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Del depósito del coche a Rusia... Los cinco efectos de la caída del precio del crudo
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Del depósito del coche a Rusia... Los cinco efectos de la caída del precio del crudo

Las consecuencias de la espiral bajista del barril de petróleo marca desde las estrategias geopolíticas más sofisticadas hasta el precio de la bombona de butano

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Las consecuencias de la espiral bajista en la que ha entrado el petróleo desde el mes de junio del año pasado, con una caída superior al 50% de los precios, van más allá de las grandes cifras macroeconómicas. Y es que la importancia del oro negro en el orden económico mundial hace que la fluctuación del barril marque desde las estrategias geopolíticas más sofisticadas entre las grandes potencias, hasta el precio de la bombona de butano que calienta la vivienda más humilde del último pueblo de España.

Por eso el precio del Brent, de referencia en Europa, va a ser el protagonista absoluto en 2015. No en vano, un barril entre los 50 y los 60 dólares -el viernes cerró en los 50dólares, aunque llegó a caer hasta los 48,9- no deja indiferente a nadie. Desde los consumidores, que son los grandes beneficiados de la fuerte reducción de la factura energética -el ahorro total de las familias y empresas españolas por la caída del coste energético puede alcanzar los 10.000 millones de euros- hasta los países que se están desangrando por el desplome de su principal fuente de ingresos. De esta manera, partiendo del ámbito más microeconómico, estas son las principales consecuencias de la caída de los precios del crudo:

El efecto más visible y directo en este sentido se refleja en los precios del combustible. Tal es así que desde hace un mes,casi de un día para otro, el cartel que preside las estaciones de servicio españolas cambia, en tanto que la gasolina acumula ya seis semanas consecutivas de caídas.

Concretamente, el litro de gasolina sin plomo 95 -sin tener en cuenta los impuestos- se ha reducido un 17% desde junio, hasta los 1,151 euros, lo que supone que llenar un depósito de 55 litros cuesta 63,30 euros, 14 euros menos que hace un año. En cuanto al Diesel, el precio del litro ha caído hasta los 1,102 euros, con lo que el depósito sale por unos 60,61 de media, según los datos del Boletín de Petróleo de la Unión Europea a cierre de 2014.

Por otro lado, la Tarifa de Último Recurso (TUR) media de gas natural ha registrado desde el 1 de enero de 2015 un descenso del 3,3% según las referencias del Ministerio de Industria Energía y turismo. Uno de los motivos de esta reducción afecta al tramo que supone el coste de la propia materia prima, cuyo precio ha experimentado una caída del 8% en los últimos seis meses al calor del retroceso de los precios del petróleo.

Sin embargo, esta bajada no se ha trasladado a otros derivados del crudo como es el butano y el propano. Así, el precio de la bombona naranjapermanecerá congelado en los 17,5 euros, al menos, en el primer trimestre del año, niveles en los que se encuentra desde 2013. Una de las justificaciones de esta circunstancia reside en el hecho de la fuerte subvención que tiene de la bombona, dada la gran sensibilidad social ante el precio. “Se está compensando ahora el hecho de que en los momento de subida del petróleo no se subió el precio de la bombona de butano”, explican fuentes del mercado.

Aunque uno de los sectores más beneficiados de la caída de los precios del carburante es el transporte público, la bajada de la gasolina no se va a repercutir en las tarifas de las principales ciudades de España. En términos generales, el precio de los billetes de autobuses urbanos e interurbanos, así como de metro y tranvías, se va a mantener en 2015.

Lo que si bajará en varias urbes es el precio de la bajada de bandera del taxi. Por ejemplo, en Sevilla será entre 1 y 2 céntimos menor, así como cada kilómetro recorrido, que se abarata en un céntimo. Lo mismo ocurre en Madrid, donde las nuevas tarifas que entraron en vigor el 15 de diciembre suponen un descenso de hasta 15 céntimos por kilómetro.

