Un placer de cinco estrellas

Tras el lanzamiento del nuevo Porsche 911 a finales del pasado año, ahora se completa la gama con la llegada de las versiones Cabrio, igualmente disponibles con 350 y 400 caballos. Modelos que tienen un precio de 113.332 euros en el caso del 911 Cabrio más pequeño, mientras que el grande sube hasta 129.395 euros. Los técnicos de la marca alemana ya trabajan en el Turbo Cabrio.

El nuevo Porsche 911 sigue desembarcando en el mercado. Primero fueron las versiones Carrera y Carrera S de la versión coupé y ahora le llega el turno a la variante Cabrio sin la que el concepto 911 no estaría completo. Sin embargo, de momento continua el solapamiento entre las versiones del nuevo 911 (de código 991) y las de la anterior generación (el 997).

Ahora hemos tenido la oportunidad de conducir por carreteras portuguesas el 911 Cabrio y, como ya nos ocurrió al sentarnos al volante de los nuevos 911 de carrocería cerrada, el resultado logrado por los técnicos de la marca de Stuttgart ha sido excelente.

El nuevo 911 Cabrio está disponible con dos motorizaciones, la variante de 350 caballos y por encima la versión “S” cuya potencia crece hasta los 400 caballos. Igualmente el vehículo ofrece dos alternativas de cambio de marchas, manual de siete marchas que es de serie en toda la gama, mientras que como opción se ofrece el espectacular cambio PDK de doble embrague, igualmente con siete marchas.

Un detalle importante, el 911 Cabrio supone un sobreprecio de unos 14.000 euros con respecto a la versión cerrada a igualdad de motor. Y otro dato aún más interesante, el precio del 911 Carrera S de 400 CV es el mismo que el del 911 Cabrio de 350 CV. Es decir, que se puede optar a igualdad de precio por el Porsche cerrado de 400 caballos o por el Cabrio de 350 CV. Elegir entre más potencia o el placer de un coche descapotable.

Las previsiones de la filial española son modestas por la difícil situación del mercado del automóvil. Se habla de unas cifras de 260 unidades del 911 durante el año 2012 de las que entre un 25 y un 30% corresponderán a la variante Cabrio. Y en cuanto a las versiones con cambio PDK, un dato interesante. Cerca del 92% de las unidades del 911 vendidas en España incorporan el cambio de doble embrague pese a que se trata de una opción.

El nuevo 911 tiene una capota que ha sido completamente rediseñada. Eso sí se mantiene su terminación en lona. Pero tiene muchos cambios. Ahora las piezas del interior, las cuatro planchas que son las que permiten que se forme el techo, son de magnesio, para reducir el peso, mientras que los brazos son de aluminio.

La forma de la capota es también muy diferente con respecto a su antecesor. Efectivamente, en una vista lateral el anterior 911 Cabrio con el techo cerrado tenía una forma demasiado redondeada por detrás. Vamos que no marcaba una línea recta desde el parabrisas delantero hasta la cola y el portón del motor. Esa forma redondeada se ha reducido drásticamente y ahora su forma es casi idéntica a la de la versión coupé.

En nuestra toma de contacto con el 911 Cabrio solo hemos podido conducir el Cabrio S con 400 caballos, asociado con el cambio PDK, que sin duda es la alternativa perfecta. El motor es realmente inagotable. Este motor de seis cilindros opuestos sube de vueltas con contundencia en todo el abanico de utilización, pero por encima de las 3.000 es realmente imparable.

Y el cambio funciona a la perfección. Yo creo que, con la única excepción del que emplea el Ferrari 458 Spider, es el mejor cambio que he utilizado. Su conducción es muy fácil porque no es necesario poner la palanca en el modo manual, sino que simplemente con el modo automático la más mínima solicitación sobre el acelerador nos proporcionará una salida fulgurante sea cual sea la circunstancia. Y cuando se hace necesario, un toque sobre uno de los botones del volante nos permitirá hacer un cambio inmediato.  

