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La ausencia de Carmena alimenta la 'revuelta' de Ahora Madrid en favor de Mato y Mayer
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LA ALCALDESA había DESAUTORIZado SU ACTUACIÓN

La ausencia de Carmena alimenta la 'revuelta' de Ahora Madrid en favor de Mato y Mayer

Si Carmena fue quien desautorizó a Sánchez Mato y a Mayer, apartándolos de Madrid Destino junto a la consejera delegada, ahora, ante el cierre de filas, la desautorizada es la alcaldesa

Foto: Rita Maestre, junto a los delegados Carlos Sánchez Mato y Celia Mayer, y otros seis ediles de Ahora Madrid, durante la rueda de prensa ofrecida ayer. (EFE)
Rita Maestre, junto a los delegados Carlos Sánchez Mato y Celia Mayer, y otros seis ediles de Ahora Madrid, durante la rueda de prensa ofrecida ayer. (EFE)

La peor de las adversidades por la que atraviesa Ahora Madrid en sus dos años al frente del Ayuntamiento de Madrid, la imputación de dos ediles por su actuación en la denuncia del caso Open de Tenis, ha generado un inesperado cierre de filas en el equipo municipal. Un Gobierno marcado en las últimas semanas por las tensiones internas que se habían originado, precisamente, por el modo en que se llevó a cabo la querella y la posterior desautorización, en público, de la alcaldesa a los firmantes del texto que acabó en la Fiscalía Anticorrupción, los concejales Carlos Sánchez Mato, Celia Mayer y la alto cargo Ana Varela. A todos ellos los cesó de la cúpula de la empresa municipal Madrid Destino por lo que la exjueza calificó como "un error".

Las represalias continuaron la pasada semana despidiendo al resto de directores de departamento que no habían seguido las instrucciones del coordinador de la alcaldía, Luis Cueto, para dar carpetazo a las investigaciones. Este martes, sin embargo, tras conocerse la citación del Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid al admitir a trámite una denuncia del PP, no solo se han olvidado las diferencias entre 'carmenistas' y 'díscolos', sino que la portavoz municipal trató de disipar cualquier tipo de duda sobre la división interna calificando el proceder de sus compañeros como "perfectamente legal y legítimo".

La reacción ha seguido la máxima quincemayista, el movimiento que los impulsó al asalto institucional, del "nos tocan a una, nos tocan a todas". Eso sí, en la imagen de respaldo sacada en el Palacio de Cibeles, con el pie de foto de "no nos van a parar con sus amenazas", a modo de contraataque, faltaba la acaldesa Manuela Carmena, de viaje en Canadá para participar en el XII Congreso Mundial de Metrópolis. Su perfil, más judicial y gobernista que centrado en el conflicto, quincemayista, nunca hubiese encajado un paso al frente tan firme subestimando la decisión de un colega de profesión.

La crisis se presentó con Carmena a nueve horas en avión de la sala de máquinas y el respaldo a quienes ya estaban en la cuerda floja no se hizo esperar

Si Carmena fue quien desautorizó a Sánchez Mato y a Mayer, apartándolos de Madrid Destino junto a la consejera delegada de la empresa municipal, a quien cesó de forma fulminante tras presentarse la denuncia por supuestas irregularidades en el convenio con la empresa organizadora, que supondrían un sobrecoste millonario para las arcas públicas, ahora la desautorizada es la propia Carmena.

No son pocos quienes en el entorno de Ahora Madrid han respirado tranquilos, más allá de los ediles a quienes ya habían pedido sus cabezas desde PP y Ciudadanos, por la muestra de determinación en lo que consideran legítimo y, en palabras de Maestre, "imperativo moral", aun cayendo por ello en escándalos mediáticos. Y es que la mano derecha de Carmena, el coordinador de la alcaldía, Luis Cueto, justificaba el freno a la denuncia sobre los convenios del Open de Tenis porque "sabéis de sobra lo conflictivo de ese tema y lo que nos faltaba es que se provoque un escándalo más, ahora con el Open", como se documenta en un correo al que tuvo acceso este diario.

'Escándalos' como el caso Zapata, el pecado original en que Carmena acabó cediendo a las presiones de la oposición y entregó su cabeza, o 'escándalos' como el del caso titiriteros, que hubiese acabado con la dimisión de Mayer, por entonces edil de Cultura, si no hubiese sido, nuevamente, por el cierre de filas de una buena parte del Gobierno municipal que presionó a la alcaldesa, primero en privado y luego en público. La alcaldesa anunció tras la polémica que "depuraría responsabilidades", pero luego dio marcha atrás ante la declaración de guerra interna.

