Lujo y ecología se dan la mano

Esta semana nuestra prueba se centra en el Lexus GS450H, un vehículo que compagina dos conceptos de vehículo en general muy diferentes como son el coche de lujo y el vehículo híbrido de emisiones reducidas. Este Lexus es una potente berlina de 345 caballos y con un consumo homologado de solo 6,1 litros, menor que el de muchos diesel equivalentes.

Al anterior Lexus GS se le ha tachado de demasiado clásico, de tener poca personalidad y por eso los técnicos de la marca japonesa pusieron todo su arte en hacer un coche que fuera un poco más llamativo, con una imagen más característica.

E implementaron un frontal más afilado, con un esquema de doble flecha que le proporciona personalidad y le hace diferente al resto de berlinas del segmento Premium, bastante más clásicas.  Pero todo ello sin entrar en un aspecto muy estridente y llamativo en exceso que pudiera espantar a los clientes habituales de Lexus, que por cierto son bastante fieles a la marca.

Por eso, dentro de la gama hay una versión GS más normal, que es la que hemos probado, y junto a ella se ofrece una variante F-Sport más llamativa, con algunas zonas con una pintura específica, con nueva llantas y una trasera con modificaciones. Es algo parecido a una variante más deportiva.

Pero volvamos a nuestra unidad de pruebas del Lexus GS, una berlina media/grande perfectamente comparable con un Mercedes Clase E, un BMW Serie 5 o un Audi A6. Y también con un Infiniti M35, que habitualmente se olvida cuando se compara este GS con sus rivales pero que en realidad es el que más se parece al modelo de Lexus.  

Todos estos modelos ofrecen en sus gamas variantes híbridas pensadas para acceder a un tipo de cliente que necesita una buena berlina, de representación, lujosa y cara y por ello también elegante, pero con el aporte ecológico que proporciona un motor eléctrico adicional y la posibilidad de hacer unos pocos kilómetros en modo eléctrico cuando se circula en ciudad y reducir consumo y emisiones.

Pero hay una gran diferencia entre Lexus y el resto de fabricantes de este segmento. En el caso de Lexus, esta versión híbrida es la única disponible dentro del mercado español, aunque en otros mercados si se ofrece también una versión solo de gasolina.

Pero en nuestro mercado, la apuesta de Lexus es total hacia el vehículo híbrido y ahí es donde ha creado su nicho de mercado. Y esa es la gran diferencia con todos sus rivales que ofrecen casi de forma testimonial una versión que combina un motor de gasolina y otro eléctrico, pero que basan sus gamas en variantes de gasolina y gasóleo convencionales.  

Su habitáculo es realmente amplio, con cinco plazas muy generosas. Las plazas traseras son muy buenas, y existe la posibilidad poner un amplio reposabrazos que limita el espacio trasero a dos plazas que resultan, de verdad, perfectas, tanto por altura como por espacio para las piernas. Precisamente en la cota de altura es en la que más ha ganado con relación a la anterior generación del modelo.  

Y la gran novedad con respecto al anterior GS, es que el nuevo tiene mucho más maletero. La anterior generación del GS, por la posición de sus baterías en la zona trasera, tenía un espacio bastante limitado mientras que en el nuevo, el cambio de orientación de las mismas permite un maletero de 480 litros, que nada tiene que ver con los escasos, casi diría muy escasos 282 litros de su antecesor. El nuevo está bien situado frente a sus rivales en este sentido, mientras que el anterior yo diría que era poco presentable.

La conducción de este Lexus es realmente genial. Si hay una marca especializada en vehículos híbridos esta es, sin duda, Lexus. Y lo es porque cuando Toyota tenía el Prius, que se ha vendido mucho, pero que no deja de ser un solo modelo, la marca de lujo de Toyota tenía una versión híbrida de sus modelos IS (que no se vendía España), GS, LS y RX, a los que se sumó hace algo más de un año el compacto CT200h. Y la experiencia es un grado.

Lo que hace especial a este Lexus es que ofrece el consumo de un buen vehículo diesel pero con el confort de marcha y el agrado de conducción que proporciona un propulsor de gasolina de seis cilindros. Nada menos que 345 caballos que vienen de la combinación de un motor de gasolina brillante por su potencia, sus prestaciones y sus consumos, con uno eléctrico de otros 200 caballos. No me he equivocado, son 292 del propulsor de gasolina y otros 200 del eléctrico pero que cuando se combinan están limitados a 345 caballos.

