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Ni 'quitamultas' ni 'sacacuartos'
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Ni 'quitamultas' ni 'sacacuartos'

Ni a las empresas que recurren multas les gusta que les llamen "quitamultas", ni a las administraciones sancionadoras que les acusen de "sacacuartos". Polémicas aparte, la

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Ni 'quitamultas' ni 'sacacuartos'

Ni a las empresas que recurren multas les gusta que les llamen "quitamultas", ni a las administraciones sancionadoras que les acusen de "sacacuartos". Polémicas aparte, la realidad es que un porcentaje, que se estima alto, de los quince millones de sanciones de tráfico son recurridas todos los años.

Es tal el volumen actual de multas de tráfico que las administraciones -estatal, autonómica en el caso de Cataluña y el País Vasco, y municipal- "son incapaces de tramitarlas con eficacia. Son víctimas de su propia burocracia", apunta Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA). Arnaldo habla incluso de un "colapso" del sistema que ha provocado en muchos casos que las multas se notifiquen tarde y mal, con errores de forma y fondo, a veces sin pruebas concluyentes, circunstancias que explicarían la proliferación de empresas especializadas en recurrirlas. "Ante el aumento de las sanciones, crece la respuesta del ciudadano, que discute las multas con la administración sancionadora en su legítimo derecho a la defensa", insiste Arnaldo. "Somos el país -destaca- con el proceso sancionador menos garantista y más severo, con multas más altas, aunque también con una elevada siniestralidad".

Según un estudio de la aseguradora SADYR, sólo el cinco por ciento de los conductores estiman del todo injusta e improcedente su multa, y creen tener un motivo contundente para su anulación, pero también otro escaso cinco por ciento la cree acertada, aunque luego quiera recurrirla para intentar no pagarla. En cualquier caso, concluye el mismo informe, la decisión de recurrir una multa se produce en el noventa por ciento de los casos desde un mayor o menor grado de indignación, puesto que, aún admitiendo la infracción, no se consideran merecedores de tal sanción o de tan elevado importe.

Afán recaudatorio

El estudio confirma un temor extendido entre los conductores: el afán recaudatorio de Tráfico y de los ayuntamientos. "Las multas se utilizan como un tributo más. Un instrumento preventivo se ha convertido en uno recaudatorio", denuncia el presidente de Automovilistas Europeos Asociados.

Otro informe, también de una aseguradora, Arag, realizado en colaboración con el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia, advierte de que el 62% de los españoles cree que los agentes de tráfico se colocan donde mejor multan, no donde hay más accidentes.

"La mayoría de las denuncias están bien puestas", asegura Ramón Ledesma, subdirector general de Normativa y Recursos de la DGT. Sus agentes de Tráfico pusieron en 2008 más de 4.700.000 sanciones, un millón largo más que en 2007, debido a la implantación de la red de radares fijos. Del total, poco más del seis por ciento fueron recurridas. En el noventa y cinco por ciento de los casos "se confirman las denuncias", informa Ledesma.

"Se alegan mucho más las de los ayuntamientos que las de la DGT", indica Ramón Ledesma, quien reconoce: "íbamos camino de colapsarnos; por eso montamos el centro de radares, con medios técnicos y humanos, para racionalizar y acortar los plazos. Tardábamos siete meses en gestionar una multa". "Los radares y el permiso por puntos -continúa- han permitido que muchos muertos en carretera se hayan convertido en heridos. Es duro decirlo, pero es así".

Con esas 4.700.000 multas la DGT se pone a la altura del Ayuntamiento de Madrid, hasta ahora la administración española más sancionadora en materia de tráfico, con unas 4.500.000 en 2007, más del cincuenta por ciento relacionadas con el SER (Servicio de Estacionamiento Regulado). El año pasado, según la Delegación de Seguridad y Movilidad, bajaron a 3.639.234.

El PSOE en el Ayuntamiento madrileño estima que en 2009 se recaudarán por multas de tráfico 114 millones de euros, casi 3,60 euros por segundo, una cifra que el equipo de gobierno de Ruiz-Gallardón considera exagerada y que rebaja a entre 80 y 90, más o menos como en 2008. Las multas de Madrid contrastan con las de Barcelona, 664.707, según informó su Guardia Urbana -exceso de velocidad y aparcamientos indebidos fueron las principales causas-, de las cuales 194.530, menos que en 2007, fueron recurridas.

