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Hay apetito por el riesgo, España está fuera del foco... ¿por qué no baja la prima?
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EL BONO ESPAÑOL, EN CUARENTENA HASTA EL DÉFICIT

Hay apetito por el riesgo, España está fuera del foco... ¿por qué no baja la prima?

Que algo está cambiando en los mercados no es ninguna novedad. Alemania esta misma semana no sólo ha vuelto a pagar por su deuda a corto

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Hay apetito por el riesgo, España está fuera del foco... ¿por qué no baja la prima?

Que algo está cambiando en los mercados no es ninguna novedad. Alemania esta misma semana no sólo ha vuelto a pagar por su deuda a corto plazo, sino que en la subasta de bonos a 30 años del miércoles no logró colocar los 2.000 millones que esperaba por la baja demanda y eso a pesar del aumento de la rentabilidad. El bund subía a niveles del pasado mes de abril, por encima del 1,7%.

"El mercado empieza a apreciar el riesgo y nadie está dispuesto ya a pagar tipos cero porque le custodien el dinero", explica Félix López, socio-director de Atlas Capital a Cotizalia. "Se están cerrando posiciones en los core, Francia, Holanda, Alemania... y apostando por periféricos y high yield". De hecho, la gestora tiene prevista una rentabilidad del bund del 2% para este año y del 4% para España.

Sin embargo, la prima de riesgo española permanece anclada en el entorno de los 350 puntos básicos y el bono a diez años se resiste a bajar del 5,1%. Si es verdad que con el cambio de referencia la semana pasada, del 2022 al 2023 ha subido a 20 puntos básicos, pero aún así, el diferencial se seguirá manteniendo elevado. De hecho, ayer el bono español cerró con un repunte del interés hasta el 5,233%.

Una situación, además, que no se correspondería con la rotación que se está produciendo hacia el riesgo. De hecho, mientras que países como Italia, Portugal, o incluso Grecia, se están beneficiando de esta circunstancia, España ha ampliado de nuevo a 100 puntos básicos la brecha con la deuda transalpina, por ejemplo, y eso que Italia tiene el fantasma de unas elecciones a finales de febrero que pueden dar como resultado un Parlamento dividido o, incluso peor, una victoria del centro derecha de Silvio Berlusconi.

"350 puntos básicos es excesivo, lo lógico sería irnos debajo de 300 puntos básicos y que en algún momento se descarte que España tiene que reestructurar su deuda", afirma Nicolás López, director de análisis de MG Valores. "Mientras los inversores no vean que la crisis remite se mantendrán escépticos y pueden estar esperando al dato de déficit y que, aunque nos desviemos más o menos, se den cuenta de que la cosa está controlada".

Así, a primeros de marzo España dará a conocer su dato de déficit y el mercado ya tiene más que descontado que no cumplirá con el objetivo del 6,3% del PIB fijado por Bruselas. De hecho, el consenso sitúa el dato en el entorno del 7%, algo que no tiene por qué ser negativo para los mercados, partiendo de la base de que el propio comisario europeo de asuntos económicos, Olli Rehn, ha quitado importancia a un desvío así.

No obstante, dado que el mercado se mueve por expectativas, una cifra por debajo puede provocar la reactivación del rally para el bono español y viceversa, un déficit del 7,5% puede provocar ventas importantes. 

Y a este compás de espera no acompañan otras circunstancias concurrentes, como el exceso de papel que se está colocando en el mercado. Y es que, para Alberto Matellán, director de estrategia y análisis de Inverseguros, en la deuda española "se está produciendo un fenómeno curioso: se queda en medio".

Según el experto, cuando hay mucho miedo los inversores se refugian en Alemania, aunque no ganen nada. Pero si se pasa el miedo y se produce un periodo de euforia como el actual, se van a buscar rentabilidades en deuda corporativa, de Grecia o de Portugal. "En este contexto, la deuda soberana española no es ni una cosa ni la otra, así que se queda en tierra de nadie".

Que algo está cambiando en los mercados no es ninguna novedad. Alemania esta misma semana no sólo ha vuelto a pagar por su deuda a corto plazo, sino que en la subasta de bonos a 30 años del miércoles no logró colocar los 2.000 millones que esperaba por la baja demanda y eso a pesar del aumento de la rentabilidad. El bund subía a niveles del pasado mes de abril, por encima del 1,7%.