Atrapados por la subida del máster

“Me matriculé en un máster de 2.000 euros que ha terminado costando 4.000. Es una exageración”. Javier, de 24 años, es biólogo y aunque no necesita de un postgrado para ejercer su profesión la situación del mercado laboral le empuja a especializarse para optar a un puesto de trabajo. “Siempre he tenido claro que desde hace unos años tanto el mundo académico como el profesional tienden a la especialización por eso me apunté al máster en Virología de la Complutense, pero con semejante subida en el precio lo único que van a conseguir es que muchos otros no puedan hacerlo. Nos piden una cosa pero nos obligan a otra. Es un sin sentido”.

Cuando en el mes de mayo este estudiante de clase media, que disfruta de una beca de colaboración en la Universidad por su buen expediente, se pre matriculó tuvo que aceptar que su máster subiría de precio. “No se sabía cuánto pero para poder formalizar la matrícula tenías que marcar una casilla en la que mostrabas tu conformidad con el aumento de las tasas”. Además, conscientes como eran las universidades de que los nuevos precios serían ostensiblemente más elevados que los del curso anterior, en el formulario de inscripción se recomendaba acogerse al pago por plazos. “Ellos sabían que iba a haber gente que iba a tener que anular la matrícula al ver el precio definitivo y si haces eso pierdes los 200 euros de reserva de plaza más el 25% del primer pago. Si has elegido pago fraccionado son 700 euros, pero si prefieres abonar el curso en único plazo son 2.000”.

La subida de precio de la que habla Javier ha afectado a las seis universidades públicas de la Comunidad de Madrid, donde el ya presidente de la Comunidad, Ignacio González, anunció –todavía como vicepresidente-, que el precio de los másteres no habilitantes -aquellos que no son necesarios para ejercer una profesión- subiría como mínimo un 50% en primera matrícula. De este modo, si matricularse en un postgrado oficial de una universidad pública en 2012 costaba 1.800 euros, este curso supone cerca de 2.700 euros. Además, las segundas matrículas también serán más caras. Si el estudiante no aprueba y tiene que matricularse de nuevo, el precio aumentará entre un 65 y un 75%.

Javier es uno de los muchos jóvenes que se indignan cuando a su generación se la relaciona con el término ‘ni-ni’. Él estudia, cumple con las obligaciones de su beca de colaboración en los laboratorios de la Facultad de Biología y además trabaja en una de las tiendas que Apple tiene en la región. “No paro, pero si te organizas puedes con todo. El problema es que este año no me voy a poder permitir ni un descuido. Si suspendo tendré que pagar 97 euros por cada crédito de segunda matrícula. ¡Eso son casi 600 euros solo por una asignatura! ¿Así es como quieren que estudiemos?”, se pregunta.

Los últimos años han subido el número de matriculaciones

La subida de tasas pone en peligro la tendencia de los últimos años, en los que ha aumentado el número de estudiantes universitarios de grados y máster ante la falta de oportunidades laborales. En el curso 2011-2012 se incrementó el 2,3%, es decir, las aulas acogieron a un millón y medio más de estudiantes.

“El año pasado muchos amigos hicieron un máster por no estar en su casa mandando currículums sin recibir respuesta”, cuenta Alfredo, un licenciado en Derecho que ahora trabaja en una tienda de deportes mientras perfecciona el inglés para irse al extranjero “a probar suerte”.

Sin embargo, sin cifras todavía oficiales ya que los plazos siguen abiertos, las universidades se muestran preocupadas por el ascenso de los precios y confían en que las becas permitan que los jóvenes cursen los másteres y licenciaturas en los que se han matriculado.

Sin tiempo para pedir becas

Como Javier, cuando Diana, de 24 años, se matriculó en el máster de Formación de Profesorado, las cuentas le cuadraban. Pero ya no. “Este postgrado ha subido menos porque es de los denominados habilitantes, es decir, que cursarlo es obligatorio para poder trabajar. Aún así son casi 10 euros más por crédito lo que tenemos que pagar, en total 600 euros de subida, que puede parecer poco pero no lo es”. En su caso, cuando se matriculó no pidió la beca del Gobierno porque podía afrontar el pago pero ahora la situación es diferente. “No me vendría mal una ayuda, pero el plazo ya está cerrado”.

Esta modificación de los precios públicos de los másteres en la Comunidad de Madrid responde al cumplimiento del Real Decreto Ley 14/2012 de 20 de abril del Ministerio de Educación, que fija que, en el caso de los másteres habilitantes, los precios públicos deben cubrir entre el 15 y el 25% de los costes en primera matrícula, entre el 30 y el 40 en segunda matrícula, entre el 65 y 75% de los costes en la tercera matrícula, y entre el 90 y el 100% a partir de la cuarta.

Diana, que es de Tenerife, llegó a Madrid hace cinco años para tener más oportunidades. “Yo me he pagado la carrera trabajando. He estado de azafata en centros comerciales, envolviendo regalos en la campaña de Navidad, dando clases particulares, pero es que ahora no encuentro nada”.

La crisis ha hecho que los jóvenes miren al futuro recordando el pasado. Ese que les contaban sus abuelos e incluso sus padres. “Hace unas décadas no podía estudiar cualquiera. La Universidad era un espacio reservado para los ricos y solo los hijos de buena familia podían aspirar a tener una carrera", reflexiona Diana. "Durante unos años la clase media e incluso los más pobres, gracias a las becas, han podido estudiar, pero como esto siga así vamos a volver para atrás”.