El Ibex cierra su peor trimestre desde el rescate financiero de España en 2012

Los desplomes de agosto y la recaída de septiembre han determinado el peor trimestre en las bolsas mundiales desde 2011, aunque en el caso del Ibex hay un precedente peor: el segundo trimestre de 2012, cuando se nacionalizó Bankia y España tuvo que pedir el rescate europeo para salvar las cajas de ahorros quebradas, lo que disparó nuestra prima de riesgo por encima de 600 puntos básicos e hizo temer que nuestro país saliera del euro. En esos tres meses, el Ibex se desplomó el 11,31% frente al 11,23% que ha bajado en el tercer trimestre de 2015. En el conjunto de 2015, ha entrado en pérdidas del 7%.

Y la cosa podría haber sido peor sin el maquillaje de fin de trimestre (el conocido 'window dressing', compras con las que los gestores tratan de reducir las pérdidas de sus carteras en la foto de cierre) que hemos vivido este jueves en los principales mercados. Así, el Ibex 35 ha rebotado el 1,77% y ha reconquistado los 9.500 puntos -ha cerrado en 9.559,9-, pero sigue en zona de máximo peligro: si pierde los mínimos del jueves y del martes (y de diciembre de 2013), los 9.232 puntos, se abrirá la puerta a desplomes catastróficos.

En cuanto al resto de plazas europeas, las subidas han sido más abultadas hoy que las del selectivo patrio, si bien es verdad que en las últimas sesiones había ocurrido al contrario. Así, el Cac 40 ha subido hoy el 2,54% lo que deja el saldo trimestral en una caída del 7,02%. El Dax alemán termina con un alza del 2,19% un trimestre nefasto por el 'caso Volkswagen' en el que ha perdido el 11,76%. Y el Eurostoxx 50 también ha repuntado el 2,34% para reducir su pérdida trimestral al 9,44%.

Los principales factores que explican este derrumbe de las bolsas mundiales son la ralentización de China, que ha provocado un desplome de las materias primas y de las divisas de los países emergentes que las producen anticipando fuertes recesiones, el inminente inicio de las subidas de tipos de la Fed -aunque Janet Yellen prefirió dejar pasar la reunión de septiembre para tener una visión más clara de la crisis internacional- y el creciente pesimismo sobre los beneficios empresariales, sobre todo en EEUU. A esto se suma el escándalo de Volkswagen y la incertidumbre política en nuestro país, que persiste de cara a las elecciones generales pese a que ha pasado el riesgo independentista en Cataluña.

El parte de bajas del trimestre es desolador en el mercado español. Los sectores más castigados han sido el de materias primas -ArcelorMittal se ha desplomado un 46,8%, Acerinox el 35,68% y Repsol, el 33,9%-, el constructor (-40,56% para Sacyr o -27,58% para FCC) y el financiero: a pesar de la recuperación tras la salvación de los créditos fiscales por parte del Gobierno, Popular se ha dejado el 24,26%, Sabadell el 24,16% y Santander, el 23,66%.

Pero el desastre absoluto ha sido el de Abengoa, con un batacazo del 70,6%, y eso que al final ha logrado que los bancos salven la compañía a cambio de sacrificar a su presidente. En el lado positivo, el mejor ha sido IAG (+14,16%), seguido por Ferrovial, Endesa y Amadeus.

Precisamente, la relajación de las tensiones previas a las elecciones catalanas ha permitido que la rentabilidad del bono español a diez años baje hasta el 1,89% y sitúe la prima de riesgo en los 129 puntos básicos. El petróleo ha caído este trimestre hasta la zona de 48 dólares en Londres y el euro llegó a 1,15 dólares en agosto pero ha recaído a niveles de 1,11.