“Estos presupuestos son monstruosamente negativos para los beneficios de las empresas"

Las miradas del mundo entero están puestas en España. Cualquier información relacionada con nuestro país se convierte en portada de los principales medios de comunicación internacionales, tema de análisis por parte de las mayores firmas y motivo de debate de los círculos políticos y económicos de primer nivel. Rescate sí o no, Presupuestos Generales, conflictos sociales, ruptura del euro, prima de riesgo… y así un largo etcétera de cuestiones que preocupan, y mucho, a propios y extraños.

Por ese motivo, las opiniones de los participantes de la II ROUNDTABLE de Cotizalia y M&G  Investments cobran aún más relevancia. Reconocidos profesionales del mundo del análisis macro, inversión colectiva, banca privada, hedge funds o análisis técnico desgranan los retos a los que se enfrentan España y los mercados. 

“Su objetivo no debía haber sido otro que intentar recuperar la confianza”, asegura Manuel Balmaseda, economista jefe de Cemex. “Los números siempre cuadran, porque el papel lo aguanta todo, pero la realidad no”. Y es que los expertos coinciden en que las cuentas presentadas no son realistas teniendo en cuenta que se ha planteado un escenario económico para el año que viene muy alejado de las previsiones del mercado. “Cuando intentas mandar un mensaje de que estás preparado para lo peor, no es coherente presentar un crecimiento del -0,5%”.

“Estos presupuestos son monstruosamente negativos para los beneficios de las empresas. Los fundamentales sí que importan”, defiende Daniel Lacalle, gestor del hedge fund Ecofin. “Ya hay brokers que han estimado un impacto de entre el 5% y el 15% en algunos sectores. Son muy recaudatorios y confiscatorios y no se ha tenido en cuenta lo que importan los márgenes empresariales en un Ibex 35 en el que se encuentran las empresas que peores márgenes tienen de sus sectores. Y si todavía tuviese un impacto sobre la prima de riesgo…”

Así, los Presupuestos no parecen relevantes para el mercado, que ha mantenido el diferencial entre el bono y el bund en el mismo nivel en el que se encontraba hace una semana, por encima de los 440 puntos básicos. En este sentido, los expertos coinciden en que quién marca los tiempos es el Banco Central Europeo. “Draghi nos puso a los pies de los caballos y luego nos ha salvado de ahí… ahora la pelota está sobre nuestro tejado”, explica José Ramón Iturriaga, gestor  de Okawango Delta, uno de los fondos estrella de Abante Asesores.

Cuándo y cómo debería España pedir el rescate

Llegados a este punto, la cuestión sobre la mesa es si rescate sí, no, y cuándo, porque los Presupuestos tal y como están planteados dejan muchas dudas. Al menos así lo cree Enrique Roca, exdirector de la gestora de fondos de inversión de Bancaja. “La primera pregunta es sí vamos a pedir ayuda o no y, en segundo lugar, en qué términos porque, si el Estado es subsidiario de las comunidades autónomas, ayuntamientos, diputaciones, autopistas, clubes de fútbol, etc., si no los controlas haces un pan con unas tortas.”

En este sentido, Marc Garrigasait, gestor de la sicav Koala Capital entiende que “hay que engañar un poco. El Gobierno no puede enseñar todas las cartas si estás negociando un rescate, porque si las enseñas al mercado lo que vas a conseguir es que te pida más”.

Y es que todos coinciden en que los Presupuestos se han cocinado con la Comisión Europea y a España no le va a quedar otra que pedir la ayuda de Bruselas. No obstante, en este punto hay divergencias. Mientras que Balmaseda ve el rescate como “oportunidades” y es partidario de pedirlo cuanto antes, con la prima en lo más bajos porque “hay eventos que no controlas y en cinco meses puede que no sólo seas tú”, Lacalle defiende que “el debate es estéril, porque las opciones son Guatemala o Guatepeor”.

Así, entra en juego otra variable y es la reacción de las agencias de calificación a un rescate de España. Para Jaime Martínez, director de inversiones de Fonditel, “es crítico ver qué va a pasar con el rating de España. Si Standard & Poor´s lo baja o no lo baja cambia mucho la película. Ya no porque no sólo por la deuda soberana, sino porque se cierra la puerta a la deuda corporativa”. Quizá por ello se está retrasando esa solicitud formal de ayuda y es posible que se esté pactando no tener que llamarlo rescate. “Lo más inteligente es llegar a un acuerdo de dar cierta liquidez pero sin llamarlo rescate”.

Mientras tanto, para Ignacio Rodríguez Añino, director de ventas de M&G Investments, “en lo que estamos ahora es en ceder o no soberanía a Europa”. Además, el problema no es de un país en particular, sino de la propia estructura de una unión monetaria mal planteada desde el principio. “¿Cómo gana la periférica competitividad frente a Alemania? Alemania tiene que ceder parte de su competitividad. La solución fácil sería la ruptura del euro, pero si se quita esta incertidumbre, es positivo”.

Todo esto en un clima de creciente agitación social, que es otro factor a tener en cuenta en el maremágnum de frentes abiertos en esta crisis sin precedentes en Europa. “El problema es que llevamos tres años pidiendo prestado tiempo, pero eso es limitado. Puedes mantener la economía, pero los problemas sociales van a más”.

“Y ahí vamos a un riesgo de quiebra social”, afirma Yosi Truzman. “El ciclo ha cambiado, ya no somos ricos y hay una parte de la sociedad que no se adecúa, con lo que tenemos un gasto público desmedido”, explica Roca. “Ningún concejal renuncia a sus asesores, a su chofer, a su escolta... Eso cada vez quiebra más a la sociedad y entonces hay un problema de confianza. Si no confiamos en nuestros dirigentes, eso se va a notar en una contestación social mucho más grande. Estamos siguiendo los pasos de Grecia”.