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Navidad, sin blanca Navidad
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A FONDO: ‘GUÍA PARA UNAS FIESTAS LOW-COST’

Navidad, sin blanca Navidad

Un joven de unos 35 años pide dinero a la salida de una galería comercial en una céntrica calle madrileña. Está ataviado con un gorro de

Foto: Navidad, sin blanca Navidad
Navidad, sin blanca Navidad

Un joven de unos 35 años pide dinero a la salida de una galería comercial en una céntrica calle madrileña. Está ataviado con un gorro de Papá Noel y canta el popular villancico «Jingle Bells». Pero la letra está levemente modificada. “Navidad, Navidad, dulce Navidad”, canta el joven mientras agita una campanilla, “un poquito de dinero no vendría mal”. Los transeúntes se lo toman con humor, y parece estar haciendo una buena recaudación, pero la realidad que esconde el villancico no tiene tanta gracia.

No todo el mundo ha acabado pidiendo en la calle, pero no cabe duda de que este año muchas familias tendrán que renunciar a los regalos, las comilonas y los dispendios tradicionales de estas fechas. Sin paga extra, con las pensiones congeladas, el IVA por las nubes y uno de cada cuatro españoles en el paro, ¿quién va a dejar los regalos debajo del árbol?

El gasto medio que cada español realizará está Navidad será de 514 euros, 46 menos que hace un año y 300 menos que lo que destinaba en 2008Tal como señala el último Observatorio de Consumo de ESADE, tras cinco años de crisis económica el consumo navideño de los españoles ha descendido cerca de un 38%. Jaime Castelló, profesor de dirección de marketing de la escuela catalana, y uno de los autores del informe, ha explicado a El Confidencial que “este año habrá dos navidades”. La de los españoles que podrán seguir celebrándola, aunque de manera moderada y reduciendo la impulsividad de sus compras, y la de los que tendrán que renunciar a ella casi por completo, situación en la que se encuentran, según Castelló, el 25% de las familias. “Este perfil no pisará una gran superficie para realizar sus compras de Navidad”, asegura el profesor de marketing, “y tendrán que apañarse con un presupuesto total de en torno a 300 euros”.

Para la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI), el consumo navideño ha bajado aún más de lo que apunta ESADE. Según su pronóstico, el gasto medio que cada español realizará está Navidad será de 514 euros, 46 menos que hace un año y 300 menos que lo que destinaba en 2008, antes del comienzo de la crisis. De los 514 euros que cada consumidor gastará en las próximas fechas navideñas (un 8 % menos que en 2011), 191 los destinará a alimentación, 163 a regalos y juguetes, 82 a lotería y 78 euros a ocio. Según esta misma Federación, pese a que la crisis ha castigado a todas las regiones de España, existen importantes diferencias en cada comunidad autónoma. Madrid y Valencia están a la cabeza del gasto, con cerca de 600 euros por persona.  Canarias y Extremadura se encuentran en el otro extremo, con un gasto medio cercano a los 450 euros.

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Unas fiestas bajo mínimos

La delicada situación económica que atraviesa nuestro país ha hecho que la llegada de la Navidad provoque frustración y ansiedad en numerosas personas. Según la psicóloga clínica Amaya Terrón, muchas personas pretendan satisfacer en Navidad unas expectativas irreales: “Hay personas que piensan que la felicidad reside en hacer los mejores regalos y tener el mejor árbol, algo que se había convertido en costumbre pero que ahora no se pueden permitir. Esto genera una gran frustración”. Terrón es clara al respecto: “No debemos frustrarnos y darle vueltas a la misma idea. Debemos aceptar lo que estamos viviendo y adaptarnos a las circunstancias”. Algo que, según apuntan todos los informes al respecto, está haciendo la mayoría de las familias.

La mayoría de familias ya no puede permitirse los caprichos y optarán por regalos más utilitariosLa crisis ha hecho que los españoles tengan que agudizar su ingenio para encontrar los productos más baratos, tanto a la hora de preparar las comidas, como en lo que respecta a la compra de regalos. Este año las compras navideñas van a estar marcadas  por la búsqueda y la comparación de precios y, según apunta el informe de ESADE, predominarán los regalos de uso más práctico y duradero. La mayoría de familias ya no puede permitirse los caprichos y optarán por regalos que, en realidad, son compras más o menos necesarias que se han estado aplazando durante el año, como reponer un electrodoméstico que se ha roto o comprar unos nuevos zapatos. 

