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De la facultad a triunfar en los negocios: las mejores 'spin-offs' tecnológicas de España
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EMPRESAS SURGIDAS EN UNIVERSIDADES ESPAÑOLAS

De la facultad a triunfar en los negocios: las mejores 'spin-offs' tecnológicas de España

¿Desconexión entre el mundo educativo y el empresarial? Las universidades españolas no suelen parir compañías exitosas, pero hay algunos ejemplos que contradicen la norma

Foto: Los fundadores de PLD Space, Raúl Verdú y Raúl Torres, junto al cohete ARION1 a tamaño real.
Los fundadores de PLD Space, Raúl Verdú y Raúl Torres, junto al cohete ARION1 a tamaño real.

En España hay un mantra que se repite desde hace años: las universidades enseñan unas cosas y el mercado laboral demanda otras. Conclusión: hay una preocupante desconexión entre el mundo universitario y el empresarial. Más allá de la visión de este hecho, hay una excepción que produce un evidente orgullo en los dos ámbitos. Se trata de las 'spin-offs' universitarias, un término que, con sus matices, suele aplicarse a las compañías de corte tecnológico-científico nacidas dentro de un centro universitario, que a menudo suele acabar formando parte de su accionariado.

Foto: (Xkelet)

España cuenta con varios ejemplos de compañías de ámbito tecnológico y científico que, nacidas entre las paredes de un aula o un laboratorio, están cosechando un visible impacto empresarial. Son algunas de las siguientes.

1.- PLD Space: cohetes para investigar el espacio

Surgida en el seno de la Universidad Miguel Hernández de Elche, PLD Space nació oficialmente en 2011, cuando los ingenieros Raúl Torres, Raúl Verdú y José Enrique Martínez se instalaron en el Parque Científico de la UMH con un objetivo claro: explorar las posibilidades del espacio para explotarlo no solo desde el punto de vista científico, sino también comercial.

Un año después, y con la ayuda del CDTI, la compañía desarrolló el primer motor cohete reutilizable de combustible líquido hecho en España. La investigación de esta nueva tecnología le valió para que, en 2013, varios fondos de capital riesgo invirtieran un millón de euros en sus posteriores desarrollos.

En apenas cinco años, ya tiene entre sus clientes a la Agencia Espacial de Alemania (DLR)

Los primeros resultados llegaron en 2015, cuando PLD Space se convirtió en la primera empresa privada de Europa que desarrollaba un motor de combustible líquido reutilizable para cohetes dedicados al mercado de los pequeños satélites. Es decir, una herramienta más para poder explorar el espacio. Además, la Agencia Espacial de Alemania (DLR) contrató a la empresa para probar sus motores.

A día de hoy, PLD Space se encuentra en pleno proceso de desarrollo y comercialización de sus cohetes Arion-1 y Arion-2, dos lanzadores espaciales de bajo coste con los que pretende facilitar el acceso al espacio para su investigación científica o incluso su explotación comercial.

Cuenta atrás de una ignición llevada a cabo en PLD Space

2.- Aelix: lucha efectiva contra el sida

Una de las iniciativas más interesantes (y más dignas de alabanza, por qué negarlo) nos llega de la mano de Aelix Therapeutics, una compañía nacida en el seno del Hivacat, el consorcio público-privado de Cataluña que promueve iniciativas que intentan desarrollar vacunas contra el sida.

Dentro de esta intención, Aelix lucha por desarrollar terapias que permitan a los enfermos de sida o portadores de VIH no tener que medicarse de por vida, ya que los medicamentos destinados a este fin tienen una toxicidad muy alta.

Para ello, la compañía enarbola su principal producto, el inmunógeno HTI, que pretende "convertirse en la primera inmunoterapia capaz de controlar y/o curar la infección por VIH de manera eficiente". Esta vacuna se encarga de que las células T del sistema inmunitario reconozcan cuáles son las células infectadas por el virus y puedan así eliminarlas.

Aelix, con inversión de Johnson & Johnson, pretende que los enfermos no estén medicados de por vida

De este modo, Aelix lucha por "provocar una respuesta del sistema inmunitario del paciente" para "mantener la infección controlada sin necesidad de medicamentos antirretrovirales".

Hasta el momento, Aelix Therapeutics está consiguiendo una respuesta más que consolidada por parte de la industria sanitaria. De hecho, cuenta con el apoyo accionarial de compañías como Johnson & Johnson, que se unió a Aelix en su última ronda de financiación, de 11,5 millones de euros.

3.- Plant Response Biotech: el deseo de Monsanto

Monsanto seguramente sea una de las empresas más controvertidas del planeta, ya que su innegable innovación científica a menudo choca con una política de explotación de patentes que provoca las protestas de agricultores, consumidores u otras compañías.

Sea como fuere, lo cierto es que la multinacional se encuentra a la cabeza de la biotecnología aplicada a la agricultura, con lo que siempre intenta disponer de los mejores desarrollos. Y eso es precisamente lo que ha encontrado en Plant Response Biotech, una 'spin-off' de la Universidad Politécnica de Madrid.

