Detenidos dos policías de Marbella acusados de trabajabar como vigilantes para narcos

La facultad del crimen organizado para corromper a algunos miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado es, en la Costa del Sol, el pan nuestro de cada día. Las estadísticas de agentes tocados por la varita del narcotráfico han aumentado de forma considerable en los últimos años. Las bandas criminales han penetrado en las capas más sensibles del cuerpo aprovechándose de la crisis que asola al país y, en consecuencia, se han incrementado de forma progresiva los casos de colaboración entre los que delinquen y quienes persiguen el delito.

El último entramado corrupto detectado (que todavía investigan los GRECO en Marbella) afecta a cuatro policías nacionales y dos agentes del cuerpo local. Estos últimos fueron detenidos el lunes por realizar presuntamente tareas de contravigilancia para una organización de narcos y ayer ingresaron en prisión. Se les imputan delitos de cohecho, tráfico de estupefacientes, prevaricación y omisión del deber de perseguir delitos.

La unidad de la alcaldesa

Se da el caso de que los dos policías locales detenidos en esta operación contra el narcotráfico son muy conocidos en Marbella. Pertenecen a la unidad de contravigilancia, un operativo especial del equipo municipal que se dedica a velar por la seguridad de la alcaldesa y de los políticos locales, según informa a El Confidencial el portavoz municipal de IU, Enrique Monterroso.

La función de los agentes detenidos consistía en “hacer la vista gorda” ante las operaciones de los ‘narcos’ para que pudiesen descargar droga en la playa sin ser sorprendidos por la Policía Nacional o Guardia Civil. Los agentes aguadores, como se les conoce en el argot policial, siempre estaban al tanto del lugar donde iban a descargarse los alijos de droga: habitualmente en la playa o muy cerca de la carretera. Así, los aguadores se situaban estratégicamente en la vía de acceso a la playa, normalmente en el único camino para entrar y salir, y vigilaban los coches que se acercaban al punto de encuentro.

Entre sus labores estaban las de controlar cada una de las matrículas de los automóviles y consultar en las bases de datos internas si se trataban de vehículos policiales. A la mínima sospecha, advertían a los traficantes de droga de la presencia de agentes para abortar la entrega.

Investigación de los Grecos

Esta operación viene enmarcada dentro de otra que tuvo lugar el pasado mes de junio, en la que se produjeron once arrestos de miembros de las bandas del narcotráfico. Tras la investigación emprendida por el Grupo de Respuesta Especial al Crimen Organizado (Greco), se amplió la operación hasta lograr arrestar a los agentes que colaboraban con el clan desmantelado.  

El asunto está en manos del Juzgado de Instrucción número 2 de Marbella, que ha decretado el secreto de sumario. La operación sigue abierta, por lo que no se descartan nuevas detenciones. El Ayuntamiento de Marbella ha abierto un expediente para la suspensión de empleo y sueldo de los dos policías locales encarcelados.