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La nueva Ally McBeal, despedida por escribir… porno
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UN BUFETE ECHA A UNA EMPLEADA POR ESCRIBIR UN BLOG ERÓTICO

La nueva Ally McBeal, despedida por escribir… porno

Abogados, acoso, drogas y sexo en Moscú. Todo ello combinado con vodka y bien agitado es un gancho perfecto para cualquier novela que se precie. En

Foto: La nueva Ally McBeal, despedida por escribir… porno
La nueva Ally McBeal, despedida por escribir… porno

Abogados, acoso, drogas y sexo en Moscú. Todo ello combinado con vodka y bien agitado es un gancho perfecto para cualquier novela que se precie. En este caso, sin embargo, la historia no tiene nada de ficción. Al revés, es más real que la vida misma. Se trata de un rocambolesco caso que poco tiene que ver con la literatura, y que cuenta con Deidre Dare como protagonista, una abogada que ha acabado en la calle por su afición a escribir… a escribir cuentos eróticos.  

Dare es una abogada norteamericana y socia senior desde 2008 en el bufete Allen&Overy. Estaba destinada en la oficina que la firma tiene en Moscú y se encargaba de los proyectos de de finanzas internacionales. Eso de lunes a viernes, en horario de oficina. En su tiempo libre, en cambio, daba rienda suelta a su imaginación en un blog de Internet que derivó en una novela erótica ‘on line’. Las historias se publicaron, caldearon el ambiente de la oficina hasta límites insospechados y el bufete, después de desanudarse varias veces la corbata, acabó despidiendo a su empleada

Como era de esperar, Dare no ha tardado en demandar a su empresa. La resolución del caso, típico de los thrillers judiciales de togas y ligueros, no es sencilla. Por una parte, el bufete A&O alega que los textos  subidos de tono de su escritora desprestigian el nombre de la empresa y que intentaron en varias ocasiones que dejara de publicarlos: “Una vez que tuvimos conocimiento de lo escrito en el ‘website’, la empresa comenzó a barajar medidas. Entretanto, Dare nos hizo llegar una queja que fue investigada y desestimada por infundada. A&O encuentra este comportamiento inaceptable y totalmente en desacuerdo con la política de actuación que esperamos de nuestra gente”, afirma un portavoz.

Así, la primera acción de la firma fue prohibir a su empleada publicar más capítulos sobre la novela, y semanas después, comunicarle su despido, que se hizo efectivo el pasado viernes.

Por su parte, la defensa de Dare no tiene desperdicio. La abogada se remonta al mes de diciembre, cuando interpuso una queja interna contra la firma por acoso sexual debido al mal comportamiento por parte uno de sus compañeros de departamento. A partir de ahí, según su versión, el bufete le abrió un expediente disciplinario en relación a la página web que escribía. Para más inri, ella apunta ahora a que esta sanción tuvo que ver con el primer proceso que ella había iniciado por acoso sexual. La firma, a su vez, responde diciendo que esa queja fue investigada en su momento y denegada.

En medio de este cruce de acusaciones, la prueba más objetiva en la historia es la propia novela de Dare, en la que se relatan encuentros sexuales ficticios entre mujeres y hombres, tanto rusos como extranjeros. Además, en su página web se muestran fotografías de la abogada junto a extractos de poesía erótica.

En algunos pasajes, la autora no escatima en detalles y se describe a sí misma como una “promiscua adicta a las drogas y a las fiestas y que regularmente acude al trabajo varias horas tarde y con resaca”. Entre sus perlas literarias Dare también expone obscenas escenas sexuales regadas con alcohol, dinero y heroína, para luego apostillar que todos los episodios que narra podrían resumirse en un escueto: “Yo vivo en Moscú “.

No obstante, su instinto de abogada le llevó a intentar cubrirse las espaldas con una advertencia previa en la que se le eximía de toda responsabilidad, al afirmar que todos los hechos y personas nombradas eran parte de la ficción.
Pero lo cierto es que los nombres de varios personajes son los mismos que algunos colegas de trabajo de la abogada. Ella asegura que los miembros del bufete visitaban con frecuencia su blog y comentaban los relatos que allí se exponían. “Todas las semanas yo subía un capítulo e intentaba dejar con suspense a mis lectores para los próximos encuentros”, cuenta a la revista The Lawyer. “Se trataba de una especie de pequeño homenaje. Nadie se lo tomaba en serio. Por ejemplo, uno de los personajes llamado Tim es un hombre mayor divorciado, y el Tim real tiene 23 años”, se excusa. Y concluye: “Mis jefes sólo tomaron cartas en el asunto cuando yo interpuse una demanda por acoso”.

Despedida por venganza

Respecto a su despido, Dare lo califica de “torpe” y duda de los argumentos que le ha dado su empresa, los cuales pasan por acusarle  de “conducta grosera y desprestigio de la firma”. Ella opina que simplemente ha disgustado a la gente y que se trata de una venganza. “No creo que haya desprestigiado a la empresa, sólo es una insignificante novela. Hay fiestas salvajes, drogas y sexo, pero… ¿a quién le importa? Eso ocurre todos los días en Moscú”, se defiende la autora.

Gane este caso o no, de momento Dare se ha quedado sin empleo… en el terreno legal, porque ya ha sido contratada como columnista para el periódico Noticias de Moscú, que quiere un capítulo semanal titulado ‘Sexpat’: Una novela por capítulos sobre la vida en Moscú’.

Mientras, ella ha contratado a un agente para que finalice la famosa novela, ya que ha tenido que dejar las nuevas entregas en la nevera, a la espera de que concluya todo este proceso legal. Y para poner la guinda a este juicio más propio de Ally McBeal, la protagonista celebrará el viernes una fiesta para festejar su nuevo empleo (¿o quizá su despido?) y a la que ha invitado a sus ex compañeros (¿o eran enemigos?) del bufete A&O.

Un caso sacado de la realidad, propio de la ficción…y con carne para el papel couché.

Abogados, acoso, drogas y sexo en Moscú. Todo ello combinado con vodka y bien agitado es un gancho perfecto para cualquier novela que se precie. En este caso, sin embargo, la historia no tiene nada de ficción. Al revés, es más real que la vida misma. Se trata de un rocambolesco caso que poco tiene que ver con la literatura, y que cuenta con Deidre Dare como protagonista, una abogada que ha acabado en la calle por su afición a escribir… a escribir cuentos eróticos.