 

Ni a las empresas que recurren multas les gusta que les llamen "quitamultas", ni a las administraciones sancionadoras que les acusen de "sacacuartos". Polémicas aparte, la realidad es que un porcentaje, que se estima alto, de los quince millones de sanciones de tráfico son recurridas todos los años.

Es tal el volumen actual de multas de tráfico que las administraciones -estatal, autonómica en el caso de Cataluña y el País Vasco, y municipal- "son incapaces de tramitarlas con eficacia. Son víctimas de su propia burocracia", apunta Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA). Arnaldo habla incluso de un "colapso" del sistema que ha provocado en muchos casos que las multas se notifiquen tarde y mal, con errores de forma y fondo, a veces sin pruebas concluyentes, circunstancias que explicarían la proliferación de empresas especializadas en recurrirlas. "Ante el aumento de las sanciones, crece la respuesta del ciudadano, que discute las multas con la administración sancionadora en su legítimo derecho a la defensa", insiste Arnaldo. "Somos el país -destaca- con el proceso sancionador menos garantista y más severo, con multas más altas, aunque también con una elevada siniestralidad".

Según un estudio de la aseguradora SADYR, sólo el cinco por ciento de los conductores estiman del todo injusta e improcedente su multa, y creen tener un motivo contundente para su anulación, pero también otro escaso cinco por ciento la cree acertada, aunque luego quiera recurrirla para intentar no pagarla. En cualquier caso, concluye el mismo informe, la decisión de recurrir una multa se produce en el noventa por ciento de los casos desde un mayor o menor grado de indignación, puesto que, aún admitiendo la infracción, no se consideran merecedores de tal sanción o de tan elevado importe.

Afán recaudatorio

El estudio confirma un temor extendido entre los conductores: el afán recaudatorio de Tráfico y de los ayuntamientos. "Las multas se utilizan como un tributo más. Un instrumento preventivo se ha convertido en uno recaudatorio", denuncia el presidente de Automovilistas Europeos Asociados.

Otro informe, también de una aseguradora, Arag, realizado en colaboración con el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia, advierte de que el 62% de los españoles cree que los agentes de tráfico se colocan donde mejor multan, no donde hay más accidentes.

"La mayoría de las denuncias están bien puestas", asegura Ramón Ledesma, subdirector general de Normativa y Recursos de la DGT. Sus agentes de Tráfico pusieron en 2008 más de 4.700.000 sanciones, un millón largo más que en 2007, debido a la implantación de la red de radares fijos. Del total, poco más del seis por ciento fueron recurridas. En el noventa y cinco por ciento de los casos "se confirman las denuncias", informa Ledesma.

"Se alegan mucho más las de los ayuntamientos que las de la DGT", indica Ramón Ledesma, quien reconoce: "íbamos camino de colapsarnos; por eso montamos el centro de radares, con medios técnicos y humanos, para racionalizar y acortar los plazos. Tardábamos siete meses en gestionar una multa". "Los radares y el permiso por puntos -continúa- han permitido que muchos muertos en carretera se hayan convertido en heridos. Es duro decirlo, pero es así".

Con esas 4.700.000 multas la DGT se pone a la altura del Ayuntamiento de Madrid, hasta ahora la administración española más sancionadora en materia de tráfico, con unas 4.500.000 en 2007, más del cincuenta por ciento relacionadas con el SER (Servicio de Estacionamiento Regulado). El año pasado, según la Delegación de Seguridad y Movilidad, bajaron a 3.639.234.

El PSOE en el Ayuntamiento madrileño estima que en 2009 se recaudarán por multas de tráfico 114 millones de euros, casi 3,60 euros por segundo, una cifra que el equipo de gobierno de Ruiz-Gallardón considera exagerada y que rebaja a entre 80 y 90, más o menos como en 2008. Las multas de Madrid contrastan con las de Barcelona, 664.707, según informó su Guardia Urbana -exceso de velocidad y aparcamientos indebidos fueron las principales causas-, de las cuales 194.530, menos que en 2007, fueron recurridas.