El Pentágono confirma que usó uranio empobrecido contra el ISIS en Siria

Estados Unidos ha utilizado munición de uranio empobrecido en su lucha contra el Estado Islámico en Siria en al menos dos operaciones de bombardeo, según ha confirmado el Pentágono a varias publicaciones especializadas. Josh Jacques, portavoz del Mando Central (CENTCOM), ha indicado a “Foreign Policy” y “Airwars” que un total de 5.265 proyectiles de 30 milímetros que contenían este material fueron disparados desde aviones A-10 Thunderbolt (los llamados “matatanques”) el 16 y el 22 de noviembre de 2015, y lograron destruir unos 350 vehículos en las zonas desérticas del este del país. Los videos de los ataques, de hecho, fueron hechos públicos en su momento por la propia Coalición, aunque sin mencionar este dato.

La munición de uranio empobrecido es muy polémica porque, aunque permite la destrucción del blindaje de vehículos militares, se sospecha que su carácter radiactivo -si bien de baja intensidad- puede provocar cánceres y otros problemas de salud. EEUU lo utilizó ampliamente durante las guerras de Kosovo y especialmente Irak, donde los investigadores han encontrado los restos de más de 181.000 proyectiles, aunque se cree que podrían llegar hasta el millón. Su uso fue reportado también durante la campaña de Libia, si bien no existen pruebas concluyentes al respecto.

La historia de su utilización en Siria, en realidad, había sido ya desenterrada el pasado octubre por una organización llamada Coalición Internacional para la Prohibición de las Armas de Uranio (ICBUW), que había obtenido la información, a regañadientes, de una congresista republicana con acceso a ella. “Dada la naturaleza del uranio empobrecido como un metal pesado tóxico y radiactivo, y las preocupaciones expresadas previamente por civiles sirios sobre su posible uso, es altamente preocupante que EEUU haya optado por usarlo de nuevo. EEUU debería proporcionar todos los datos sobre los objetivos y la asistencia técnica a las organizaciones de desminado y a las autoridades locales para asegurar que se lleven a cabo operaciones de limpieza de este residuo radiactivo de bajo nivel, para impedir que civiles sirios se vean expuestos”, declaró entonces el investigador Wim Zwijnenburg, de la organización pacifista holandesa PAX.

Promesas de no utilizarlo

De hecho, el artículo en la web de ICBUW proporciona algunos datos más que los que han sido revelados ahora. Describe, por ejemplo, el ataque contra 238 camiones petroleros del 22 de noviembre, en el que el uranio empobrecido habría permitido incendiar los vehículos con facilidad. “Sin embargo, el tipo de munición alternativa para el A-10 -balas explosivas altamente incendiarias- habría sido probablemente suficiente para destruir camiones cargados de petróleo. Las imágenes de video hechas públicas de aquel ataque son indicativas del uso de uranio empobrecido de 30 mm”, señala la organización. Sin embargo, no ha sido hasta su confirmación por parte de Foreign Policy que el asunto ha empezado a ser ampliamente conocido.

A la polémica contribuye el que el propio Pentágono había prometido no usar este arma en este escenario. “Los aviones de EEUU y de la Coalición no han usado ni usarán municiones de uranio empobrecido en Irak o Siria durante la operación 'Inherent Resolve'”, declararon las fuerzas armadas estadounidenses en marzo de 2015. “Esta munición ha sido desarrollada para destruir tanques en un campo de batalla convencional; el Daesh no posee un gran número de tanques”, indicó el departamento de asuntos públicos del CENTCOM justificando su negativa. Según Jacques, se utilizó finalmente debido a que eso “aumentaba la probabilidad de la destrucción de los objetivos”.

“¿Qué ocurre con esos vehículos destruidos? Normalmente acaban en basureros, se les retiran las partes y los componentes valiosos, y se tiran. Eso pone a los trabajadores que buscan chatarra, por lo general civiles locales, en riesgo de exposición”, ha declarado Zwijnenburg a Foreign Policy. Probablemente, el epílogo de esta historia tardará mucho tiempo en conocerse.