Es noticia
Una fiscal de récord: con toga a los 25 años
  1. Sociedad
UNA ESTUDIANTE MADRILEÑA COMPLETA LA OPOSICIÓN A LA JUDICATURA EN 20 MESES

Una fiscal de récord: con toga a los 25 años

Suele decirse que las oposiciones son una carrera de fondo, y no es una comparación gratuita, ya que los aspirantes a alcanzar plazas como las de

Foto: Una fiscal de récord: con toga a los 25 años
Una fiscal de récord: con toga a los 25 años

Suele decirse que las oposiciones son una carrera de fondo, y no es una comparación gratuita, ya que los aspirantes a alcanzar plazas como las de juez, fiscal o notario pueden pasar fácilmente cinco o seis años de dedicación exclusiva antes de conseguir su objetivo. No obstante, hay excepciones. Para Paloma de Goicoechea, una joven madrileña aficionada al ‘running’ y a la natación, sacarse Judicaturas ha sido más bien un vertiginoso ‘sprint’ de poco más de año y medio.

“No tenía una motivación especial para acabar antes”, explica con la tranquilidad del deber cumplido, “simplemente aprobé el primer examen cuando casi nadie de los que empezaron conmigo lo hizo y fui a por el siguiente”. Sin embargo, su celeridad ha acabado siendo una bendición, ya que le ha salvado de la congelación de plazas para Juez y Fiscal decretada por Alberto Ruiz Gallardón nada más llegar al Ministerio de Justicia.

De hecho, de haber pretendido competir contra el tiempo, Goicoechea podría haber alcanzado su objetivo siendo incluso un año más joven, ya que además de los estudios de Derecho también ha cursado Ciencias Políticas, lo que le supuso un año más en las aulas de la Universidad Autónoma. Si hubiera estudiado una sola licenciatura podría haber entrado en el selecto club de los que entraron en los 'cuerpos de élite del Estado' antes de los 25, cuyo miembro más célebre es Mariano Rajoy, en su momento el registrador de la propiedad más joven de España.

Siete de cada diez aspirantes son mujeres

Muchas cosas han cambiado desde que el hoy presidente del Gobierno obtuviera su plaza, y una de las más llamativas es la fuerte presencia femenina: en la oposición que da acceso a la Carrera Judicial y a la Carrera Fiscal, siete de cada diez aspirantes son mujeres, según un completo estudio realizado por el profesor de la Universidad Carlos III Manuel Bagués. Un fenómeno que Goicoechea atribuye a las facilidades que un puesto fijo ofrece para la conciliación del trabajo y la vida familiar: “Mi madre es funcionaria, lo eligió para poder ocuparse de sus hijos. Los hombres no tienen tan en cuenta ese factor”, señala.

Pero todos los cambios llevan tiempo, y Goicoechea reconoce que ya ha escuchado varios comentarios sobre las posibles dificultades añadidas de ser mujer (y parecer incluso aún más joven de lo que en realidad es) en un sistema judicial aún impregnado de la identidad puramente masculina que tuvo durante décadas. “Puede que sufra algún prejuicio, pero yo tengo mucho carácter”, afirma con seguridad antes de resolver que “una se tendrá que hacer valer”.

Al respecto, la joven fiscal solo puede desear que la mayor presencia de mujeres traiga aires de renovación al Poder Judicial porque “es necesario”. Cuando la conversación deriva hacia la atención mediática obtenida por la juez Alaya en el caso de los ERE de Andalucía, afirma con naturalidad que “el mundo aún es machista, y cuando ven una guapa creen que es tonta”.

“Lo he pasado mal”

A pesar de que la figura del juez tiene un mayor aura de prestigio, Goicoechea tuvo claro que su deseo era ser fiscal: “El trabajo de fiscal es mucho más dinámico porque trata con la policía judicial, investiga... el juez está solo con su sentencia y su responsabilidad”. Unas ansias de socialización que quizá se expliquen teniendo en cuenta la rutina que acaba de dejar atrás: “Me levantaba a las siete menos cuarto, salía a correr, y estudiaba de ocho a tres y de cuatro a diez”, recuerda con la sensación de haberse quitado un peso de encima. “Tuve algún momento muy malo, porque las horas y la monotonía te vuelven medio loco. Además, no tienes fines de semana, y a mí me encanta viajar”.

Echando la vista atrás reconoce haberlo “pasado mal”, pero también el valor de la experiencia: “Ahora sé que tengo la capacidad y la disciplina para levantarme a las seis y hacer doce horas diarias de trabajo efectivo”. 

“En todas las cúpulas hay corrupción”

Precisamente, la dureza del sistema de oposiciones a las carreras Judicial y Fiscal ha sido objeto de algunos debates, como el que abrió en el año 2007 el entonces ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, que consideraba que los opositores viven “aislados” y “alejados de la realidad”, algo que “no es bueno, porque deben estar en contacto con la sociedad”.

“Es cierto que se produce un aislamiento”, concede Goicoechea, “y es verdad que es absurdo repetir todos los códigos y leyes como un loro, pero es el sistema más objetivo y si se cambiara se perdería la imparcialidad”. Además, señala una ventaja de la memorización 'pura y dura': “Te da un esquema, porque da pena ver cómo están escritas muchas leyes, y memorizando te aprendes los huecos y los trucos”.

Debido a esta dedicación exclusiva, la joven fiscal admite que no ha podido seguir de cerca la actualidad de los últimos casos que han convulsionado el Poder Judicial, como la inhabilitación de Baltasar Garzón o el 'escándalo Dívar', pero no se muestra sorprendida: “Desgraciadamente, en todas las cúpulas hay corrupción, sobre todo cuanto más cerca esté la Administración y lo político. El Tribunal Constitucional es directamente un órgano político”.

Aún así, esta brillante estudiante, que desde que empezó la carrera tuvo claro que lo que le gustaba era “ir a los juicios”, no oculta sus ganas de empezar a trabajar para revertir el reciente desprestigio del Poder Judicial mientras sueña con ponerse algún día la toga en la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.

Suele decirse que las oposiciones son una carrera de fondo, y no es una comparación gratuita, ya que los aspirantes a alcanzar plazas como las de juez, fiscal o notario pueden pasar fácilmente cinco o seis años de dedicación exclusiva antes de conseguir su objetivo. No obstante, hay excepciones. Para Paloma de Goicoechea, una joven madrileña aficionada al ‘running’ y a la natación, sacarse Judicaturas ha sido más bien un vertiginoso ‘sprint’ de poco más de año y medio.

Fiscalía General del Estado