Con ello, el coche se mueve que da gloria en cualquier terreno. Si es por carretera con unas aceleraciones y un confort de marcha realmente bueno, mientras que si circulamos por ciudad los consumos se ven muy reducidos por el eficiente sistema híbrido. Y el resultado por ello es genial. Un coche de 345 caballos, que acelera casi como un deportivo, pero con los consumos de un diesel. Una combinación extraña pero muy agradable.

Y es que su consumo homologado es de 6,1 litros, una cifra que es realmente espectacular cuando estamos hablando de un vehículo grande y pesado de 345 caballos que acelera de 0 a 100 en menos de 6 segundos.

Para encontrar una cifra de consumo similar hay que buscar un modelo turbodiésel de un máximo de 250 caballos que sin duda no ofrece el agrado de conducción de este gasolina con el valor añadido de la electricidad cuando se hace necesaria.  

Cuando uno se sienta al volante de este Lexus tiene la sensación de sentarse a los mandos de un coche del futuro. Su puesto de conducción, su particular “joystick” cuadrado pero que ofrece un buen funcionamiento contribuye a ello. Tengo que decir que es un poco complicado acostumbrarse a su utilización al principio,  pero una vez que se conoce resulta muy cómodo.

También sorprende su gran pantalla multifunción en la parte central del cuadro que se puede dejar partida en dos zonas y que ofrece mucha información y todo tipo de posibilidades de uso. Pero igualmente resulta llamativo su cuadro de instrumentos.

En función del modo de conducción aparece un cuadro u otro. Si lo hacemos en el modo Eco, el más favorable al consumo reducido y al uso de la electricidad como combustible, el cuadro se “viste” en azul y el cuentavueltas se transforma en un reloj que mide el funcionamiento de carga o de uso de la batería. Por el contrario, cuando utilizamos el modo Sport, ese tono azul suave se transforma en un rojo más pasional que nos advierte y recuerda que estamos haciendo una conducción más deportiva.

Se me olvidaba, el Lexus GS450 H permite conducir en cuatro modos de uso diferentes, el Eco, que como su nombre indica claramente es el más ecológico y se optimiza el menor consumo. Luego encontramos el modo normal que es el que habitualmente debe usar el conductor para hacer una conducción más racional, ahorrando cuando se puede y aprovechando las posibilidades de este vehículo.

Por encima encontramos los modos más deportivos, el Sport S y el Sport S+. Con el modo Sport S se incrementa la capacidad de respuesta del grupo motriz y se aplica una nueva ley de cambio que aguanta más las marchas y por último el Sport + que es la posición en la que su conductor advierte que busca el máximo de deportividad del vehículo.

Después de hacer más de mil kilómetros con este coche durante nuestra prueba, sin duda lo que más transmite este modelo a su conductor es la sensación de calma interior. Con unos materiales de primera calidad, un equipo de sonido de primera categoría firmado por Mark Levinson y un equipamiento de confort y de seguridad del máximo nivel, unos asientos muy confortables, el conductor y los ocupantes de este Lexus GS450H podrán hacer un viaje en primera clase.

Podrán circular con un potente vehículo de gasolina, con una potencia combinada de hasta 345 caballos con la suavidad que proporciona un propulsor V6 de gasolina, pero que al mismo tiempo permite un comportamiento ciudadano compatible con un estilo de vida más ecológico y con el compromiso por el medioambiente.

El Lexus GS450H es un vehículo muy confortable, sin duda la premisa básica en un vehículo del segmento Premium y muy exclusivo como este modelo de Lexus. Pero igualmente proporciona una estabilidad de primer nivel. Su conductor puede circular rápido sin que las reacciones del vehículo pongan en aprietos su seguridad. Y ofrece todo tipo de ayudas para que su conductor nunca se encuentre en una situación comprometida por rápido que pueda circular.

Es un coche genial, divertido de conducir pero al mismo tiempo bastante ecológico. En cuanto a su precio, es donde encontramos su principal fallo, si que ese puede llamar así. La versión de acceso es el “drive” cuyo precio es de 69.000 euros. Por encima encontramos la versión Hybrid Drive Plus que sube hasta los 83.400 euros, mientras que la más completa, la F-Sport, ve su precio aumentar hasta los 86.000 euros.