promocional que le llevó por todos los platós de Estados Unidos. Sin embargo, durante su investigación, la autora descubrió que este había sido informado el 9 de abril, cuatro días antes de realizar su anuncio, y que la demanda había sido presentada casi un mes antes. Ante ello, Price se defiende repitiendo la misma frase una y otra vez: “Sólo sé que el juicio se inició después de los aumentos”.
Esta divergencia entre la versión oficial de Price y la de Lucas es la que lleva a la autora a plantear una hipótesis alternativa: “¿Y si, en lugar de que la demanda fuese una reacción a los aumentos de sueldo, fuese al revés?” Hay un buen motivo por el que Dan podría haber tomado esta decisión , pero, no tiene que ver con la lectura del 'paper' de Daniel Kahneman que supuestamente le inspiró y que señalaba que para el bienestar personal cobrar más de 75.000 dólares anuales no influye lo más mínimo.
Al decidir reinvertir los beneficios de la empresa en subir el sueldo a los trabajadores, lo que Price había conseguido era que los dividendos a percibir –el único dinero que recibía su hermano y enemigo Lucas al final de cada año como accionista minoritario– fuesen mucho menores. En caso de perder el juicio, el mordisco que se llevaría este sería muy inferior a lo esperado, puesto que estaría en el bolsillo de los trabajadores. En otras palabras, lo que Price estaba haciendo era coger su dinero y repartirlo a sus empleados, fuera del alcance de Lucas. Y, de paso, promocionarse como el “Robin Hood de los CEO”, como lo denominó Jesse Ventura en un alarde de despilfarro lingüístico.
Pero ¿qué pasa con el sueldo del propio Dan Price? La autora sugiere que en realidad había estado sobredimensionado desde hacía años, y que el llamativo porcentaje del 90% de descenso podía entenderse como un generoso esfuerzo… o el reconocimiento tácito de que cobraba demasiado. Según los cálculos de Weise, el sueldo de un ejecutivo de su rango en una empresa de su tamaño y facturación oscilaría entre los 373.000 dólares y los 710.000… Lejos del 1.100.000 dólares que se agenciaba. En declaraciones del abogado de Lucas, Price se había pagado “una compensación excesiva durante unos cuantos años, a pesar de las objeciones de Lucas”. Por su parte, Price se defiende explicando que nunca ha aumentando su sueldo “sin la aprobación unánime de toda la junta”, en la que se encuentra Lucas.
Los enanos crecen
La autora del reportaje, que ha entrevistado a Price en diversas ocasiones, lo tiene claro: “Poco a poco empecé a ver cómo estaba escribiendo su propio mito del origen en cada entrevista”. Una leyenda que cristalizará en el libro que está escribiendo a marchas forzadas y por el cual va a agenciarse al menos medio millón de dólares, una empresa para la que contó con la inestimable ayuda de Tina Bennett, la agente literaria de Malcolm Gladwell.
Se volvió loco y me agarró y me sacudió. También me tiró al suelo y se puso encima de mí. Empezó a darme puñetazos en el estómago y una bofetada en la cara
Es posible que, antes de terminarlo, Price tenga que añadir un capítulo más al libro. El próximo lunes 7 de diciembre TedX publicará una charla de su exmujer, que acaba de denunciar malos tratos durante una ponencia en la Universidad de Kentucky. Según Colón, en mayo de 2006 “se volvió loco después de que le ignorase y me agarró y me sacudió. También me tiró al suelo y se puso encima de mí. Empezó a darme puñetazos en el estómago y una bofetada en la cara”. En una ocasión, se encerró en el coche por miedo a su por aquel entonces marido. En el reportaje de 'Bloomsberg Businessweek', el CEO asegura que “esos hechos nunca ocurrieron”.
¿Imaginativo montaje o sincero altruismo? Lo que está claro, concluye la autora, es que sus promesas de nivelar el sueldo de sus trabajadores se han cumplido, lo que de paso ha propiciado un aumento del 20% entre el número de empleados. Sea una reacción a la demanda de Lucas o no, está claro que unos cuantos trabajadores se han beneficiado de su decisión. Y ello a pesar de que en agosto Price reconociese que había tenido que alquilar su casa para que le saliesen las cuentas.
¿Recuerdan a Dan Price? El mes de abril explicamos cómo el CEO de la empresa tecnológica Gravity Pavements había decidido subir el sueldo de sus 120 trabajadores hasta los 70.000 dólares (unos 65.000 euros) recortando el suyo propio hasta igualarse con el del resto de sus compañeros. No hay ninguna duda de que su decisión captó la atención de los medios de todo el mundo, algo de lo que el propio Price era consciente cuando llamó nada menos que a 'The New York Times' y a NBC para que asistiesen a su anuncio.