Rocío Algeciras, miembro del gabinete jurídico de FACUA, cree que “esta crisis va traer algo positivo, pues va a hacer que el consumidor tenga más conciencia y racionalice los gastos”. Algo que se refleja en el informe de ESADE. Según este, un 70% de las familias españolas han modificado sus hábitos de consumo navideños. Castelló cree que “mucha gente ha llegado a una situación de estancamiento, similar a la del año pasado, y no va a modificar mucho su nivel de gasto; pero sí va a cambiar lo que se va a comprar. Se va a reducir el número de regalos y se va a buscar su utilidad”. 

Estas navidades, comenta el profesor de ESADE, van a desaparecer las sorpresas y sólo se van a regalar enseres necesarios, que demande el regalado: “Hay una vuelta a la lista de regalos. Dices lo que necesitas y te lo regalan. Las sorpresas resultan algo frívolo, y no se ven bien en estos tiempos”.

Una tendencia sorprendente, que pone de manifiesto lo apuradas que están las familias, es el importante aumento que parece estar registrándose en las compras navideñas de segunda mano. Marc Milá, director del portal líder en venta de productos usados, Segundamano, ha notado un importante aumento de las ventas en su plataforma: “Diciembre no suele ser el mes más fuerte para nosotros, y en torno a estas fechas las visitas suelen bajar. Pero este año han subido”.

La venta de productos usados no ha dejado de aumentar desde el inicio de la crisis, pero la gente no se atrevía a regalar cosas de segunda mano en navidades. Algo que, según Milá, está empezando a cambiar. Regalar productos usados, según explica el directivo, no deja de ser una alternativa razonable para mantener estos o reducir el gasto. En su opinión, “la gente se está volviendo más práctica”, y prefieren comprar productos usados, cuya diferencia de precio respecto al mismo artículo de primera mano va del 50 al 80%. “El dato más sorprendente”, apunta Milá, “es el de los juguetes, cuyos anuncios se han duplicado respecto al año pasado”.

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Trucos para ahorrar estas navidades

Algeciras cree que “este año más que nunca” hay que realizar las compras navideñas con cuidado, siguiendo los consejos que las asociaciones de consumidores ofrecen todas las navidades: “No podemos dejarnos llevar por el gasto impulsivo. Hay que planificar las compras con antelación, comparar precios y escalonar el tiempo de compra, evitando dejarlo todo para última hora”.

En cuanto a los productos alimenticios, Algeciras recomienda hacer espacio en el congelador y empezar a preparar las cenas y comidas estos días. Se trata de una práctica bien conocida por las amas de casa que había sido relegado al olvido en los tiempos de bonanza, pero que “puede suponer un gran ahorro”. Para ahorrar lo máximo posible en nuestras comidas, lo más importante es tener claro lo que necesitamos comprar para cada celebración, buscando los establecimientos donde lo venden más barato para adquirirlo todo lo antes posible.

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Desde FACUA advierten también que, en estas fechas, los comercios utilizan diversas tácticas para incrementar el consumo, que debemos conocer si no queremos realizar compras innecesarias. Las campañas navideñas están repletas de ofertas engañosas. Hay que prestar especial atención a las promociones de descuentos y los cheques regalo, cuyas características reales, en muchas ocasiones, no se ajustan a lo prometido en su publicidad. 

Los comercios utilizan diversas tácticas para incrementar el consumo, que debemos conocer si no queremos realizar compras innecesariasUno de los engaños más habituales de las grandes superficies consiste en anunciar a bombo y platillo productos estrella, a precios muy atractivos, para atraer a la clientela. Productos que se acaban muy rápidamente, pero que cumplen su cometido: llevar gente a la tienda. FACUA señala que, cuando se pone en marcha una promoción publicitaria de este tipo, el establecimiento debe disponer de la suficiente cantidad de productos en función de las expectativas generadas, teniendo en cuenta la demanda que puede derivarse de dicha oferta. Argumentar que el producto ya no está a la venta porque había existencias limitadas es una práctica ilegal, que se puede denunciar a través de las asociaciones de consumidores.

