Mas multiplica los contactos con empresarios para vender su giro independentista

El presidente de la Generalitat, Artur Mas ha multiplicado sus contactos con empresarios catalanes para vender el giro independentista que ha dado la Generalitat y CiU en los últimos meses y que se visualizó en la manifestación de la pasada Diada en Barcelona.

A través de numerosos encuentros personales y llamadas telefónicas, el president ha intentado justificar la tesis de que Cataluña necesita un Estado propio en la nueva tesitura creada tras la manifestación y tras los múltiples desencuentros con el Gobierno central. La respuesta empresarial ha sido fría, en el mejor de los casos.

Hoy mismo, el presidente Artur Mas da un conferencia en el Cercle d’Economia, el principal lobby de empresarios catalanes y uno de los más independientes. El presidente del Cercle, Josep Piqué, lleva meses manteniendo una postura firme para no implicar demasiado a esta institución en la reclamación del pacto fiscal.

Además, Mas solicitó una reunión con el presidente de CaixaBank y de La Caixa, Isidre Fainé la pasada semana para explicarle en persona la situación, según han confirmado fuentes conocedoras del encuentro, que se produjo en la sede de La Caixa en Diagonal, si bien ni portavoces de la Generalitat ni de la entidad financiera han reconocido tener conocimiento del mismo.

La reunión fue mal, según las fuentes consultadas. Artur Mas planteó las justificaciones por las que se ha llegado a esta situación: déficit fiscal, incumplimientos de los compromisos por parte del Gobierno central, estrangulamiento financiero de las CCAA de más renta y amputación del último de Estatut a través de la sentencia del Constitucional.

Por su parte, Fainé se distanció de la postura que ha asumido la Generalitat. Y manifestó su incomodidad por la situación que se genera. No en vano, CaixaBank, como otros grandes grupos bancarios catalanes, tiene el grueso de su negocio fuera de Cataluña.

En este sentido, la postura de Fainé encaja con la que defienden el grueso de empresarios de Cataluña, que están de acuerdo con que el déficit fiscal que soportan los catalanes es excesivo pero no con una ruptura secesionista de España. Mas también se reunió con el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, con idénticos resultados.

Intereses cruzados

Las empresas catalanas tienen numerosos intereses en el mercado español. El 30% de las exportaciones catalanas son al resto de comunidades autónomas.

Pero no se trata sólo de eso. Numerosos empresarios de Madrid y de otras partes de España tienen fuertes intereses en Cataluña. Y no sólo las grandes empresas del Ibex-35. Por tanto, todo el sector empresarial tiene mucho que perder, tanto con un entorno de secesión como si lo que se abre en un largo período de  crispación política entre Cataluña y España

Reunión con Rajoy

En medios empresariales se espera que Artur Mas dé un giro para reconducir la situación tras la reunión con Mariano Rajoy el próximo 20 de septiembre. Sin embargo, para ello Rajoy debería dar algo y la presión política para que el Gobierno central se mantenga firme es muy grande.

Una solución podría ser reducir el límite del déficit fiscal entre Cataluña y el resto de España. Actualmente supera el 8% del PIB catalán pero en  países con una estructura federal, como Alemania, la solidaridad interterritorial está limitada al 4% del PIB de los landers pagadores. Eso dejaría a Cataluña con 8.000 millones de euros más al año y supondría una victoria política para más y oxígeno económico para los catalanes en medio de una crisis muy dura.