Passos Coelho anuncia nuevos recortes y asegura que intentará evitar un segundo rescate

El primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, anunció este domingo que efectuará más recortes de gastos y hará "todo lo posible" para evitar un segundo rescate del país, al informar de los problemas creados por el fallo judicial contra sus medidas de austeridad.

En una alocución televisada a toda la nación tras recibir ayer la confianza del jefe de Estado, Aníbal Cavaco Silva, para concluir la legislatura, el líder conservador luso rechazó la posibilidad de volver a subir los impuestos y anunció que habrá reducciones de gastos en áreas como Sanidad, Educación, Seguridad Social y Empresas Públicas.

Passos Coelho también responsabilizó al Tribunal Constitucional, que el viernes invalidó la suspensión de una de las pagas extras de jubilados y pensionistas y otros recortes sociales, de poner en riesgo la recuperación financiera del país y las negociaciones para alargar los plazos de devolución del rescate que pidió en 2011. El Ejecutivo precisó que no está de acuerdo, pero "acata", la decisión del Constitucional, que sitúa a Lisboa en serias dificultades para cumplir con los objetivos fiscales que impuso Bruselas cuando aprobó su rescate.

Habrá reducciones de gastos en áreas como la Sanidad, Educación, Seguridad Social y Empresas Públicas

Según Passos Coelho, la decisión de la máxima instancia judicial lusa implicará que Portugal no reciba el desembolso (de unos 2.000 millones de euros) correspondiente al séptimo tramo trimestral de su rescate porque la evaluación realizada el mes pasado ya no "está terminada" y habrá que "hablar" con la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).

El primer ministro sostuvo que Portugal no ha salido aún de la "emergencia financiera" en que se encontraba cuando el actual Gobierno llegó al poder, con las elecciones anticipadas de junio de 2011, y tiene por delante "un camino largo y difícil" para recuperar la credibilidad y confianza de sus socios y acreedores.

Incumplimiento del déficit y problemas de credibilidad

Además, tal y como destacó el sábado Luis Marques Guedes, secretario de Estado de Presidencia, dar marcha atrás en los ajustes daña la credibilidad internacional del país días antes de la reunión informal de los ministros de Finanzas de la Eurozona que tendrá lugar la próxima semana en Dublín. Algo que no le viene nada bien al Ejecutivo luso, que está intentando llegar a un acuerdo con sus socios europeos para ampliar los plazos para devolver el dinero que ha recibido prestado.

El Tribunal Constitucional explica en su sentencia que las medidas que puso en marcha el Gobierno de Passos Coelho son inconstitucionales y que el Ejecutivo debe encontrar otra forma de conseguir los fondos que necesita. La Administración portuguesa tiene pocas opciones de mejorar sus ingresos dado el alto nivel de desempleo y la caída de la demanda externa por parte de sus socios europeos, y el Gobierno ya anunció a mediados de marzo que el déficit iba a sobrepasar los objetivos marcados y que la economía se iba a contraer hasta el doble de lo previsto a comienzos de año.

Este año, el PIB volverá a caer un 2,3% y el desempleo superará, según las últimas previsiones, el 18%. Por otra parte, se calcula que la deuda pública alcanzará en 2014 el 123,7% del PIB. Respecto al déficit, en 2013 será del 5,5% y el año que viene, del 4%. Con estos nuevos objetivos de déficit acordados con la troika en marzo, Portugal retrasa dos años lo pactado cuando recibió el rescate en mayo de 2011. Lisboa se había comprometido a conseguir rebajar el déficit hasta el 3% este año.

Portugal regresó en enero al mercado de bonos por primera vez desde que fuera rescatado en 2011, con títulos con vencimiento en 2017, y prepara una emisión de bonos de mayor vencimiento para los próximos meses.

Apoyo de Cavaco Silva y presión de la oposición

Cavaco Silva salió por la noche a tranquilizar los ánimos con un comunicado que respaldó la continuidad del Ejecutivo y alejó el fantasma de una crisis de Gobierno, como la que en marzo de 2011 condujo a las elecciones anticipadas en las que Passos Coelho desalojó del poder al Partido Socialista (PS). El apoyo del jefe del Estado, del Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha), se produjo tras celebrar una reunión solicitada con "urgencia" por el jefe del Ejecutivo.

En un breve comunicado, el presidente portugués, quien precisamente envió al Constitucional los presupuestos por dudar de su legalidad, manifestó que el Ejecutivo "dispone de condiciones para cumplir su mandato". Añadió, además, que Portugal debe "honrar los compromisos internacionales" y "alcanzar y preservar los consensos necesarios para salvaguardar el interés nacional".

El secretario general del PS insistió en que a Portugal le hace falta "un nuevo Gobierno con credibilidad política en el que los ciudadanos puedan reconocerse", e insistió en "dejar la austeridad para combinar la estabilidad presupuestaria con medidas para crecer y crear empleo". Los demás partidos de la oposición -comunistas, marxistas y ecologistas- reclaman igualmente la convocatoria de elecciones anticipadas, cuando todavía no se ha llegado a mitad de legislatura, y apoyaron el miércoles una moción de censura, la primera del PS, contra Passos Coelho, que la superó con su mayoría absoluta.

Los sindicatos presionan también constantemente al Ejecutivo y, mientras hoy se celebraba el Consejo Extraordinario de Ministros sobre la sentencia del Constitucional, la mayor central del país iniciaba otra acción de protesta.

La Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, comunista) abrió hoy en Viana de Castelo, en el norte luso, una "marcha contra el empobrecimiento" que recorrerá Portugal y llegará a Lisboa la próxima semana. En el inicio de la protesta, el secretario general del sindicato, Arménio Carlos llamó a la "lucha" contra la política del Ejecutivo y el "moribundo" Gobierno de Passos Coelho.