Otra señal bajista: el volumen de negocio aumentó un 13% con el desplome trimestral

El Ibex se desplomó en el segundo trimestre un 11,23%, su mayor caída trimestral desde el segundo de 2012, cuando España tuvo que pedir el rescate financiero a Europa. Pero resulta que en esos tres meses el volumen de negocio creció un 13% en el mercado español frente al mismo trimestre de 2014 hasta alcanzar 221.957 millones de euros; de hecho, ha sido el tercer trimestre (habitualmente el más flojo del año por las vacaciones de verano) con mayor volumen desde 2011, cuando las bolsas sufrieron también un duro castigo.

Según informó ayer BME, la empresa gestora de los mercados españoles, la contratación sólo el mes pasado fue de 62.859 millones, lo que le convierte en el mejor septiembre desde 2009. En el acumulado de 2015, se han negociado 744.537 millones de euros, un 21,4% más que en los nueve primeros meses de 2014, con lo que nuestro mercado va camino de superar este año el billón de euros.

Con estas cifras en la mano, se desmonta la tesis de muchos gestores 'siemprealcistas' que achacan las fuertes caídas del trimestre -verdaderamente sangrantes en los sectores de materias primas, construcción y banca- a la escasez de volumen de negocio en los meses veraniegos, que exagera los movimientos del mercado e incrementa la volatilidad. Como hemos visto, es todo lo contrario: el volumen de negocio ha sido muy superior al de los últimos años.

Tras la pérdida de los 9.500 puntos, el Ibex ha caído dos veces a los mínimos de diciembre de 2013, 9.232 puntos, donde ha frenado su descenso

Una segunda lectura más preocupante es que los movimientos bursátiles son mucho más creíbles si van acompañados del volumen de negocio, tanto al alza como a la baja. Esto se debe a que, cuando hay volumen, es más difícil que unos pocos manipulen el mercado: si éste sube -o baja- es porque una mayoría de inversores cree que el mercado debe ir en esa dirección y compra -o vende- masivamente. Además, en verano los particulares suelen estar poco activos, por lo que esta fuerte caída que no se veía desde hace más de tres años tiene detrás a muchas 'manos fuertes' del mercado.

Hay motivos para seguir bajando

Eso significa que el dinero inteligente (el 'smart money' como dicen los anglosajones) cree que hay argumentos que justifican esta bajada: como saben, los más citados son la ralentización en China con su devastador impacto en los países emergentes productores de materias primas -China es el mayor consumidor del mundo-, con expectativas de inicio de las subidas de tipos en EEUU -aunque de momento se han aplazado- y pobres perspectivas para los resultados empresariales con una bolsa sobrevalorada. A lo que hay que sumar factores empresariales -la crisis de Volkswagen- y políticos -la incertidumbre electoral en nuestro país-.

¿Significa esto que aún queda recorrido a la baja? Desde luego, es otro elemento que apunta en esa dirección, al igual que algunas formaciones técnicas (el 'cruce de la muerte' que presentan el Ibex y todos los índices norteamericanos), la sucesión de máximos y mínimos decrecientes o la incapacidad para aguantar los rebotes hasta el cierre, como ocurrió ayer. Ahora bien, ningún indicador es infalible. Eso sí, tras la pérdida de los 9.500 puntos, el Ibex ha caído dos veces a los mínimos de diciembre de 2013, 9.232 puntos, donde ha frenado su descenso. Este nivel se convierte así en crítico, ya que por debajo no hay soportes relevantes hasta 8.290 puntos.