Este tipo de técnicas publicitarias, más o menos fraudulentas, son muy habituales en la venta de juguetes. No obstante, el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), José Antonio Pastor, apunta a que, este año, los padres van a tener especial cuidado en no caer en este tipo de tretas. “El juguete”, tal como explica Pastor, “tiene bastante de compra impulsiva, que se realiza para contentar a los niños”. Pero pocos se pueden permitir ya comprar nada de forma impulsiva. “Ahora se hace una compra más meditada”, cuenta Pastor. “Se opta por menos unidades, pero de mayor valor”.  Serán las marcas más reconocidas, que ofrecen los juguetes de mayor calidad –y los más caros– los que mejor se van a defender estas navidades.

Para encontrar los mejores descuentos en juguetes (cómo en el resto de cosas) hay que acercarse a la red, algo a lo que pocos se atreven. Según un informe de la AEFJ, sólo un 23% de los padres se ha aventurado alguna vez a comprar un juguete por Internet, algo que se explica por la dificultad añadida que presenta devolver los artículos, algo de especial importancia dada la volatilidad de las elecciones de los niños.

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Los juguetes son, no obstante, los únicos regalos que nos resistimos a comprar por la red. Según el informe de ESADE, el 13% del presupuesto que las familias dedican a los regalos se materializará este año vía online, lo que supondrá un volumen de compras de 1.500 millones de euros.

Un artículo que parece muy barato puede dejar de serlo cuando se incluyen los gastos de envío y manipulaciónNo cabe duda de que en la red se pueden encontrar los productos más baratos, pero hay que ser precavidos a la hora de regalar, sobre todo en lo que respecta al envío, la bestia negra de las compras navideñas en Internet. En estas fechas la demanda sube y muchas webs tienen problemas logísticos para despachar todos los pedidos. Eso por no hablar de los problemas que pueden surgir con Correos o las compañías de mensajería. Por todo esto, es muy importante que, antes de realizar la compra, nos aseguremos de que el regalo va a llegar a tiempo, y de que los costes de envío son razonables. Muchas tiendas y, sobre todo, los vendedores de plataformas como Ebay, inflan los gastos de envío de forma intencionada, para sacar un mayor margen de beneficio. En este punto hay que ser cuidadoso, pues un artículo que parece muy barato puede dejar de serlo cuando se incluyan los gastos de envío y manipulación.

Con respecto a las compras en Internet, Algeciras recomienda prestar atención a las medidas de seguridad, asegurándonos de que la tienda en cuestión cuente con los certificados y garantías adecuadas. En cualquier caso, apunta la letrada, siempre es conveniente guardar o imprimir la página de compra y el recibo, que serán necesarios en caso de que se tenga que realizar una reclamación.

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Navidades, a toda costa

Pese a que las navidades ya no son lo que eran, los españoles siguen esperándolas con ilusión. De hecho, según un estudio de DYM Market Research, la crisis ha hecho que la Navidad gane adeptos. Este año, el 56 por ciento de los españoles reconoce que las fiestas navideñas le gustan “mucho o bastante”, 10 puntos porcentuales más que en 2007, en plena bonanza económica. En tiempos de escasez, parece que la Navidad es el único refugio ante la carestía, el único momento en que, aunque sólo sea por conservar la tradición, nos permitimos gastos impensables el resto del año.

Es cierto que el consumo ha bajado notablemente, pero las familias siguen guardando dinero para las navidades. El presidente de la Confederación Española de Comercio (CEC), Manuel García, explicó a Efe que, frente a un año “muy flojo”, el consumo parece que se reactivará con la Navidad.

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Aunque sólo podremos conocer el resultado de las campañas navideñas el año que viene, lo cierto es que los empresarios han puesto toda la carne en el asador para tratar de remontar en navidades unas ventas que el resto del año han sido terriblemente malas.

España tiene el mercado de juguetes más estacional del mundoEl presidente de los jugueteros se muestra moderadamente optimista respecto a la venta de juguetes en esta campaña. En su opinión, “los Reyes Magos siempre traen juguetes” y pese a que el consumo general de estos ha disminuido notablemente en lo que va de año –“entre el 13 y el 17%”–, Pastor cree que las ventas se recuperaran algo en Navidad: “España tiene el mercado de juguetes más estacional del mundo. El 75% de las ventas de juguetes se llevan a cabo en las últimas seis semanas del año. Esto suele ser un problema, pero también puede ser una salvación”. En su opinión, aunque los padres sean más selectivos, seguirán comprando juguetes.

