La Generalitat ha ‘destruido’ 3.000 empleos públicos en el último año y medio

El Gobierno catalán se reunirá mañana jueves con los tres principales sindicatos de la función pública de Cataluña para explicarles el tercer plan de ajuste anunciado ayer por el presidente de la Generalitat, Artur Mas. Y es que un tercer plan que representa otra rebaja de sueldo, venta de patrimonio, privatización de empresas públicas y despidos es un trago difícil de aguantar. “Estamos hartos de recortes. Que no den más dinero a los bancos y a los banqueros, que no beneficien sólo a los ricos. Porque aquí se apoya a los que más tienen. Se quita el Impuesto de Sucesiones, pero a los jóvenes que están en paro, si quieren hacer formación profesional, se les cobra una tasa. Es increíble”, señala a El Confidencial Montse Ros, portavoz del área pública de CCOO.

Minutos después de que Mas anunciase nuevos recortes y despidos de empleados públicos, el Gobierno se puso en contacto con ellos para matizar algunas de las afirmaciones que éste había explicitado. “Nos dijeron que no se trataba de recortar salarios, que lo que habrá no serán cambios en la tabla salarial, sino en la aplicación para este año”, dice Montse Ros.

Miguel Ángel Escobar, secretario de Comunicación de la UGT, explica a este diario que su sindicato está dispuesto a negociar “lo que haga falta, pero nos negamos a discutir sólo los recortes si no van acompañados de medidas de reactivación de la economía. Y, además, queremos el compromiso de que estas medidas sean temporales. Es decir, cuando se recupere la economía, ¿volveremos a la normalidad? Y hay otras cuestiones a tratar, por ejemplo, las que afectan a las personas con más vulnerabilidad y cómo les afectan los recortes”.

UGT rechaza las medidas anunciadas por Mas porque “insisten en hacer recaer el peso de la crisis en los de siempre, la ciudadanía, especialmente en los más desfavorecidos y en los trabajadores públicos”.

Entre los sindicatos, hay preocupación porque ha sido la primera vez que el Gobierno anuncia despidos en las empresas públicas. Mas quiso dejar bien claro que no habrá una política de despidos masivos, pero sí puntuales. “Es la primera vez que lo reconoce públicamente -aclara Montse Ros-. Pero en el último año y medio, es decir, desde las elecciones autonómicas, ya hemos perdido 3.000 empleos en la función pública catalana”. Cataluña cuenta con unos 160.000 funcionarios, a los que hay que añadir unos 60.000 empleados de las empresas públicas. El recorte en éstas es el que la Generalitat deberá explicar detalladamente a los sindicatos si quiere la paz social.

Otros 3.000 profesores a la calle

“Además, con las medidas anunciadas por el ministro Wert, habrá otros 3.000 profesores que irán a la calle. En la escuela pública, trabajan 75.000 profesores y en la privada, 30.000. De ellos, se despedirá a esos 3.000, pero debemos esperar a conocer los nuevos ratios de alumnos por clase, ya que cuantos más alumnos haya, menos profesores harán falta, por lo que se producirá otro recorte de personal que en estos momentos no podemos cuantificar”. A ello, hay que añadir el recorte del 62% del presupuesto de las universidades, lo que afectará a profesores agregados y becarios. Y, por supuesto, al personal no docente, como son los monitores, ya que la desaparición o el recorte brutal de subvenciones a asociaciones de padres y ayuntamientos provocarán despidos en masa de éstos.

Miguel Ángel Escolar advierte a Mas que “ya cansa que siempre tengan que pagar los platos rotos los funcionarios. Lo que debería hacer el presidente es ir a la senda del diálogo. Y, además, si la culpa es del Gobierno central porque no nos paga, que convoque a todo el país para hacer un frente en común, no sólo a los partidos políticos. La UGT apoya al 100% el pacto fiscal, lo mismo que otras organizaciones. Pues que convoque a los agentes sociales, a asociaciones cívicas, a partidos políticos... a todos”.

Para CCOO, sin embargo, “Mas culpabiliza de este nuevo tijeretazo a otros, a los gobernantes anteriores, al Gobierno Central, obviando su gestión y su apuesta ideológica por un modelo social sin derechos para la mayoría y con privilegios para unos pocos”. Y recuerda también que “Cataluña tiene margen para actuar. Sólo hace falta ver cómo el País Vasco se ha negado a aplicar las medidas educativas anunciadas por el ministro Wert y aquí, en cambio, se aplican todas desde el primer día y todavía se añaden otras”.

“Quieren ponernos a la altura de China”

Montse Ros subraya también que “con las medidas que quieren imponer, sólo buscan la devaluación salarial para ponernos a la altura de China. Quieren que el sur de Europa tenga salarios bajos, porque con la subida del petróleo no sale a cuenta ir a producir a Asia. Por ello, tratan de crear una especie de China aquí”.

Los sindicatos esperan que el Gobierno despeje todas sus dudas en la reunión de mañana. Si la senda del diálogo no se abre, los empleados públicos defenderán con uñas y dientes sus salarios y sus puestos de trabajo. “Veremos, primero, qué nos tiene que decir el Gobierno, porque no tenemos información suficiente para tomar una decisión en este momento. Delo que dijo Mas tras la reunión del Gobierno no hemos entendido apenas nada, pero se han comprometido a explicárnoslo detalladamente. Y nosotros estamos abiertos a negociar, aunque no a cualquier precio”, zanja Ros.