Eduardo Navarro, el 'escalador' que disputa la compra de Tau Cerámica a Fernando Roig

Los planes del dueño de Pamesa, Fernando Roig, para hacerse con la unidad productiva de la histórica Tau Cerámica y consolidarse como el líder en España en ventas en su sector se han topado con un rival inesperado y más fuerte de lo previsto. El también presidente del Villarreal C.F. y tercer máximo accionista de Mercadona (que preside su hermano Juan) va a tener que elevar la puja para superar la oferta que ha realizado Sherpa Capital, el fondo especializado en tomar el control de empresas industriales medianas con problemas para sanearlas y ponerlas en valor.

Liderado por Eduardo Navarro, Sherpa ha arrancado una primera victoria en la subasta dentro del proceso concursal de la matriz Taulell, la compañía de Castellón que entró en barrena la primavera del año pasado arrastrada por su pasivo y una gestión ineficaz que la llevó a perder más de 10 millones de euros en 2014. El administrador concursal Roque Gambaro ha elaborado un informe de valoración de ofertas que sitúa al fondo de inversión en primer puesto, con un saldo positivo en favor de la concursada de 8,1 millones de euros, ligeramente por encima de Portovan (la empresa que ha empleado Roig para pujar), con 7,9 millones de euros. Por detrás han quedado otros aspirantes como el fondo israelí Snel Business (6,9 millones), Gedesco (6,6) e Indes Capital (6,3).

TAU Cerámica ya no es aquella compañía que podía permitirse patrocinar a un equipo de baloncesto de primera. Hoy su facturación no alcanza los 50 millones

El administrador concursal ha propuesto al juez de lo mercantil de Castellón que habilite una segunda puja o subastilla en la que podrán participar todos los ofertantes. El magistrado decidirá la semana que viene si hace suya la propuesta de Gambaro o adjudica directamente la fábrica con sus 143 trabajadores, que tanto Portovan como Sherpa se han comprometido a mantener.

Ofensiva de Roig: A por el 15% del sector

TAU Cerámica ya no es aquella compañía que podía permitirse patrocinar a un equipo de baloncesto de primera (fue la imagen del Baskonia durante 23 años hasta 2009). Hoy su facturación no alcanza los 50 millones de euros. Pero la incorporación de la unidad productiva al conglomerado de Pamesa sí consolidaría a la enseña del Roig como líder en su sector en el mercado español, con un 15% de todas las ventas entre las empresas españolas, una facturación superior a los 500 millones de euros, según los planes de negocio de la propia compañía. Esto explica que Fernando Roig esté lanzando una ofensiva que ha incluido negociaciones con la banca acreedora (Santander y BBVA ya le han autorizado a subrogarse la hipoteca de 15 millones que pesa sobre la factoría) y los propios trabajadores.

Aunque todas las ofertas cuentan con el visto bueno de la plantilla, el comité de empresa se ha decantado por la promesa de consolidación de puestos de trabajo y mejoras de las condiciones laborales que ha hecho el dueño de Pamesa hasta el punto de que ha remitido un escrito al juez valorando su propuesta por encima de la de Sherpa, según ha publicado Valencia Plaza. No obstante, es cierto que, aunque Sherpa quizás no ha mimado tanto la relación durante el proceso, su oferta en materia laboral no dista mucho de la de su adversario.

En cualquier caso, todo indica que la pugna por la azulejera se resolverá con aportaciones e inyecciones de fondos adicionales si el juez se inclina por convocar una segunda subastilla. Se trata de la opción que están deseando también el resto de acreedores, como Caixabank o Bankia, que aún confían en recuperar parte de los créditos que adeuda Taulell, con un pasivo de 60 millones de euros. El resto de activos, como naves industriales y la filial de cocinas y tratamiento de pavimentos, es probable que salgan a liquidación, según las fuentes consultadas por El Confidencial.

Si Sherpa logra arrebatar a Fernando Roig la empresa cerámica habrá logrado un importante objetivo en su estrategia de diversificación de activos industriales. Eduardo Navarro ha ido construyendo una cartera de empresas medianas que incluyen desde Dédalo (imprenta comercial adquirida a Prisa en 2012) hasta la textil Dogi, pasando por la cadena óptica Indo. Su primera inversión con retorno fue en 2010 la empresa de cartonajes Polibol-Bolfol, cuya facturación supera ya los 40 millones de euros. El año pasado la multinacional española Saica anunció la compra de esta compañía, en una operación que permitió a Navarro recuperar para sus socios el dinero levantado para el primer fondo de inversión en capital riesgo que se constituyó, según Expansión. También estuvo cerca de hacerse con Amper tras la salida del también valenciano Enrique Bañuelos, pero prefirió autodescartarse y no ejecutar la opción de compra que llegó a tener en sus manos.

Vocación industrial: Tras la estela de Nefinsa

Eduardo Navarro busca seguir la estela de proyectos de construcción de conglomerados industriales con intereses en diversos sectores, al estilo de lo que la familia Serratosa hizo con Nefinsa cuando vendió Valenciana de Cementos a Cémex en 1992. Parte de las plusvalías millonarias están en el origen de la aerolínea Air Nostrum, aunque también fueron a parar a Gamesa, que proporcionó beneficios por encima de los 600 millones cuando se desprendieron de su 21% de participación. Pero otras inversiones fallidas, como la de Uralita, han obligado a los Serratosa a abandonar el control de Air Nostrum y han malogrado el proyecto de Nefinsa.

Navarro ha ido construyendo una cartera de empresas medianas que incluyen desde Dédalo hasta la textil Dogi, pasando por la cadena óptica Indo

El fundador de Sherpa se mueve ahora entre las alfombras de los despachos de entidades financieras y fondos de inversión con sede en la capital de España, pero sus comienzos fueron mucho más discretos. Inició su andadura profesional como consultor en Valencia tras crear Improven. Ingeniero industrial de formación, en 2007 hizo su primer ensayo en el universo del capital riesgo y las operaciones corporativas con Tandem Capital, una firma en la que embarcó a empresarios valencianos como los exportadores de cítricos Martinavarro, el promotor Andrés Ballester y otras familias locales. Al frente de Tandem puso a Máximo Buch, quien en 2012 acabaría como 'conseller' de Economía en el Gobierno autonómico de Alberto Fabra, y hoy es consejero en varias filiales de Noatum.

Tandem generó más ruido que nueces en el universo empresarial local. En 2011 echó el cierre tras haber ejecutado una sola operación. En este contexto de parálisis en la Comunidad Valenciana, Navarro emigró a Madrid para montar el primer fondo de Sherpa. Algunos empresarios locales como los Martinavarro o los Bello Lafuente (ex Frudesa) le han confiado una parte de sus recursos, pero Navarro asegura que los cerca de 100 millones de Sherpa Capital 2 provienen de fondos internacionales, como un fondo de pensiones de Alemania, cuya identidad prefiere mantener fuera de los focos.

En breve se despejará si Eduardo Navarro ha logrado ganar la mano a Fernando Roig. De ser así, este ‘escalador’ del capital riesgo, obsesivo en su trabajo (hay quien lo define como un 'workaholic'), no habrá coronado un 8.000 pero podrá presumir de llevar grabada una buena muesca en la culata.