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Las 'startups' (e inversores) ante el 26-J: "Solo necesitamos que nos dejen en paz"
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"estos meses sin gobierno han sido estupendos"

Las 'startups' (e inversores) ante el 26-J: "Solo necesitamos que nos dejen en paz"

Ante la atípica situación política, preguntamos a emprendedores e inversores qué tal les va sin Gobierno y qué pedirían a los políticos en campaña electoral

Foto: Carteles electorales de los cuatro candidatos durante la campaña de las anteriores elecciones.
Carteles electorales de los cuatro candidatos durante la campaña de las anteriores elecciones.

Vivimos una situación política tan atípica que es difícil hacer comparaciones. Es la primera vez que España tiene que repetir unas elecciones porque con el resultado de las primeras ningún partido fue capaz de conformar un Gobierno. Eso significa que hace aproximadamente medio año que el Ejecutivo está en funciones, que no se tramitan nuevas leyes por los cauces habituales y que no se celebran consejos de ministros.

Desde hoy, además, estamos de nuevo en campaña electoral. Los partidos mantienen en su mayor parte los programas de la anterior campaña, pero esto ya no parece importar tanto. Ahora el centro de interés está en los posibles y probables pactos poselectorales. Sin embargo, de las medidas que tome el siguiente Gobierno dependerá, entre otras cosas, la situación de los emprendedores en nuestro país.

La falta de Gobierno: "Al menos así no tocan nada"

Este 10 de junio se cumplen 174 días sin Gobierno en España. ¿Lo han notado los emprendedores? Algo sí, pero no necesariamente para mal. "Entre nosotros comentamos mucho el caso de Bélgica, que estuvo un año y medio sin Gobierno y su PIB aumentó", comenta Victoriano Izquierdo, fundador de Graphex. "Al menos así [los políticos] no tocan nada", comenta Izquierdo con humor, que apunta a otra ventaja: "Ahora que están en campaña constante, parece que escuchan mucho más que si estuviesen metidos en un despacho y sin tener que rendir cuentas hasta dentro de cuatro años".

Casi todos coinciden en relativizar el papel del Gobierno en el progreso económico. "Ha quedado claro que un Gobierno estable no trae obligatoriamente el progreso económico, y la falta de él no significa el desastre", comenta Ricardo Galli, fundador y ex CEO de Menéame, que señala que antes había que estar pendientes de los consejos de ministros de los viernes, "a ver qué se les había ocurrido".

Luis Martín Cabiedes, fundador del fondo de inversión Cabiedes & Partners, es aún más enérgico: "Estos meses sin Gobierno han sido los mejores de los últimos años. Ojalá estuviésemos siempre así", bromea.

Iñaki Arrola, fundador de Coches.com e inversor en otras 'startups', coincide en esa idea. "Lo que un Gobierno hace no tiene tanto impacto como parece, porque por encima está la UE, que tiene mucho que decir en las medidas económicas, por ejemplo", y asegura que, en materia de emprendedores, "los políticos españoles no han hecho gran cosa. Realmente, de verdad, solo necesitamos que nos dejen un poco en paz".

"Lo que un Gobierno hace no tiene tanto impacto como parece, porque por encima está la UE, que tiene mucho que decir en las medidas económicas"

Sin embargo, la falta de un Ejecutivo plenamente operativo sí se está haciendo notar en algunas cuestiones. "Muchas ayudas y procesos para obtenerlas están paralizadas, y eso se nota: si tu empresa contaba con ellas para salir adelante, vas a tener que replantearte tu planificación", explica David Bonilla, fundador de Runnics y Otogami.

"Solo queremos seguridad jurídica"

El escepticismo más crítico es el denominador común cuando preguntamos por las medidas que prometen los distintos partidos en cuanto a ayudas para los emprendedores. "No me creo a ninguno", dice Bonilla, "nuestros políticos se han encargado de que emprender sea más caro, en vez de al contrario: en otros países no te dan ayudas, pero no te hacen pagar hasta que no tienes ingresos, mientras que aquí dan subvenciones pero tienes que devolverlo sí o sí".

"No queremos ayudas, sino seguridad jurídica. Leyes claras y fáciles de cumplir. En España, la legislación se crea para prohibir cosas, en vez de para impulsarlas"

Bonilla señala que las ayudas no son el problema: "No queremos ayudas, queremos seguridad jurídica. Leyes claras y fáciles de cumplir. En España, la legislación se crea para prohibir cosas, en vez de para impulsarlas". Cabiedes coincide al pedir que el próximo Gobierno establezca unas leyes claras y seguras del juego, igual que las debe haber en Sanidad, pero no intervenga en él. "Cuando el Estado reparte ayudas cuantiosas de forma selectiva, es peligroso porque distorsiona el mercado. Es como si el que establece las reglas del fútbol luego se pone la camiseta y sale a jugar".