“Venimos comprobando cómo los ataques que desde las élites intentan desestabilizar a los ayuntamientos del cambio cuentan con todos los recursos mediáticos y judiciales disponibles. Frente a esos chantajes, ni un paso atrás", decían entonces. Este martes lo han vuelto a repetir, con otras palabras y ya no a través de un comunicado, sino en el Palacio de Cibeles y junto a los carmenistas. La propia portavoz municipal lo expresaba, con voz temblorosa y sin Carmena a su lado, así: "Cuando llegamos aquí, sabíamos que nos íbamos a encontrar con toda una maquinaria que utiliza jueces, medios de comunicación, amenazas, chantajes y presión para que no se hable de lo que ha sucedido en esta ciudad". Sí estaba presente la primera teniente de alcaldesa y principal colaboradora de Carmena, la edil Marta Higueras, pero quien manejó la reunión de crisis del Gobierno municipal antes de salir ante los medios no fue ella.

Carmena ya no podrá deshacer el paso al frente de su equipo, teniendo que cargar con el peso de dos imputados, al menos, hasta que acudan a declarar

Por último, fue Sánchez Mato quien se negó a seguir sus indicaciones, a través de Luis Cueto, mano del rey en el Palacio de Cibeles, para evitar “molestar a cierto tipo de gente”. Esta vez, la crisis se presentó con Carmena a más de nueve horas en avión de la sala de máquinas, y la reacción del Gobierno, cerrando filas con quienes ya estaban en la cuerda floja, no se hizo esperar. Sánchez Mato, con una hoja de servicios de la que Carmena presume en lo referente a la reducción de la deuda o al incremento del gasto social, seguirá adelante en el desempeño de sus funciones. Mayer, experta funambulista y que ostenta el récord de peticiones de dimisión por parte de la oposición tras recibir la gafada cartera de Cultura, que luego se le quitó pasada la resaca de su errada aplicación de la Ley de Memoria Histórica, también mantendrá sus responsabilidades.

El cese de Ana Varela, en cambio, ya no tiene marcha atrás. Por otra parte, era la máxima responsable de Madrid Destino y quien dio la orden de externalizar los informes a un despacho de abogados, por lo que será investigada por malversación junto a Sánchez Mato y Mayer. Ninguno de los dos concejales "tuvo participación en esa contratación, ni siquiera conocimiento", explicaban fuentes cercanas a la dirección de Madrid Destino por aquel entonces. Mayer, además, estaba de baja por maternidad, por lo que difícilmente pudo haber dado la orden de externalizar dichos informes, por valor de 50.000 euros, que previamente se habían negado a realizar los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Madrid por declararse no competentes, primero, y por no considerar suficientes indicios de delito en el convenio firmado en la era Gallardón entre la empresa municipal y la organizadora del torneo de tenis.

Ahora Madrid ha vuelto a rescatar una buena parte de las esencias de la plataforma municipalista que concurrió hace algo más de dos años a las elecciones municipales. Unida a la interna y con un mensaje más rupturista que posibilista. Carmena, ausente, no lo ha presenciado, y cuando vuelva ya no podrá dar marcha atrás al paso al frente de su equipo, teniendo que lidiar con la oposición y cargando, junto a la portavoz, con el peso muerto de dos imputados, al menos hasta que acudan a declarar. Munición para la oposición y, como diría Luis Cueto, "un escándalo más".

La peor de las adversidades por la que atraviesa Ahora Madrid en sus dos años al frente del Ayuntamiento de Madrid, la imputación de dos ediles por su actuación en la denuncia del caso Open de Tenis, ha generado un inesperado cierre de filas en el equipo municipal. Un Gobierno marcado en las últimas semanas por las tensiones internas que se habían originado, precisamente, por el modo en que se llevó a cabo la querella y la posterior desautorización, en público, de la alcaldesa a los firmantes del texto que acabó en la Fiscalía Anticorrupción, los concejales Carlos Sánchez Mato, Celia Mayer y la alto cargo Ana Varela. A todos ellos los cesó de la cúpula de la empresa municipal Madrid Destino por lo que la exjueza calificó como "un error".

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