Barbate quiere alejar a 500 metros de su costa las maniobras del Ejército

El suelo militar ahoga la expansión económica del municipio, situado entre el Parque Natural de la Breña y la Sierra del Retín. Unas 5.000 hectáreas (el 45% del término municipal) de Barbate son de dominio militar. Rafael Quirós, alcalde de este municipio gaditano, denuncia las maniobras del Ejército con fuego real, que impiden el desarrollo de la zona. “Es una vieja reivindicación de nuestro pueblo. No recibimos ninguna compensación económica, sólo problemas y molestias. Rechazamos que esto se convierta en un campo de tiro”, destaca Quirós en declaraciones a El Confidencial.

El alcalde quiere alejar 500 metros lejos de la costa gaditana las maniobras del Ejército español y de la OTAN. El primer edil del municipio gaditano (con 6.000 personas en una población de 23.000 habitantes) insiste en esta idea tras el decreto ley impulsado por la Junta de Andalucía, que ha servido para reabrir la nueva guerra de la playa de la Junta de Andalucía contra el Gobierno central.

El Ejecutivo andaluz aprobó la pasada semana una normativa para frenar el urbanismo costero de 52 ayuntamientos rebeldes, que no han cumplido el POTA (Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía) y, de paso, hacer frente a la reforma de la Ley de Costas, que permite amnistía en el litoral. La nueva norma de la Junta sólo afectará a los suelos situados en la franja de los 500 metros e incluirá la suspensión cautelar del planeamiento urbanístico de desarrollo en estos municipios.

“Cuando empiezan con las bombas y los tiros no nos dejan dormir. Hacen vuelos rasantes y los niños se asustan. Y no sólo eso: contaminan nuestra costa y lo hacen en época de la almadraba, y cuando hay turistas. Si al menos nos pagaran por las maniobras…”, señala Quirós. Además del dominio militar del territorio, los pescadores del pueblo continúan en una situación más precaria que hace un año, y las prácticas de efectivos del Ejército y de la OTAN no les benefician en absoluto. 

La presencia de unidades militares en el mar les obliga a desviar las rutas de los barcos. “Este cambio de itinerario, además, implica un perjuicio económico, ya que los armadores tienen que invertir más dinero en combustible”, denunció el presidente de los empresarios pesqueros de Barbate, Tomás Pacheco, en junio de 2011 en El País.

“A nosotros Europa nos está  haciendo polvo. Yo ahora mismo firmaba para salirme de Europa. Hemos perdido el caladero de Marruecos y perderemos el de Cádiz; tenemos un 60% de recortes en captura. Con 4.000 toneladas a repartir para los 87 barcos del caladero de cerco del Golfo de Cádiz, esto nos da para unos escasas 3.998 toneladas anuales entre todos, eso cabe a 40 toneladas por barco. Eso es irrisorio, una ruina”, se lamenta José Bermúdez, patrón-armador de la embarcación Ángel Custodio, que ya en diciembre de 2011 en El Confidencial explica su drama personal.