Fundada en 2008 por Antonio Molina Fernández y Pablo Rodríguez Palenzuela, Plant Response Biotech se dedica al desarrollo de productos para proteger cultivos y no generar residuos. Todo ello dentro de la industria agrobiológica, un nicho cuyo valor de mercado en España ronda los 300 millones y que cuenta con un crecimiento anual superior al 15%.

La empresa cuenta con 10 productos patentados y tiene a Monsanto entre sus accionistas

En este sentido, la compañía "tiene una fuerte cartera de propiedad intelectual, que incluye los derechos de explotación de seis familias de patentes y 10 productos asociados a ellas", aseguran.

Pero ¿dónde entra aquí Monsanto? En su accionariado: a finales de 2015, Plant Response Biotech firmó una ronda de financiación de 5,7 millones de euros, un movimiento financiero al que se sumaron no solo Monsanto Growth Ventures, sino también otros fondos como Caixa Capital Risc, Middleland Capital y Novozymes.

4.- Sanifit: fármacos contra una enfermedad rara

Es una de las compañías más innovadoras del emprendimiento tecnológico y científico en España, aunque quizá también una de las más desconocidas.

Fue en la Universidad de las Islas Baleares donde nació Sanifit, una empresa biofarmacéutica que desde 2004 desarrolla nuevas terapias dirigidas al tratamiento de enfermedades relacionadas con calcificaciones patológicas, una enfermedad rara para la que, a día de hoy, aún no existe un tratamiento eficaz.

Sanifit ha recibido 36,6 millones de euros de inversión privada para avanzar con su fármaco SNF472

Partiendo de ello, Sanifit cuenta con el SNF472, un fármaco para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares en pacientes con enfermedad renal en etapa terminal (ERET) tratados con diálisis. El objetivo no parece menor, ya que, según la compañía, "los pacientes con ERET tratados con diálisis presentan tasas de morbimortalidad cardiovascular elevadas como consecuencia de un proceso acelerado de calcificación cardiovascular". De hecho, "la mitad de las muertes en diálisis tiene este origen".

En sus 12 años de trayectoria, Sanifit viene contando con el respaldo financiero de varios fondos de inversión privados. De hecho, su última ronda de financiación fue de 36,6 millones de euros, una inyección que está permitiendo el avance clínico de dicho fármaco.

5.- Bitbrain: neurociencia con fines comerciales

Desde la Universidad de Zaragoza nos llega Bitbrain Technologies, una compañía fundada en 2010 que nos trae dos de las últimas innovaciones aplicadas a fines comerciales: la neurociencia y la neurotecnología.

Y es que los servicios sobre neurociencia y neurotecnología no son nuevos, pero hasta ahora casi siempre han sido aplicados al terreno exclusivamente sanitario. La intención de esta 'spin-off' zaragozana es ir un paso más allá y darles salida, sobre todo, en el terreno del 'marketing'.

Así pues, Bitbrain ofrece varios productos y servicios: 'wearables' que miden la actividad neuronal, reacciones del cerebro ante estrategias de 'marketing' o incluso servicios concretos de I+D para el cliente en cuestión.

6.- Wooptix: una cámara 3D en tu 'smartphone'

Este es un perfecto ejemplo de colaboración entre profesionales del sector público y del privado. Wooptix nace en 2014, cuando los emprendedores Javier Párraga y Javier Elizalde deciden aliarse con José Manuel Rodríguez Ramos, profesor del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de La Laguna (Tenerife) e inventor de la tecnología Natural 3D.

Los tres socios se rodearon de un equipo de ingenieros de la universidad experimentados en astrofísica, más concretamente en los campos de imagen y óptica. Fue así como empezaron a dar forma a Natural 3D, un 'software' que permite captar y reproducir imágenes en 3D en el móvil sin necesidad de unas gafas especiales.

Wooptix permite captar y reproducir imágenes en 3D en el móvil sin gafas especiales

"Lo que hace el 'software", nos cuentan desde la compañía, "es adquirir toda la información 3D que se ve desde la cámara, tal y como la recibe el ojo humano, y la transforma. Es decir, a partir de las imágenes utilizamos la tecnología para corregirlas desde cualquier dispositivo".

A día de hoy, Wooptix está en pleno crecimiento: la compañía cerró este verano una inversión de tres millones de euros, con los que se dispone a financiar su expansión internacional para intentar vender su tecnología a las grandes empresas del sector.

En España hay un mantra que se repite desde hace años: las universidades enseñan unas cosas y el mercado laboral demanda otras. Conclusión: hay una preocupante desconexión entre el mundo universitario y el empresarial. Más allá de la visión de este hecho, hay una excepción que produce un evidente orgullo en los dos ámbitos. Se trata de las 'spin-offs' universitarias, un término que, con sus matices, suele aplicarse a las compañías de corte tecnológico-científico nacidas dentro de un centro universitario, que a menudo suele acabar formando parte de su accionariado.

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