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Mercedes GLC, para todo tiempo y lugar
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AL VOLANTE DEL NUEVO MERCEDES GLC

Mercedes GLC, para todo tiempo y lugar

Inicialmente solo estará disponible con dos motorizaciones diesel de 170 y 204 caballos

Al nuevo Mercedes GLC la marca de la estrella lo considera la segunda generación del GLK, un modelo que atesoraba muchas virtudes, pero al que un diseño muy personal y con líneas muy angulosas no le ha permitido brillar como se merecía. Ahora, con el GLC, la marca alemana pretende llegar a un mayor número de clientes.Para ello tiene un diseño más impersonal, con el distintivo sello de Mercedes, y unas líneas más suaves, muy del gusto de los usuarios de este tipo de vehículos. El Mercedes GLC llegará a los concesionarios de la marca en nuestro país el próximo mes de septiembre y se podrá adquirir desde 47.900 euros.

En comparación con el GLK, este nuevo GLC estrena una nueva plataforma y con unas dimensiones un poco más grandes. Por ello tiene una longitud de 4,66 metros, 12 cm más que su antecesor, al que supera también en casi 12 cm en distancia entre ejes. Se desmarca de su antecesor con un interior más amplio y mejor aprovechado, borrando de un plumazo uno de los principales defectos del GLK, que pecaba de tener unas plazas traseras un poco justas.

En el GLC esto no sucede y ofrece para los pasajeros de esos asientos un espacio generoso para las piernas y una buena altura para la cabeza. También es más ancho, lo que hace posible un mejor aprovechamiento de esos asientos traseros. Además, es también superior en lo que atañe a la capacidad de carga del maletero y con 550 litros es 80 litros más capaz que su antecesor. Una capacidad de carga que se puede ampliar de manera puntual hasta los 1.600 litros si prescindimos de los asientos traseros.

Si la carrocería del Mercedes GLC muestra una imagen moderna, con un innegable aspecto coupé, muy en consonancia con los últimos modelos de la marca de la estrella, lo mismo sucede con el interior. En el podemos encontrar muchos elementos con un diseño y forma muy común a otros vehículos de reciente factura de este fabricante alemán. Como no podía ser de otra manera, exhibe una calidad de acabado magnífica y unos ajustes perfectos.

Lo primero que llama la atención en el interior del nuevo modelo es la pantalla de buen tamaño que preside el centro del salpicadero, una pantalla de tipo tablet que introdujo en su día el Clase A y que se ha extendido a los modelos más recientes de la marca. Esta pantalla agrupa un buen número de funciones, desde el navegador, hasta los diferentes modos de conducción del coche y curiosamente, a diferencia de lo que ocurre en otros vehículos de este tipo, no es táctil y se maneja por medio del mando “touchpad”ubicado entre los dos asientos delanteros.

Además, el Mercedes GLC cuenta con una buena dotación de serie y en opción se le puede equipar con los sistemas de ayuda a la conducción presente en los modelos más altos de la gama de Mercedes. Este es el caso del sistema de visión periférica de 360º, el HUD que proyecta mucha información sobre el parabrisas. También otros muchos sistemas, como el avisador de cambio involuntario de carril, el de freno PRE-SAFE que evita accidentes con peatones y una larga lista más que convierte a este modelo en un vehículo muy seguro. Por supuesto en un coche como el GLC no falta un completo equipo multimedia y de conectividad.

En la primera fase comercial del Mercedes GLC, estará disponible con dos motores diesel de cuatro cilindros, el 220 d y el 250 d, con unas potencias de 170 y 204 CV respectivamente. Ambos irán dotados con la caja de cambios automática 9G-TRONIC, una caja de nuevo desarrollo y de origen Mercedes, y también con el sistema de tracción a las cuatro ruedas 4MATIC.

En otros mercados habrá versiones con tracción 4x2, pero la filial española de Mercedes ha decidido, debido a que entre estos dos tipos de tracción hay una diferencia de 2.000 euros, no ofrecer el coche con tracción 4x2 en nuestro país. Más adelante, a finales de año, llegará el GLC 350 e 4MATIC con tecnología híbrido enchufable y dotado con un motor de gasolina de 211 CV y con otro eléctrico de 116 CV.

Esta versión híbrida del GLC tiene una autonomía en eléctrico de 34 km y puede circular impulsado por el motor eléctrico hasta una velocidad de 140 km/h. También más adelante la gama del Mercedes GLC se enriquecerá con la llegada de propulsores de gasolina.

En la primera toma de contacto con el Mercedes GLC, por carreteras de todo tipo por la región francesa de La Alsacia, tuvimos ocasión de conducir las dos motorizaciones diesel que ya están disponibles. En ambos casos comparten las mismas soluciones técnicas, se trata de dos propulsores con doble turbo, capaces de ofrecer unas elevadas prestaciones. En el caso del motor más potente, el 250 d, sus 204 CV proporcionan un mayor empuje, algo especialmente destacable cuando se viaja con el coche a plena carga.

