Es noticia
El mayordomo infiel que "quería ayudar"
  1. Sociedad
COMIENZA EL JUICIO CONTRA PAOLO GABRIELE

El mayordomo infiel que "quería ayudar"

Paolo Gabriele, el ex mayordomo del Papa que desde este sábado es juzgado por robo y difusión de documentos reservados del Pontífice. ¿Por qué lo hizo? Según

Foto: El mayordomo infiel que "quería ayudar"
El mayordomo infiel que "quería ayudar"

Paolo Gabriele, el ex mayordomo del Papa que desde este sábado es juzgado por robo y difusión de documentos reservados del Pontífice. ¿Por qué lo hizo? Según confesó, para ayudar a Benedicto XVI. Gabriele estaba considerado una buena persona y muy pía y aunque en el trabajo no despuntaba era honrado y leal y por eso estaba al lado de Benedicto XVI. Así lo describen el secretario particular del Papa Ratzinger, Georg Ganswein, y las cuatro laicas italianas consagradas de la comunidad Memores Domini que cuidan el apartamento papal, según se recoge en la sentencia por la que el magistrado Piero Antonio Bonnet ordenó que fuera juzgado por robo con agravante.


Nacido en Roma, de 46 años, Gabriele, conocido como Paoletto trabajaba en el apartamento papal desde 2006, tras estar al servicio del prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo James Harvey. Formaba parte de la conocida como Familia pontificia, el reducido grupo compuesto por los dos secretarios del Papa, los sacerdotes Georg Ganswein y Alfred Xuereb y las cuatro laicas italianas consagradas de la comunidad Memores Domini que cuidan el apartamento papal.

Casado y padre de tres hijos, vive dentro el pequeño estado de la Ciudad del Vaticano y todas las mañanas al alba de los últimos seis años era el encargado de ayudar a Benedicto XVI a vestirse y era el último que se despedía del apartamento tras ayudar al Pontífice, de 85 años, a acostarse. Muchas veces desayunaba, almorzaba y cenaba con el Papa, que le consideraba como hijo y manifestó sentirse muy apenado cuando supo la traición.

De tez morena, semblante serio y siempre vestido con camisa blanca y traje negro, impecable, Paoletto acompañaba al Papa en sus desplazamientos y era normal verlo junto al conductor del jeep en el que el Pontífice recorre la plaza de San Pedro del Vaticano. Nadie pensaba que este hombre de comunión diaria pudiera ser Il Corvo, como se conoce en Italia a la persona que robó y filtró centenares de documentos reservados del Papa, que estaban en el apartamento pontificio.

Esos documentos saltaron a la luz pública en varios programas de televisión italiana y conformaron el libro-escándalo Sua Santita, de Gianluigi Nuzzi, que desveló secretos e intrigas vaticanas. Tras publicarse el libro el 19 de mayo pasado y descubrirse que algunos de los documentos publicados sólo pudieron salir del apartamento papal, el secretario Ganswein llamó a toda la Familia pontificia para pedir explicaciones.

Todos negaron, incluido Paoletto y cuando Ganswein le arrinconó mostrándole un documento que ni siquiera había sido archivado, el mayordomo volvió a declararse inocente y acusó a los presentes de querer hacer de él un chivo expiatorio. Ese mismo día, 23 de mayo, la Gendarmería Vaticana descubrió en su domicilio numerosos documentos, que había fotocopiado, y fue detenido. Pasó 53 días en una celda de seguridad del Vaticano, hasta que se le concedió el arresto domiciliario.

Paoletto admitió después en los interrogatorios, según el informe de la fiscalía vaticana, que tomaba los documentos, los fotocopiaba y entregabas las copias a Nuzzi para ayudar a Benedicto XVI. "Viendo mal y corrupción por todas partes en la Iglesia, estaba convencido de que la publicación de los documentos podía ser buena para llevar de nuevo a la Iglesia por el buen camino", afirmó. Y no quedó ahí, "Paoletto" agregó que se sentía "infundido por el Espíritu Santo", que le pedía eso.


Sometido a varios peritajes psiquiátricos, los especialistas señalaron que es una "persona correcta, normal, sensible y tal vez con una profunda inseguridad y falta de afecto, lo que le llevó a cometer esos actos".  Paoletto, que en estos meses ha ido a misa y se ha reunido con su familia, sigue viviendo en el Vaticano y cobrando el sueldo mensual, mientras espera la sentencia que le podría condenar a pasar hasta cuatro años de cárcel en una prisión italiana.

Paolo Gabriele, el ex mayordomo del Papa que desde este sábado es juzgado por robo y difusión de documentos reservados del Pontífice. ¿Por qué lo hizo? Según confesó, para ayudar a Benedicto XVI. Gabriele estaba considerado una buena persona y muy pía y aunque en el trabajo no despuntaba era honrado y leal y por eso estaba al lado de Benedicto XVI. Así lo describen el secretario particular del Papa Ratzinger, Georg Ganswein, y las cuatro laicas italianas consagradas de la comunidad Memores Domini que cuidan el apartamento papal, según se recoge en la sentencia por la que el magistrado Piero Antonio Bonnet ordenó que fuera juzgado por robo con agravante.