También Galli es crítico con los políticos y sus programas: "No me creo nada de lo que dicen sobre emprendedores", y pide tranquilidad para que las empresas desarrollen su actividad sabiendo a qué atenerse. "La estabilidad es importante también para atraer dinero de fuera para invertir en nuestras 'startups", apunta Arrola.

Y si quieren ayudar, que eliminen o faciliten los trámites burocráticos que hacen falta para cualquier gestión. "Trasladar nuestra sede de Valencia a Granada ha requerido días de papeleos, empezando por saber qué papeles hacían falta exactamente", explica Izquierdo. "No debería ser todo tan complicado".

"No es el final del contrato, es el principio"

Sobre contratación y tipos de contratos, las opiniones son tan diversas como las voces consultadas. "Hay que llegar ya al contrato único", pide Galli, que señala que normalmente los trabajadores con un contrato temporal tienen condiciones peores y menos capacidad de expresar sus peticiones.

Por otro lado, Arrola pide más flexibilidad. "En España, contratar es muy caro, y despedir aún más. Yo no soy un experto, alguien tendrá que pensar cómo se puede hacer, pero si no tuviese que pagar tanta Seguridad Social, podría contratar a más gente". Izquierdo coincide: "Las 'startups' tenemos equipos pequeños, necesitamos experimentar y es imposible predecir qué va a pasar con nosotras. Por eso, un poco más de flexibilidad a la hora de contratar nos vendría bien".

En cambio, Bonilla cree que este debate es irrelevante. "Si la diferencia entre ser competitivos o no es que los despidos se indemnicen con 15 o con 30 días trabajados, apaga y vámonos, porque China nos va a comer en cualquier momento". En su opinión, lo importante no es el final de los contratos, sino el principio. "Que yo no necesite dos días para contratar a alguien, o aun más si viene de fuera. Así es muy difícil incorporar talento a las 'startups".

"No se puede frenar la innovación"

La cuestión sobre la economía colaborativa, una de las áreas de innovación y emprendimiento en alza, está también de actualidad. La semana pasada, la UE abogaba por no prohibir actividades como Uber o Airbnb, las abanderadas de la economía colaborativa, frente a las tensiones que en algunos países se han venido produciendo en torno a estos servicios. Los taxistas y hoteleros han pedido que se prohíban, ya que consideran que son una competencia desleal, y algunos políticos han visto la oportunidad de hacer campaña. Podemos, por ejemplo, ha pedido recientemente que se prohíba la entrada a Uber y Airbnb en España por "atentar contra el sistema fiscal".

"Hay que definir qué es una relación laboral y qué no, y como sociedad tenemos que encontrar el modo de no dejar a nadie atrás"

"Es un problema complejo, porque no es lo mismo el modelo de Uber que el de BlaBlaCar. En cualquier caso, no se puede frenar la innovación. Habrá que buscar la forma en que estas empresas puedan funcionar y a la vez evitar el trabajo precario", reflexiona Izquierdo, y Cabiedes está de acuerdo: "Hay que definir qué es una relación laboral y qué no, y como sociedad tenemos que encontrar el modo de no dejar a nadie atrás, pero no tiene sentido proteger un sistema ineficiente sobre uno eficiente".

Galli por su parte señala que siempre ha sido muy crítico con Uber, pero que "hay que permitirles ser parte del sistema". Reflexiona sobre lo que considera una ironía: "Uber es prácticamente el sueño marxista: una empresa con millones en inversión pero en que las herramientas de trabajo son propiedad de los trabajadores. Resulta curioso que sea defendida por la versión más despiadada del capitalismo, y atacada por movimientos de izquierda".

Por su parte, Bonilla considera que la economía colaborativa es un asunto menor si lo comparamos con la neutralidad de la red, que Europa puso en seria duda en octubre, al aprobar una regulación que abre el camino a un internet a dos velocidades "en que Telefónica podrá cobrarte más por darte acceso a determinadas páginas". Una medida, recuerda, que se aprobó en el Parlamento Europeo con 500 votos a favor, entre ellos los de populares y socialistas.

"La economía colaborativa es solamente otra de las áreas que necesitan una regulación para que sintamos esa seguridad jurídica necesaria para emprender".

Vivimos una situación política tan atípica que es difícil hacer comparaciones. Es la primera vez que España tiene que repetir unas elecciones porque con el resultado de las primeras ningún partido fue capaz de conformar un Gobierno. Eso significa que hace aproximadamente medio año que el Ejecutivo está en funciones, que no se tramitan nuevas leyes por los cauces habituales y que no se celebran consejos de ministros.

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