Heart Attack Burger

Mientras los restaurantes de todo EE UU se afanan por reducir las raciones y ofrecer a sus clientes opciones más saludables, un pequeño establecimiento de Chandler, Arizona, se ha propuesto convertirse en la Meca del colesterol y las grasas saturadas. Simplemente leer el menú del Heart Attack Grill es suficinte para notar como las arterias comienzan a obstruirse: hamburguesas tamaño XXL, refrescos extradulces, bufé libre de patatas fritas en grasa de cerdo y, por si fuera poco, un paquete de cigarrillos sin filtro como postre.

"Este restaurante puede perjudicar seriamente su salud", advierte un enorme cartel a la entrada de este establecimiento temático de estética hospitalaria en el que los clientes son "pacientes", los pedidos "recetas" y las camareras, "enfermeras". Y no es para menos, entre las neumáticas curvas de las empleadas y los casi dos kilos de carne y queso "chedar" de la hamburguesa estrella, la Cuádruple bypass, el riesgo de insuficiencia cardiaca está más que asegurado.

El ideólogo de este insulto a la buena mesa es el doctor Jon, un médico sin título reconocido, al que algunos califican de charlatán y otros de "pornógrafo nutricional". Pero a él le da igual. La idea le ha supuesto unos pingües beneficios económicos, aunque también varios intentos de cierre e incluso una detención por atentar contra la salud pública. Algo que se veía venir, si se tiene en cuenta que, según los datos de la Asociación Americana del Corazón (CHD), los infartos provocados por la obesidad son responsables de 365.000 muertes anuales en Estados Unidos, lo que los convierte en la primera causa de fallecimientos del país. Además, el sobrepeso excesivo puede acortar la vida entre seis y siete años de media.

Sin embargo, el doctor Jon se defiende asegurando que dirige el restaurante "más honesto" del país. "Nuesta idea es sencilla: ofrecer una comida por la que merezca la pena morir" afirma, a la vez que asegura con una sonrisa vacilona de que advierten a sus clientes de que "este tipo de comida es malo para ellos y acabará matándolos". A buen seguro que las 8.000 calorías de la hamburguesa cuádruple bypass han estado a punto de parar el corazón de más de uno.

El Heart Attack Grill ofrece un premio a quienes osen terminar sus bocadillos más grasientos: un paseo en silla de ruedas hasta su coche en compañía de la enfermera que ellos seleccionen. Y, por si fuera poco, los "pacientes" que pesen más de 200 kilos, comen gratis.

Los amantes del glutamato, el azúcar, las grasas saturadas y despreocupados por su salud no deben preocuparse, si no pueden viajar hasta Arizona, les bastará con seguir el régimen que propone el doctor Jon en su libro "La nueva dieta del Heart Attack Grill". El menú es sencillo: comer en grandes cantidades, beber bebidas de alta gradación, fumar como un cosaco y fornicar con atractivas jovenzuelas. "Disfrutará de lo que le quede de vida, eso sí, no le aseguramos que dure mucho", asegura el matasanos.