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'Mocro war', la guerra entre bandas marroquíes que conmociona a Ámsterdam
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"asesinatos sin precedentes en holanda"

'Mocro war', la guerra entre bandas marroquíes que conmociona a Ámsterdam

Los holandeses despiertan con otro crimen de las mafias marroquíes de Ámsterdam. Una guerra entre bandas organizadas que parece haberla convertido en una ciudad sin ley

Foto: Un grupo de personas espera un transporte en la oscuridad, en Ámstedam (Efe).
Un grupo de personas espera un transporte en la oscuridad, en Ámstedam (Efe).

Una cabeza cortada frente a una cafetería de una concurrida calle de Ámsterdam, simulando el modus operandi de los cárteles de la droga en México, es el último golpe de las mafias marroquíes de Ámsterdam. “Es un asesinato bárbaro y criminal, sin precedentes en Holanda”, afirma a El Confidencial el exoficial de la Policía holandesa y ahora diputado holandés, Ahmed Marcouch.

Los holandeses despertaron este miércoles con un nuevo crimen de las mafias marroquíes de Ámsterdam, cuyos delitos son conocidos como “Mocro war”: la guerra entre bandas organizadas, enemigas entre sí, en la capital de los Países Bajos, dando la sensación de estar deambulando -afirma Marcouch- en medio de una ciudad sin ley.

Una fuente de la Policía holandesa informó a este diario que ayer localizaron dentro de un vehículo en llamas el cuerpo sin vida sin cabeza de Nabil Amzieb, un joven de 23 años y de origen marroquí. El coche fue abandonado e incendiado por unos desconocidos en Mijehof, en el sudeste de la capital neerlandesa. La víctima, un viejo conocido de la policía holandesa, fue decapitada. La fuerte explosión, de causas aún sin esclarecer, tuvo lugar a las dos de la tarde, a plena luz del día y el vehículo, que estaba sin la placa de la matrícula, había sido robado el pasado 18 de febrero en la ciudad de Utrecht.

'Está claro que obtienen estas ideas también de grupos como Daesh. Los jóvenes de estas mafias tienen entre 17 y 25 años. No es fácil matar a una persona y menos de una manera tan cruel'

Un día después, la policía se encontró con la otra parte del mensaje: una cabeza sin cuerpo colocada esta madrugada en la puerta de una cafetería de cachimbas, Fayrouz, en una calle principal de Ámsterdam. El establecimiento, que fue cerrado este miércoles por una orden municipal, es un lugar de encuentro muy conocido de los criminales que campan a sus anchas por el país y que han participado, desde 2012, en una sangrienta batalla que se ha cobrado la vida de numerosos jóvenes en ataques violentos.

Y es que no es la primera vez que algo así ocurre en unas de las ciudades más concurridas por los turistas y donde las autoridades han hecho todo lo posible por enviar un mensaje de tranquilidad y control. Ámsterdam, en los últimos tres años, cuenta con un largo historial de crímenes: disparos en plena calle, asesinatos, sobornos, armas, secuestros y drogas. Muchos quedan sin esclarecer ni identificar al culpable, protegido por el miedo de vecinos y conocidos, que optan por no denunciar.

“Se han tomado muchas molestias y riesgos para colocar la cabeza en una calle concurrida a las 7 de la mañana, además, degollar a alguien no es la forma más fácil de matar. Querían que esto fuera un mensaje claro y deliberado”, analiza Marijn Schrijver, un investigador de los “Mocro Mafia”, y coautor de un libro sobre sus crímenes. En una conversación con este diario, Schrijver califica el asesinato de “muy impactante, jamás visto todavía en Ámsterdam” y recuerda que la ciudad ha visto crímenes horrendos como “el homicidio de una madre a disparos delante de sus hijos o a personas inocentes asesinadas a manos de sicarios por error, pero esto es un nuevo golpe, una nueva manera de actuar”.

La guerra "no ha hecho más que empezar"

Por su parte, Wouter Laumans, también experto neerlandés sobre estos grupos, advierte de que la guerra “no ha hecho más que empezar” e incluso señala que estos grupos “trabajan mano a mano” con organizaciones en el extranjero, como en España o en Marruecos, “de donde procede muchas de las drogas” por las que pelean. Para él, el hecho de que este crimen esté “tan trabajado” significa que están decididos a luchar: “sabemos quién eres, no tenemos miedo a nadie. Vamos a por ti y a por todos los que estén contigo”, interpreta, y añade que estas ideas “las han obtenido de los cárteles mexicanos” de la droga. Tras años investigando sobre las mafias marroquíes en los suburbios holandesas, no duda en señalar que lo ocurrido hoy es algo “impresionante” porque, se sabía que estos criminales “se inspiraban en películas y series de televisión, pero esto es nuevo, sin duda”, compara.