Eso sí, lo que no me convence mucho es el manejo de las levas en el volante. Hace unas semanas, conduciendo el Ferrari 458 Spider, pude utilizar unas levas perfectas, muy grandes y fijas en la columna de la dirección, que hacían casi imposible cometer un error con el cambio. Pero no hay que ir tan lejos y hablar de Ferrari. Las levas que emplea el nuevo Porsche Boxster son casi igual de buenas que las del Ferrari, aunque en este caso son solidarias con el movimiento del volante. Sin embargo, las del 911 no me convencen tanto.

Se trata de dos botones puestos en la parte superior del brazo central del volante, muy cerca del aro del propio volante. Si ese botón lo presionamos hacia abajo, hacia los pies para entendernos, pondremos marcha y si apretamos de dentro hacia fuera quitaremos marcha. Es el mismo botón en ambos lados del volante y se puede usar indistintamente uno u otro.

No les voy a decir que funciona mal, porque no sería cierto, pero dentro del nivel casi perfecto de todos los elementos mecánicos del nuevo 911, este me parece un detalle algo menos positivo.

El cambio PDK, con esta pequeña salvedad, es perfecto y habiendo la opción de este cambio de doble embrague y siete marchas, creo que no merece la pena adquirir una variante manual. Sobre todo porque en el caso del Carrera Cabrio, su precio con cambio manual es de 113.332 euros y de 112.832 euros con el cambio PDK incluido como opción. La razón es que con este cambio consume menos y por el nivel de emisiones se reduce el tipo impositivo.  

El Porsche 911 Cabrio tiene dos modos de conducción, el Normal y el Sport. A ellos se suma un tercer modo, el Sport Plus, aún más deportivo, cuando el vehículo está equipado con el paquete opcional Chrono Sport, que sí tenía nuestro vehículo de pruebas. Si los dos primeros modos son para un uso más normal, más o menos deportivo, en el caso del Sport plus es un modo para conductores con muy buenas manos. Con el modo Sport Plus también está disponible el launch control que permite una arrancada optimizada, casi de competición.

Al volante, el Porsche 911 Cabrio se presenta como un vehículo perfecto. Es muy fácil de conducir cuando se quiere ir más o menos normal. Es un coche cómodo para dos personas y muy rápido, pero sin complicaciones para su conductor.

Gracias a una mayor distancia entre ejes que la del modelo precedente, a una vía delantera más ancha y a la nueva dirección asistida electromecánica, los nuevos Cabrio ofrecen un comportamiento deportivo superior, así como una mayor agilidad y precisión de manejo. Es más reactivo en zonas viradas, pero igualmente, y gracias a sus mayores dimensiones exteriores, ofrece  un mejor comportamiento y una mayor sensación de aplomo en buenas carreteras.  

Es también un coche con el que poder disfrutar de un viaje, con el techo abierto y viendo el paisaje, pero al mismo tiempo sin renunciar a unas prestaciones propias de uno de los mejores deportivos del mercado. Ya saben, el nuevo Porsche 911 ofrece por el mismo precio dos alternativas muy distintas. O bien un Porsche 911 Carrera S con el motor de 400 caballos, o una alternativa menos potente, 350 caballos, pero con el encanto de llevar un descapotable. Lo malo es que cualquiera de esas alternativas cuesta 113.000 euros, y con lo que está cayendo, quizá no sea el momento más adecuado para ello.

Lo mejor de este coche es que permite una conducción normal, a diario, para desplazarse al trabajo, pero de la misma forma hace posible una conducción muy rápida, de un auténtico deportivo, sin unas exigencias excesivas para su conductor. Salvo que queramos rodar al límite, pero eso ya es difícil en un vehículo como este, un deportivo de pura raza.

La conducción con el techo abierto es genial. El accionamiento de la capota es muy rápido y se puede hacer hasta a 50 km/h. Una vez que estamos rodando con el techo abierto, una interesante novedad es el nuevo deflector situado detrás de los asientos traseros. Este se acciona mediante un botón situado en la parte inferior de la consola central.

Con este sistema puesto, se puede rodar perfectamente a 140/150 km/h sin problemas incluso manteniendo una conversación entre conductor y acompañante, y eso es algo muy de agradecer en un coche pensado para disfrutar en todos los sentidos como es este Porsche 911 Cabrio.