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El paro y Cataluña 'afean' el triunfal paso de Rajoy por la Casa Blanca
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obama: EL desempleo ES EL MAYOR PROBLEMA

El paro y Cataluña 'afean' el triunfal paso de Rajoy por la Casa Blanca

El paro y la Cataluña salpicaron ayer las paredes de la Casa Blanca, donde Rajoy buscaba una bendición de Barack Obama, con la que regar sus brotes verdes

Foto: Encuentro entre Barack Obama y Mariano Rajoy en la Casa Blanca (Reuters)
Encuentro entre Barack Obama y Mariano Rajoy en la Casa Blanca (Reuters)

La tasa de paro y la situación de Cataluña salpicaron ayer las paredes de la Casa Blanca, donde Mariano Rajoy buscaba una bendición del presidente estadounidense, Barack Obama, con la que regar sus brotes verdes. Después de una hora de reunión a puerta cerrada, los dos mandatarios comparecieron ante la Prensa e incluso aceptaron un turno de preguntas, algo que en principio no estaba previsto.

Consciente de que sus palabras despertarían tanto interés en España como indiferencia en Estados Unidos, Obama concedió al “sólido liderazgo” de Rajoy el que el paíshaya hecho “progresos para estabilizar la economía y reducir el déficit”. También aplaudió las reformas emprendidas, que describió como “impopulares” pero “necesarias”. Y, en general, aseguró sentirse "más optimista" ahora que hace un año sobre la recuperación europea.

El presidente estadounidense subrayó también "grandes desafíos” en cuanto a crecimiento económico y creación de empleo, no sólo en España, sino también en otros países europeos. Creación de trabajo y desempeño del PIB son “los dos asuntos más importantes en este momento”. Cerró el capítulo económico con una crítica implícita a Alemania, país que “podría hacer más esfuerzos para estimular la demanda”. Finalmente, Obama calzó un largo mensaje sobre la situación de Irán.

Rajoy, en su turno, insistió en que las "dudas" sobre la eurozona y España son cosa del pasado. "Hoy nadie tiene dudas sobre la existencia del euro, hoy nadie habla de la necesidad de rescates, hoy los mercados y las primas de riesgo están más tranquilas y ya en algunos países se empieza a hablar de crecimiento y se empieza a ver un panorama más claro para luchar contra el desempleo", declaró.

Ya en la ronda de preguntas, apareció el fantasma del independentismo catalán, cuando alguien cuestionó sobre las sombras que proyecta sobre la recuperación de España. Rajoy prefirió zanjarlo ante su anfitrión asegurando que “lo vamos a superar” y que la independencia “no se va a producir”. "La inestabilidad política no ayuda, la incertidumbre tampoco ayuda, la división tampoco ayuda, el no saber a dónde van por parte de algunos tampoco ayuda", dijo.

“Lo peor sería que algún día esas pretensiones (independentistas) se plasmaran en realidad, porque entonces sería muy malo para todos pero sobre todo para el más pequeño, con dificultades de todo tipo en los mercados”, dijo, antes de rematar el tema con una abundante dosis de “wishful thinking”: “Tengo la absoluta y firme convicción de que actuaremos con sentido común, con sensatez, porque en el mundo que vivimos, cuanto más grande se es mejor, y mejor para la gente,... y cuanto más pequeño se es, sin duda alguna mucho peor".

En la comparecencia hubo incluso tiempo para una situación distendida, cuando Obama le pidió consejo al presidente español para ganar el próximo Mundial de Fútbol en Brasil en verano de este año. Rajoy respondió que le prestaría ayuda pero sólo para que la selección estadounidense quede "segunda".

Los presidentes estuvieron flanqueados por sus principales asesores. Por parte estadounidense se sentaron a la mesa el secretario del Tesoro, Jack Lew; la asesora de Seguridad Nacional del presidente, Susan Rice; el secretario de Estado adjunto, William Burns (John Kerry está de viaje) y el subdirector de la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca, Rob Nabors.

También participaron en la reunión la asesora adjunta de Seguridad Nacional para Asuntos Económicos Internacionales, Caroline Atkinson; la directora para Asuntos Europeos del Departamento de Estado, Karen Donfried, el director para Asuntos Económicos Europeos, Michael Sessums, y el embajador de EEUU en Madrid, James Costos.

Por parte española acompañaban a Rajoy su jefe de gabinete, Jorge Moragas; el director de la Oficina Económica de Moncloa, Álvaro Nadal; el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Gonzalo de Benito; la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro; el director del departamento de Relaciones Internacionales y Seguridad de Moncloa, Ildefonso Castro; el director adjunto del gabinete del presidente, Alfonso Senillosa, la número dos de Nadal, Eva Valle, y el embajador de España en Washington, Ramón Gil-Casares.

Al abandonar la Casa Blanca, el presidente del Gobierno continuó su jornada con una visita a la sede central del FMI, donde se encontró con la presidenta de la institución, Christine Lagarde. La reunión fue privada y apenas trascendieron detalles. Según un medido comunicado emitido por los portavoces del FMI, los dos mandatarios “intercambiaron puntos de vista sobre la evolución económica reciente en Europa y España, y sobre el desafío de asegurar que la recuperación en curso dé lugar a un crecimiento vigoroso y a la creación de empleo, apoyándose en el progreso logrado hasta la fecha”.

Finalmente, Rajoy acudió a la residencia del embajador de España en Estados Unidos, Ramón Gil Casares, donde impuso la Gran Cruz de Isabel la Católica al senador demócrata de origen hispano Bob Menéndez, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, y considerado el mayor aliado de España en el Capitolio.

La tasa de paro y la situación de Cataluña salpicaron ayer las paredes de la Casa Blanca, donde Mariano Rajoy buscaba una bendición del presidente estadounidense, Barack Obama, con la que regar sus brotes verdes. Después de una hora de reunión a puerta cerrada, los dos mandatarios comparecieron ante la Prensa e incluso aceptaron un turno de preguntas, algo que en principio no estaba previsto.

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