Así se gana el torneo internacional de Scrabble en francés sin saber hablarlo

Le conocen como la 'Barba Maravillosa', y no es para menos. Detrás de una gran cantidad de vello facial se esconde la mente de Nigel Richards, el hombre que consigue formar palabras coherentes con las más inverosímiles conjunciones de letras. Su habilidad le ha permitido ganar los tres últimos torneos mundiales de Scrabble –el famoso juego que pone a prueba las neuronas de sus participantes retándoles a crear términos a través de una serie de fonemas que les son asignados por azar–, siendo el último de ellos el que más expectación ha creado.

La razón de la sorpresa de los fans de Richards es que ha conseguido alcanzar el primer puesto de la competición internacional de Scrabble en francés celebrado en Bélgica, sin saber ni una palabra de este idioma. ¿Cómo ha sido esto posible? Tan 'sencillo' como aprenderse el diccionario galo dos meses antes de que tuviera lugar el torneo, que tuvo lugar el pasado día 20. “No habla nada de francés, simplemente se aprendió las palabras”, reconoció Liz Fagerlund –amigo de Nigel– en declaraciones para el 'The New Zealand Herald'.

El idioma nativo de Richards es el inglés. Su nacimiento en Nueva Zelanda así lo determinó, aunque visto lo visto parece que el mejor jugador de Scrabble del mundo no encuentra barreras a otras lenguas. “No sabe lo que significan y no es capaz de mantener una conversación en francés”, afirmó Fagerlund en el citado diario. La victoria en Francia es un hito más en la prolífica carrera de éxitos de Nigel, que también ha ganado torneos en Estados Unidos, Malasia, Polonia y Singapur.

En 1998, la 'Barba Maravillosa' demostró tener una mente privilegiada para el Scrabble. Para los que sepan algo de inglés es fácil deducir que con las letras CDHLRN se puede llegar a formar la palabra 'children' –niños– siempre y cuando se encuentren las vocales necesarias. Pues bien, Nigel consiguió localizar el lugar exacto en el tablero para localizar dos oes, una 'y' y una 'e'. ¿El resultado? 'Chlorodyne'. “No estoy seguro de tener algún secreto oculto”, dijo en 2011 en una de las poquísimas entrevistas que ha concedido. “Sólo es cuestión de aprenderse las palabras”, concluyó.