La bolsa, en el momento decisivo: si pierde el 9.500, puede ser la catástrofe

Los 9.500 puntos del Ibex 35 están marcados en rojo en los charts de los analistas técnicos y de los gestores que sitúan stop-loss para limitar las pérdidas de sus carteras. Y hay razones para ello: es donde se frenó la caída el famoso lunes negro (el 24 de agosto) y es aproximadamente donde el índice rebotó en diciembre del año pasado y enero del actual. Por tanto, se trata de un soporte muy sólido y, por eso mismo, su pérdida sería muy dolorosa porque puede abrir la puerta a caídas mucho mayores (de más de mil puntos) y, lo que es peor, al fin de la tendencia alcista de medio plazo en el índice.

Los 9.500 aparecieron como objetivo de caída cuando el Ibex perforó su importante soporte de 10.650 puntos (que había resistido a las elecciones autonómicas) a principios de julio en medio de la tormenta del referéndum griego. Con aquella ruptura a la baja quedaba anulada la tendencia alcista de corto plazo y daba paso a una bajista que ha llegado al nivel crítico las dos veces citadas (el lunes negro y ayer). El famoso 'cruce de la muerte' del que alertó Cotizalia avisaba de que íbamos a recaer tras el intento de recuperación de las últimas semanas.

De todas formas, aún quedaría un pequeño margen de seguridad por debajo de esta cota: el 16 de octubre, el índice español hizo un mínimo de 9.370,5 puntos, y en diciembre de 2013 llegó a 9.232. Y por debajo, el abismo. Porque... ¿qué pasaría si se pierden los sorportes? Pues que no hay ningún nivel relevante de soporte hasta los 8.290 puntos donde rebotó el 30 de agosto de 2013, es decir, más de mil puntos por debajo de los niveles actuales. Además, quedaría cancelada la tendencia alcista de medio plazo, lo que significa que las caídas podrían ser incluso mayores.

La gran pregunta ahora es si con la caída hasta 9.500 es suficiente para que el mercado corrija toda la subida anterior, de forma que formará un suelo y retomará las alzas a partir de ahora. O si esta vez cederá el soporte (cuanto más se prueba, más vulnerable es) y se abrirán las puertas del infierno. La pregunta es muy complicada de resolver y ningún analista se atreve a anticiparse. Es lo que tienen los momentos críticos de mercado: es muy difícil acertar a priori cuál será su resolución.

El escenario fundamental, cada vez más oscuro

Lo cual aconseja extremar la prudencia. Por eso, muchos analistas técnicos lo que han hecho es reducir su exposición al mercado (como Carlos Doblado en Cotializa) a medida que su aspecto se deterioraba y aconsejan salirse por completo si se pierde esta zona (con el filtro citado de los 9.300-9.200). No obstante, otros expertos -los mismos que decían el lunes negro que el mercado estaba actuando de forma irracional y quue las caídas eran una oportunidad de compra- insisten en que estamos ante una gran ocasión de entrar en niveles de soporte. Lo más curioso es que lo recomiendan para inversores de medio-largo plazo, cuando el riesgo es enorme y parece una operativa adecuada únicamente para los inversores más arriesgados que utilicen stop-loss muy ceñidos.

El riesgo de entrar en este momento se entiende muy bien si miramos el escenario fundamental, porque los factores que nos han llevado hasta aquí no han mejorado sino todo lo contrario: la crisis emergente tiene pinta de ser mucho más grave de lo que se temía, según algunos expertos; la decisión de no subir tipos de la Fed ha abierto un mar de dudas en el mercado y, en todo caso, no va a aplazar la subida sine die ni a iniciar un QE4, que es lo que querría el mercado; las bolsas han reducido su sobrevaloración pero siguen lejos de estar baratas; y se mantienen grandes incertidumbres políticas, en las que España se lleva la palma con la amenaza soberanista en Cataluña y la de un Gobierno con apoyo de Podemos en las elecciones generales.