Otro de los sectores que vive la Navidad con intensidad es el de la hostelería. Aunque las cifras generales no pueden compararse, ni de lejos, con las de verano –el impacto sobre el empleo es prácticamente nulo–, en entornos urbanos, y de montaña, la campaña navideña es decisiva.

Emilio Gallego, secretario general de la Federación Española de Hostelería (FEHR), es optimista respecto a la Navidad entrante: “Este año las fiestas caen muy bien y hay mucha gente con vacaciones”. En su opinión, en esta campaña funcionará bien “el turismo de luces” –como se conoce en el ámbito hostelero al turismo urbano de las personas que van a ver la iluminación navideña de las grandes ciudades– y se espera una “prometedora” temporada de esquí.

Los españoles, aunque tengamos menos dinero, no estamos renunciando a salirNo cabe duda de que la crisis ha tenido efectos también sobre la hostelería, pero es un sector que está aguantando sorprendentemente bien la envestida. Gallego tiene claro por qué: “La gran ventaja que tiene la hostelería es su gran capacidad de respuesta y  adaptación. El sector trabaja en condiciones de competencia perfecta. Somos hipersensibles al precio, y muy eficientes. Hay 222.000 bares en toda España, tres o cuatro en cada calle, compitiendo por la misma clientela. Estamos en cambio permanente”.

El representante de los hosteleros reconoce, no obstante, que la capacidad de reinventarse de la hostelería no serviría de mucho si no tuviera detrás una sociedad que no puede vivir a gusto si no sale a tomar cañas, por muy mal que estén las cosas: “Llevamos cinco años de crisis, los presupuestos son muy ajustados y no hay tanta alegría para gastar, pero los españoles, aunque tengamos menos dinero, no estamos renunciando a salir. Se ajustan más los precios, pero nos sigue gustando quedar con amigos y familia. Es algo que forma parte de nuestra forma de ser como pueblo. Nos gusta el jolgorio. Si renunciáramos a hacer esto en una fiesta como Navidad, la crisis sería aún más profunda, sería una crisis sociológica”.

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Queda claro que estas navidades van a estar marcadas por la austeridad y el utilitarismo pero, según Castelló, hay dos aspectos a los que los españoles no van a renunciar: “Todo lo relacionado con la familia y la gastronomía”. El profesor de ESADE tiene claro que las comilonas de Nochebuena, Nochevieja y Navidad no corren peligro. En su opinión, “seguirá habiendo cenas especiales y se intentará mantener el menú navideño clásico”. La familia será prioritaria en este campo, y también en el de los regalos. Castelló tiene claro que los tradicionales “amigos invisibles” con compañeros de trabajo y grupos de amigos van a desaparecer casi por completo. Los regalos se limitarán a la familia nuclear y los clanes con presupuestos más ajustados se contentarán con regalar a los niños, un gasto que, según apunta Castellón, “va a ser el último en recortarse”.

Queremos que la Navidad siga siendo un momento especialVisto lo visto, estas navidades serán las más austeras de los últimos veinte años, pero su espíritu, quizás, estará más vivo que nunca. Tal como apunta Castelló, “los españoles se aferran a estas fechas y se niegan a aceptar lo mal que está todo”. Queremos que la Navidad siga siendo un momento especial. Para la psicóloga Amaya Terrón, el hecho de celebrar la Navidad, aunque sea de manera reducida, sirve cómo una protección psicológica, y la gente utiliza las estrategias que sean necesarias para poder celebrarla. Aunque no haya paga extra, ni grandes regalos, los langostinos congelados, los mazapanes y el turrón duro no corren peligro. Pese a todo, la Navidad se va a seguir festejando.

Un joven de unos 35 años pide dinero a la salida de una galería comercial en una céntrica calle madrileña. Está ataviado con un gorro de Papá Noel y canta el popular villancico «Jingle Bells». Pero la letra está levemente modificada. “Navidad, Navidad, dulce Navidad”, canta el joven mientras agita una campanilla, “un poquito de dinero no vendría mal”. Los transeúntes se lo toman con humor, y parece estar haciendo una buena recaudación, pero la realidad que esconde el villancico no tiene tanta gracia.