En esta cuestión, Marcouch, oficial de la policía entre Ámsterdam 1993 a 2003 y conocedor del mundo marroquí de los barrios más pobres de la ciudad, advierte de que la violencia de estos grupos “va cada vez a más” y no descarta una relación con el terrorismo yihadista como consecuencia de la violencia en los barrios donde son educados estos jóvenes. “Está claro que obtienen estas ideas también de grupos como Daesh. Los jóvenes de estas mafias tienen entre 17 y 25 años y están desorientados y metidos en una espiral de violencia. No es fácil matar a una persona y menos de una manera tan cruel. Si esto sigue así, tendremos aquí un criadero de yihadistas”, alerta a El Confidencial.

En la rueda de prensa hace un mes, el fiscal general Theo Hofstee, presentó las cifras de seguridad de 2015. “La guerra entre mafias es agua pasada”, sentenció, a la vez que celebró que el año pasado se redujeron notablemente los asesinatos entre grupos criminales y sus rivales. El último de ellos fue un intercambio de disparos por la pérdida de un cargamento de cocaína en el puerto de Amberes y en él murieron dos jóvenes marroquíes. En la misma línea se mantuvo el jefe de la Policía, Pieter jaap Albersberg, quien aseguró que los crímenes en Ámsterdam se redujeron un 58% y agregó que su equipo “ha logrado evitar muchos asesinatos”, a pesar de que, en un suburbio donde reside una mayoría turca, el año pasado fueron asesinadas tres personas, aunque el crimen no está relacionado con las mafias. No obstante, ninguno se esperaba que un crimen de este calibre fuera a tener lugar.

El exoficial de la Policía Marcouch, ahora diputado holandés, señaló la necesidad de contratar investigadores y detectives marroquíes y turcos si se quiere acabar con el problema. El obstáculo de la Policía holandesa es que “no tienen a nadie que hable el idioma de ese crimen para poder así identificar a los criminales”, dijo. El modus operandi de estas mafias no es muy difícil de describir, explica, “actúan a la luz del día, en barrios residenciales, y usando kalashnikov y pistolas, por ello se necesitan expertos que conozcan la cultura y el idioma, con el fin de acercarse al ámbito de las mafias y poder frenarlas”, aconseja a las autoridades de su país.

Actúan a la luz del día, en barrios residenciales, y usando kalashnikov y pistolas, por ello se necesitan expertos que conozcan la cultura y el idioma, con el fin de acercarse al ámbito de las mafias

Entre la casi veintena de asesinatos que tuvo lugar en 2014, impactaron los casos de Murad Garki, que murió de un disparo en la frente en la cafetería Riverside de la concurrida calle Rijnstraat de Ámsterdam; y también la joven Luana Luz Xavier, de 34 años, asesinada a tiros delante de sus hijos en Amstelveen. Según las investigaciones, ella era la novia de Nagib, el “Ziggy”, miembro de una conocida mafia.

Tras esa espiral de violencia en Ámsterdam y sus alrededores, la Policía puso en marcha un plan que incluía irrupciones repentinas en salones, cafeterías y otros lugares de reunión sospechosos de pertenecer o estar relacionados con las mafias. No obstante, el propio jefe de la Policía, Pim Jansonius, reconoció que eso “no detendrá los homicidios” de un día para otro.

Más de 150 detectives están ahora al mando de las investigaciones en la guerra de las mafias, aunque son conscientes, como dijo Hofstee, de que se trata de unas investigaciones muy difíciles. “Nadie en este conflicto colabora y en general hay muy pocas pruebas o evidencias técnicas: las pistas son destruidas, al igual que se queman los vehículos, tampoco encontramos las armas ni los cartuchos”, explicó en rueda de prensa. La única manera de resolver esta guerra es encontrando testigos que quieran cooperar con la justicia, pero también reconoce que “hay tantas personas involucradas en este conflicto que va a ser difícil encontrar a alguien que esté al tanto de los asesinatos o intentos de ejecución que hubo”.

Una cabeza cortada frente a una cafetería de una concurrida calle de Ámsterdam, simulando el modus operandi de los cárteles de la droga en México, es el último golpe de las mafias marroquíes de Ámsterdam. “Es un asesinato bárbaro y criminal, sin precedentes en Holanda”, afirma a El Confidencial el exoficial de la Policía holandesa y ahora diputado holandés, Ahmed Marcouch.

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