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Una exdiputada en topless: Cicciolina comienza a recibir una pensión parlamentaria
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LA ACTRIZ OCUPÓ UN ESCAÑO ENTRE 1987 Y 1992

Una exdiputada en topless: Cicciolina comienza a recibir una pensión parlamentaria

“Hoy todavía canto en topless, me lo puedo permitir”. Así de natural se muestra la honorable Ilona Staller, más conocida como Cicciolina, al alba de sus

Foto: Una exdiputada en topless: Cicciolina comienza a recibir una pensión parlamentaria
Una exdiputada en topless: Cicciolina comienza a recibir una pensión parlamentaria

“Hoy todavía canto en topless, me lo puedo permitir”. Así de natural se muestra la honorable Ilona Staller, más conocida como Cicciolina, al alba de sus 60 años y a punto de comenzar a recibir su pensión como exdiputada. Una retribución que ha recordado a los italianos que el sexo en el hemiciclo tuvo una vida antes de Silvio Berlusconi, sus velinas y el bunga bunga.

Cicciolina recibirá 3.000 euros brutos al mes por su trabajo como diputada del Partido Radical en el periodo entre 1987 y 1992. “Ya me había olvidado de esto. No me avergüenzo, no he robado a nadie y me merezco ese sueldo”, declaró una orgullosa Staller a la prensa transalpina. La actriz no entiende de polémicas y se ha mostrado arisca con quienes critican que pueda recibir este sueldo del Estado:  “No fue el bunga bunga de un día, sino una campaña electoral inteligente y extenuante”.

Desde su aterrizaje en Italia en los primeros años 70 procedente de su Hungría natal, donde llegó a ser miss, Ilona Staller nunca obvió la política, opinando abiertamente de ella en las entrevistas que le hacían en la televisión. Así, tras ganar popularidad como estrella del destape italiano, tuvo su primer contacto serio con este mundo en 1979, formando parte de la llamada Lista del Sol, que abandonaría en 1985. Ese año se unió al Partido Radical, con el que en 1987 lograría una banca en el Parlamento italiano, como número dos de la formación.

“Salía cada mañana desde mi casa con mi Peugeot 205, no tenía chófer, y me hacía una hora y media de carretera. Muchas veces volvía después de medianoche”, recuerda Cicciolina, que no cree que su paso por el Parlamento le resultase muy rentable: “El 60% de mi sueldo se lo daba al Partido y del resto tenía que dar la mitad a un abogado que escribía por mí las propuestas de ley. Llegué a hacer veinte”. Por si no fuera poco el estrés del Parlamento, la diva siguió compaginando en estos años la política con su vida de actriz erótica.

Durante su estancia parlamentaria, Cicciolina recuerda que luchó “por la libertad sexual contra toda censura, por el amor en las cárceles, por la educación sexual en las escuelas y por la información sobre el sida”. Asimismo, también tuvo tiempo de dejar algunas declaraciones sin pudor para la historia: “¿Cómo conseguir la paz en el mundo? Haciendo mucho el amor”.

¿’Bunga bunga’ en 1987?

“Recibí muchas invitaciones de otros partidos, pero siempre las decliné porque no me importaban nada. Habría perdido el tiempo yendo detrás de falsas promesas por una noche de amor”, confesó la exdiputada, cuyo paso por el Partido Radical también fue fugaz, ya que decidió unirse al Partido del Amor, con el que no logró ningún escaño.

En este último partido, nacido en el clima de derrumbamiento del sistema italiano de los primeros años 90, contaría con otra diva erótica, Moana Pozzi, como compañera “en una formación más horizontal que transversal”, tal y como confesaban sus fundadores. Ese no sería su último intento, ya que en 2002 intentaría acceder sin éxito al Parlamento de su Hungría natal. Poco después, y tras fracasar en otros comicios en la ciudad de Monza, de vuelta a la Italia de sus amores, volvió a amagar ofreciéndose como candidata a alcaldesa de Milán. Su objetivo: convertir a la localidad en “una ciudad excitante”. Para lograr este fin llegó a proponer convertir el céntrico y turístico castillo de la ciudad en un casino.

Una vez apartada de los mítines, llega el tiempo de recibir la pensión por su paso por el Parlamento: “Sé que resulta impopular, pero son los italianos los que deben cambiar la ley”, explica. Staler, que incluso lanza una bravata: “Estaría dispuesta a darlo a todo a la beneficencia si lo hiciesen también los otros”.

La exdiputada lamenta que los italianos todavía tengan una mala imagen de ella. “Creo que todavía pesa sobre mí un prejuicio moral, a pesar de que haya terminado mi carrera porno hace veinte años”. Staller cree que es admirada en “secreto”, mientras que públicamente se la denigra.

Así es como Ilona Staller y su personaje Cicciolina, con unas características, según ella, entre “el candor extremo y la perversión”, se seguirá dedicando a partir de ahora a los espectáculos picantes, dejando de lado al Parlamento italiano… y al bunga bunga

“Hoy todavía canto en topless, me lo puedo permitir”. Así de natural se muestra la honorable Ilona Staller, más conocida como Cicciolina, al alba de sus 60 años y a punto de comenzar a recibir su pensión como exdiputada. Una retribución que ha recordado a los italianos que el sexo en el hemiciclo tuvo una vida antes de Silvio Berlusconi, sus velinas y el bunga bunga.

Cicciolina recibirá 3.000 euros brutos al mes por su trabajo como diputada del Partido Radical en el periodo entre 1987 y 1992. “Ya me había olvidado de esto. No me avergüenzo, no he robado a nadie y me merezco ese sueldo”, declaró una orgullosa Staller a la prensa transalpina. La actriz no entiende de polémicas y se ha mostrado arisca con quienes critican que pueda recibir este sueldo del Estado:  “No fue el bunga bunga de un día, sino una campaña electoral inteligente y extenuante”.