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Adivina a qué país pertenece: el pueblo donde se fabrican los adornos de Navidad
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Llevan a tu casa el espíritu navideño

Adivina a qué país pertenece: el pueblo donde se fabrican los adornos de Navidad

Yiwu, una localidad China a 300 kms de Shangai, se encarga del 60% de la producción mundial de gorros, guirnaldas y espumillones navideños.

Foto: De las que 600 fábricas de Yiwu salen el 60% de los elementos decorativos navideños del mundo. (Corbis)
De las que 600 fábricas de Yiwu salen el 60% de los elementos decorativos navideños del mundo. (Corbis)

Estamos en una época de solidaridad y buenos pensamientos en la que el objetivo es hacer el bien en la Tierra y cuidar de nuestros seres queridos. Sin embargo, el espíritu navideño esconde historias que nada tienen que ver con estos sentimientos de paz y de puro amor. Es el caso de Yiwu, una localidad de China en la que se ha instalado el taller de Navidad de Papa Noel, o lo que es lo mismo, la mayor producción mundial de gorros, guirnaldas y espumillones navideños.

Y es que además de los buenos deseos, en esta época impera el consumo y en China saben cómo cubrir la demanda de Navidad. Nada más y nada menos que 600 fábricas de las que salen el 60% de los elementos decorativos navideños del mundo.

“Este es el corazón del taller de Santa, y está a miles de kilómetros del Polo Norte”, comenta Oliver Wainwright en The Guardian. La realidad de este complejo, conocido como la Aldea de la Navidad, es que el rojo cubre de arriba abajo paredes, ventanas, techos, suelos e incluso al personal, el color con el que sus “elfos” pintan cada día cientos de figuritas navideñas.

Ni renos parlantes, ni seres diminutos ataviados con trajes de duendes y mejillas sonrosadas ni nada que se le parezca. Los adornos, luces y elementos decorativos que están presentes en medio mundo estos días están fabricados por personas con jornadas de trabajo que superan las 12 horas. La paradoja es que en Yiwu, a 300 kilómetros de Shangái, no hay ni un pino ni un copo de nieve natural y son pocos los trabajadores de este gigante complejo los que saben qué significa la Navidad.

Elfos de ojos rasgados

Los trabajadores de los cientos de fábricas de Yiwu apilan montañas de árboles sintéticos, gorros de Santa y todo tipo de productos navideños para abastecer a medio mundo en estas fechas tan señalas. Los “duendes” de estas fábricas provienen de remotas provincias rurales chinas que acuden cada año en busca de un salario de 250 o 380 euros mensuales por jornadas que pocas veces son inferiores a las 10 horas.

Rodeados del espíritu de la Navidad, la mayoría de ellos desconocen en qué consiste esta festividad. “Debe ser como el Año Nuevo Chino para los extranjeros”, comenta a la agencia de noticias china Sina Wei, un empleado de 19 años que ha ido a trabajar este año al complejo junto con su padre.

Durante largas jornadas trabajan dando color a los rojos copos de nieve de poliestireno y todo tipo de figuritas navideñas. Un proceso que comienza con un baño de pegamento y el posterior tintado en una tinaja sumergiendo los productos en una máquina que recubre todo de polvo rojo. Todo incluidas las paredes, el suelo e incluso sus cabellos y caras. De hecho, su padre se cubre con un gorro de Papá Noel la cabeza “no por el espíritu festivo, sino para evitar que su cabello se tiña de rojo”.

Utilizan alrededor de 10 mascarillas por día para evitar respirar el polvo rojo que tiñe sus ropas de trabajo quedando esta imagen más cercana a una película gore que a un cuento navideño.

Al igual que otros muchos empleados temporales, Wei se ve sobresaturado de tareas: “Es un trabajo agotador y es probable que no repita el año que viene”. Una vez que haya ganado el dinero suficiente para casarse tiene previsto volver a casa a Guizhou: “Espero no volver a ver una cuba de polvo rojo de nuevo”, comenta el joven.

Dónde se fabrica la Navidad

Cada uno de los pasillos del inmenso Yiwu International Trade Market está plagado de adornos decorativos, juguetes inflamables, disfraces y utensilios navideños que se distribuyen por todo el mundo.

El complejo, declarado por la ONU como el “mayor mercado mayorista de pequeña producción mercantil en el mundo”, está organizado en cinco distritos diferentes: dos de ellos son los que albergan la Navidad.

Entre los carteles que felicitan la Navidad en todo tipo de idiomas, las guirnaldas y los muñecos navideños, no cuesta encontrarse con contrariedades propias de una localidad en la que no comparten ni conocen en qué consiste la Navidad: hay ovejas en lugar de renos en los sombreros de Papá Noel o a muñecos de este entrañable personaje tocando un saxofón.

Cadena perpetua a la eterna Navidad

Aunque consiguió abarcar gran parte del mercado exterior durante la recesión, las ventas internacionales de Yiwu se han reducido en el último año. Gigantes de internet están comiendo terreno a los productos chinos gracias a su rápida distribución. Solo Alibaba puede solicitar 1,4 millones de productos decorativos de Navidad diferentes y entregarlos en las casas a través de un simple clic. “En el mercado de Yiwu, en comparación, las existencias son de apenas 400.000 productos”, explica Wainwright.

Mientras tratan de recuperar el mercado internacional, los cientos de trabajadores de Yiwu viven rodeados permanentemente por la Navidad.

Según Cheng Yaping, quien dirige un puesto repleto de miniaturas y detalles navideños, “estar sentado aquí cada día rodeado de todas estas decoraciones hermosas, es realmente bueno para tu estado de ánimo”.

Pero no para todos es tan alegre el ambiente navideño. Al otro extremo de la línea de producción, trabajadores como Wei se ven sumergidos por la nieve roja de los talleres, rodeados de copos artificiales y tóxicos.

Estamos en una época de solidaridad y buenos pensamientos en la que el objetivo es hacer el bien en la Tierra y cuidar de nuestros seres queridos. Sin embargo, el espíritu navideño esconde historias que nada tienen que ver con estos sentimientos de paz y de puro amor. Es el caso de Yiwu, una localidad de China en la que se ha instalado el taller de Navidad de Papa Noel, o lo que es lo mismo, la mayor producción mundial de gorros, guirnaldas y espumillones navideños.

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