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Deutsche Bank intenta achicar agua ante el fantasma de un rescate del Estado alemán
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LAs autoridades del banco y del país lo niegan

Deutsche Bank intenta achicar agua ante el fantasma de un rescate del Estado alemán

Después de que un medio afirmara que Alemania preparaba un rescate para la entidad, un segundo medio, 'Die ZeIt', vuelve a insistir con la misma idea

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El caso de Deutsche Bank ya se puede calificar de tormenta perfecta. Cotizando en mínimos históricos y con una multa millonaria a la que hacer frente, el banco más grande de Alemania se enfrenta a una de los momentos más complejos de su historia. Y la palabra 'rescate' no deja de resonar, a pesar de que tanto Deutsche como el Gobierno alemán se afanan en negar este supuesto.

Ya no sólo es la publicación Focus la que afirma que se está preparando el rescate. El último en nombrarlo ha sido el diario alemán 'Die Zelt', que aseguraba hace tan solo unas horas que el Ejecutivo de Angela Merkel estaría elaborando un plan de rescate para la entidad. Según la publicación, este plan de contingencia estaría siendo supervisado por autoridades alemanas y supervisores comunitarios. Así, en el caso de producirse, el gobierno alemán estaría barajando la adquisición de una participación del 25% del capital de Deutsche Bank.

"El proyecto es alto secreto ya que sólo media docena de funcionarios en Berlín, Fráncfort y Bruselas conocen el asunto. Se están preparando para una eventualidad que podría agitar el país y que hace tan solo unas semanas era impensable", añadía el diario alemán.

"El proyecto es alto secreto ya que sólo media docena de funcionarios en Berlín, Fráncfort y Bruselas conocen el asunto" sostiene el diario alemán

No obstante, esta información era desmentida inmediatamente por el Ministerio de Finanzas: "Esa información es falsa. El Gobierno alemán no prepara plan de salvación alguno", indicaba el portavoz del ministerio de Finanzas, Martin Jäger, al tiempo que añadía que desde la entidad no iban "a entrar en este tipo de especulaciones ni a comentar escenarios hipotéticos". Desde el Bundeskabinett, Merkel eludía comentar esta posibilidad con un vago "deseamos que todas las empresas tengan una buena evolución".

El desmentido también llegaba desde la entidad. El CEO de Deutsche negaba tajantemente cualquier rescate y añadía que "en ningún momento" había pedido ayuda a Merkel o al gobierno alemán para iniciar el proceso ya que "aumentar el capital no es un problema" porque la situación del banco es mucho mejor de lo que se piensa.

No obstante, hace tan solo dos días, el banco de inversión se hundía en mínimos históricos, hasta los 10,55 euros, después de registrar caídas superiores al 7%, acumulando así una depreciación de su valor de más del 53% en lo que llevamos de 2016. En estos momentos, la capitalización bursátil de la compañía es de menos de 15.000 millones de euros, lo que le acerca peligrosamente a valer menos de la última multa a la que se enfrenta.

Y es que uno de los principales problemas a los que se enfrenta Deutsche Bank, y que han provocado esta desplome en bolsa, son las multas y, en concreto, la última sanción que llega desde Estados Unidos, que se cifra en 14.000 millones de euros y que viene motivada por su papel en las hipotecas 'subprime', que derivaron en la crisis financiera de 2008.

Esta sanción aún no es en firme y, a pesar de que ha generado "mucha preocupación", desde DT Bank tienen claro que "no pagaremos esa suma"; todo esto después de conocerse que círculos cercanos a la entidad insinuaban que el banco podría estar pagando los platos rotos por la multa impuesta días por la Comisión Europea a Apple.

En medio de toda esta vorágine, Deutsche Bank cerraba un acuerdo para vender Abbey Life, su negocio británico de seguros, a Phoenix Life Holdings por más de 1.000 millones de euros. A pesar de que esta operación tendrá un impacto positivo en el capital de la entidad que mejorará su capital básico CET1, también generará unas pérdidas previstas antes de impuestos de 800 millones de euros, como resultado de un deterioro en el fondo de comercio y de los activos intangibles, lo que no sirve como alivio.

En el hipotético caso de que se produjera, este rescate serviría para aliviar los problemas de solvencia de Deutsche Bank derivados de estas sanciones y apagar los fuegos que apuntan a la mala salud de la compañía, como fue el último intorme del FDIC, que le calificó como el banco con más riesgo del mundo, debido a su ratio de apalancamiento.

El caso de Deutsche Bank ya se puede calificar de tormenta perfecta. Cotizando en mínimos históricos y con una multa millonaria a la que hacer frente, el banco más grande de Alemania se enfrenta a una de los momentos más complejos de su historia. Y la palabra 'rescate' no deja de resonar, a pesar de que tanto Deutsche como el Gobierno alemán se afanan en negar este supuesto.

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