También estos dos turbodiésel destacan por sus mínimas vibraciones, suavidad de funcionamiento y baja rumorosidad. Además se desmarcan con un consumo medio muy ajustado, en ambos casos firman 5,0 l/100 km. Para lograr esta cifra, estos dos motores disponen, entre otras cosas más, de sistema stop/start y en comparación con el GLK el coche pesa 50 kilos menos y tiene un mejor coeficiente aerodinámico.

La nueva caja de cambios 9G-TRONIC, desarrollada por Mercedes y con nueve velocidades muestra un funcionamiento excepcional. Tiene convertidor de par, pero el buen trabajo realizado por los ingenieros de la marca alemana ha conseguido un elevado refinamiento de funcionamiento. La rapidez de sus reacciones hace que no echemos mucho de menos una de tipo de doble embrague. Esta caja de cambios se puede manejar en modo manual secuencial con unas levas tras el volante, que son de serie y que aportan un plus de deportividad a la conducción.

Algo excepcional en el Mercedes GLC es su comportamiento dinámico, muestra una increíble agilidad en todo tipo de carreteras. Este vehículo dispone de serie del sistema “Dynamic Select” con cinco modos de conducción: Eco, Comfort, Sport, Sport+ e Individual. En el primero de ellos todo está ideado para favorecer al máximo la eficiencia. En cada uno de estos programas varía la respuesta del motor, de la caja de cambios, de las suspensiones si equipa como era caso de las unidades de nuestra prueba las opcionales de tipo neumático “Air Body Control” y el funcionamiento de las ayudas electrónicas.

Lo cierto es que en trazados estrechos y virados el Mercedes GLC se desenvuelve a las mil maravillas y muestra un comportamiento que nada tiene que envidiar al de un compacto de su tamaño. Por la calidad de su rodadura y la precisión de sus movimientos, nos da la sensación de estar conduciendo un deportivo.

También tuvimos ocasión de conducir el Mercedes GLC en una pista de todo terreno muy exigente para un SUV de su categoría. En ese caso los coches estaban dotados con el paquete técnico “offroad”, que es opcional y tiene un precio de 1.825 euros, con el que aumentamos la altura libre al suelo de 18 a 20 centímetros y unos parachoques con un diseño específico que permiten también aumentar al ángulo de 23 a 28 grados.

Además incorpora control de descenso y cinco modos de conducción adicionales: offroad, pendiente, balanceo para liberar el vehículo, remolque y suelo resbaladizo, siendo novedad este último. En este caso los coches de nuestra prueba también contaban con las suspensiones neumáticas, que son un aliado de excepción cuando se deja atrás el asfalto, ya que permiten aumentar la altura libre al suelo hasta 22,7 cm.

Lo cierto es que su capacidad todoterreno es sorprendente, en un circuito con subidas con unas pendientes del 80% y en bajadas con un desnivel parecido, junto a unos pasos con una inclinación lateral de 35º y unas zonas que obligaban a unos exagerados cruces de puentes, es increíble cómo superaba todo esto, sin olvidarnos que no tiene marchas reductoras.

En el sistema de tracción a las cuatro ruedas juega un papel importantísimo la electrónica y funciona en combinación con los sensores del control de estabilidad y del ABS y el coche nunca pierde tracción, incluso en obstáculos en los que dos ruedas quedan en el aire. En Mercedes no quieren defraudar a ninguno de sus clientes y el GLC es, cuando se abandona la carretera, el alumno aventajado de su clase.

Del Mercedes GLC ya se pueden hacer pedidos y llegará a los concesionarios de la marca en España a lo largo del mes de septiembre. El precio del GLC 220 d 4MATIC de 170 CV es de 47.900 euros y el del GLC 250 d 4MATIC es de 49.900 euros. Este modelo, como suele ocurrir con los otros vehículos de Mercedes, se puede elegir con diferentes líneas de acabado, destacando de entre todas la deportiva AMG.

Al nuevo Mercedes GLC la marca de la estrella lo considera la segunda generación del GLK, un modelo que atesoraba muchas virtudes, pero al que un diseño muy personal y con líneas muy angulosas no le ha permitido brillar como se merecía. Ahora, con el GLC, la marca alemana pretende llegar a un mayor número de clientes.Para ello tiene un diseño más impersonal, con el distintivo sello de Mercedes, y unas líneas más suaves, muy del gusto de los usuarios de este tipo de vehículos. El Mercedes GLC llegará a los concesionarios de la marca en nuestro país el próximo mes de septiembre y se podrá adquirir desde 47.900 euros.

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