En cuanto a las aerolíneas, la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) estima que el menor precio del petróleo, unidoal crecimiento económico mundial,va a incrementaren 25.000 millones de dólares -20.205 millones de euros, los ingresos de las compañías en 2015. Esto se va a traducir en un abaratamiento del billete de 7,08 dólares de media, que se suma al descenso de 6,02 dólares experimentado ya en 2014.

La caída del barril también va incidir en la cartera de los inversores más allá del mercado de petróleo. Y es que el abaratamiento de esta materia prima afecta directamente a la cuenta de resultados de las compañías del sector y, por extensión, a su cotización en bolsa. Así, jugar bien las cartas con las acciones de las grandes petroleras, las llamadas big oil (BG, BP, ConocoPhillips, Chevron, Eni, Galp, OMV, Shell, Repsol, Statoil, Total y ExxonMobil) puede marcar la diferencia entre ganancias o pérdidas.

Pero el descensodel oro negro va más allá de un mero desequilibrio entre oferta –donde existe un problema de sobreproducción por las nuevas técnicas de extracción, principalmente en Estados Unidos, y la negativa de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de rebajar el bombeo- y demanda –por la debilidad de la economía mundial, principalmente de países emergentes como China, que es el mayor importador de crudo- .

Así, el país que más afectado se está viendo por el desplome de los precios es Rusia. Cada caída del barril en el mercado de futuros se traduce en una nueva sacudida para su divisa, el rublo, su bolsa y su deuda. El país se encuentra a las puertas de unarecesión. El futuro de su economía depende, en buena parte, delo aumento de losprecios del petróleoy no parece que, de momento, la tendencia bajista del crudo se vaya a revertir.

Los analistas coinciden en que el precio del crudo se va a mantener estable entorno a los 70 dólares por barril, sino más bajo, algo que no puede permitirse Rusia por mucho más tiempo teniendo en cuenta que la mayoría de sus ingresos proceden de sus exportaciones energéticas. Y la teoría en la que coincide la inmensa mayoría de los analistas es que el desplome del crudo responde a una estrategia orquestada por EEUU destinada a aislar y presionar al eterno enemigo. Y esta misma situación se puede aplicar a Venezuela.

Otra de las consecuencias de la caída de los precios del petróleo es el parón de EEUU en su carrera para controlar el mercado mundial de crudo. La mayor economía del mundo se encuentra embarcada en una auténtica revolución energética. Los problemas con las fuentes de energía actuales llevaron a los principales países del globo a buscar una alternativa. Esto propició el descubrimiento en 2005 delshale gasy elshale oil–yacimientos que no se encuentran en las bolsas convencionales sino ‘enquistados’ dentro de bloques de rocas- y su explotación a partir de 2008 ha propiciadoque, por ejemplo,una quinta parte delgas naturalde EEUU tiene este origen yque la producción total de barriles de petróleo al día se encuentre en los niveles más altos de la historia.

Según un estudio de laAgencia Internacional de la Energía (AIE),Norteamérica aportará el 40% de los nuevos suministros energéticos,mientras la contribución de la OPEP se hundirá al 30%. De acuerdo con la AIE, la producción de petróleo y gas de esquisto en EEUU se disparará en los próximos 20 años y, para 2035, la agencia espera que el 25% del crudo y el 50% del gas del país procedan únicamente de estos yacimientos ‘enquistados’ en la roca.

Sin embargo, el elevado coste que supone la extracción por fracking hace que un barril por debajo de los 80 dólares no sea rentable para las compañías y más abajo, insostenible. Por eso hay una sección del mercado que defiende que la postura de la OPEP de no recortar la producción responde al interés por evitar perder la hegemonía del mercado en favor de EEUU.

Las consecuencias de la espiral bajista en la que ha entrado el petróleo desde el mes de junio del año pasado, con una caída superior al 50% de los precios, van más allá de las grandes cifras macroeconómicas. Y es que la importancia del oro negro en el orden económico mundial hace que la fluctuación del barril marque desde las estrategias geopolíticas más sofisticadas entre las grandes potencias, hasta el precio de la bombona de butano que calienta la vivienda más humilde del último pueblo de España.

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