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Más de 15.000 visitantes asisten al primer día de la Feria Virtual del Libro
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INICIATIVA PIONERA DESDE ESPAÑA

Más de 15.000 visitantes asisten al primer día de la Feria Virtual del Libro

Desde la invención del chupa-chups, la fregona y el futbolín, España nunca había sido pionera en casi nada. Y no digamos en cuestiones tecnológicas. Para las

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Más de 15.000 visitantes asisten al primer día de la Feria Virtual del Libro

Desde la invención del chupa-chups, la fregona y el futbolín, España nunca había sido pionera en casi nada. Y no digamos en cuestiones tecnológicas. Para las cuestiones tecnológicas ya habría que remontarse al autogiro de Ricardo de la Cierva en 1920, o al primer traje espacial de la Historia, la “escafandra estratonáutica” diseñada por el piloto granadino Emilio Herrera en 1935. Hasta hace dos días.


El martes se inauguró en Madrid la primera Feria Virtual del Libro. Bueno, en Madrid. En Madrid es un decir. Porque a esta feria virtual, como su nombre indica, se puede acceder desde cualquier lugar del mundo clicando simplemente  y registrándose gratis, fácilmente, sin necesidad de aportar datos personales más allá de un nombre y el correo electrónico. A partir de ahí, se entra en una feria del libro como cualquier otra, con casetas, catálogos de libros, conferenciantes, talleres, autores, charlas, pero sin polvo, sin empujones y sin el peligro de que te roben la cartera.


La feria on-line inaugurada el martes ha sido impulsada por la editorial Bubok y el proveedor de ferias virtuales Imaste, con el apoyo del Ministerio de Cultura.
Jana González, directora de la feria, lleva más de un año preparando el evento, diseñando una web sencilla y altamente intuitiva, de fácil acceso incluso para los más torpes usuarios de la interacción virtual (como el que esto suscribe), y captando participantes entre las empresas del sector. 


En las 31 casetas que conforman el recorrido de la feria se observan algunas notables ausencias de grandes sellos editoriales tradicionales, a pesar de que los precios de alquiler de los stands virtuales no supongan un riesgo económico reseñable: 450 euros el más barato y 1.200 el mayor. “En la campaña de captación ha habido de todo… Las editoriales que son nativas en el campo digital lo han visto claro desde el principio.

De las editoriales de siempre, Planeta, Santillana y Vicens Vives sí que están presentes. Sin embargo, muchas editoriales clásicas de libro de papel que empiezan ahora con el digital han respondido con mucha más prudencia. Prefieren esperar a ver cómo nos va este año para comprobar si vale la pena”, aventura Jana González. En su jornada inaugural, la feria recibió 15.700 visitas (un 67% procedentes de España y el resto de Latinoamérica y EEUU). “Si la cosa sigue así, superaremos las previsiones de participación, que habíamos estimado en 75.000 visitantes”, apunta la directora.


El autor en casa


La clave de la Feria Virtual es la interacción. Desde la recepcción, con su recepcionista en traje-chaqueta como manda el protocolo, el acceso a los stands, a los chats y a los contenidos multimedia se realizan en un solo click. Hay chats abiertos por las propias editoriales en los que los escritores noveles buscan su primera oportunidad. Y las conferencias y presentaciones webinar permiten la participación activa de los oyentes, con preguntas en tiempo real desde el teclado del ordenador de casa. El método tiene ventajas: los intelectuales plomazo que suelen reventar los actos culturales convencionales con sus interminables peroratas, aquí tienen que limitarse a “chatear” un número restringido de caracteres, con lo que jamás consiguen romper el ritmo ágil del encuentro.

“Sabemos que perdemos el contacto físico con el autor de las ferias convencionales”, reconoce Jana González, “pero ganamos en otros aspectos, como que los autores puedan interactuar simultáneamente con público proveniente de cualquier lugar, de cualquier país. No hay excusa para no venir. No hay desplazamientos. Ni para visitar los stands hay horarios”.


Juan Gómez Jurado (“Espía de Dios”, traducido a 40 idomas), Manel Loureiro (“Apocalipsis Z”, novela zombie que será adaptada al cine por Jaume Balagueró) y Antonia J. Corrales (“En un rincón del alma”)  forman parte del elenco de escritores con los que los asistentes a la feria virtual podrán charlar desde sus casas durante la feria. Abundan también los talleres de autoedición digital, cursos sobre maquetación de libros, concursos, charlas sobre diseño de portadas, premios literarios, traducción, comercialización y todo lo que envuelve el mundo del libro digital. En España, país de lector escaso, se editaron en 2011 casi 18.000 obras en este formato. Un 38% más que en el año precedente. ¿Una industria cultural creciente en España? Son los datos.

Desde la invención del chupa-chups, la fregona y el futbolín, España nunca había sido pionera en casi nada. Y no digamos en cuestiones tecnológicas. Para las cuestiones tecnológicas ya habría que remontarse al autogiro de Ricardo de la Cierva en 1920, o al primer traje espacial de la Historia, la “escafandra estratonáutica” diseñada por el piloto granadino Emilio Herrera en 1935. Hasta hace dos días.