El 'hijo de papá' de un rico británico y su GTA criminal en Marbella

En Marbella nadie entiende qué hacía un tipo como Westley Capper en libertad, viviendo la vida como si fuera elvideojuego Grand Theft Auto. El pasado lunes por la tarde atropelló mortalmente a la cocinera Fátima Dorado, trabajadora de La Taberna del Alabardero, uno de los restaurantes del padre Lezama, y madre de un bebé de 12 meses. Pero mucho antes el británico había maldecidomil veces el nombre de Agnese Klavina, la joven camarera letona que fue vista por última vez a su lado en la noche del 6 de septiembre de 2014 a las puertas de una conocida discoteca marbellí. Y por cuya desaparición está procesado.

La bella letona es la causa de todos los males de Capper,hijo de unmultimillonario inglésque ha gestionado la venta de viviendas de lujo de grandes fortunas en la zona. Hace tiempo que no levanta cabeza:“Quería salir de esta podredumbre de Marbella”, no ha cesado de repetir Capper desde hace meses a sus más allegados. Pero la retención de su pasaporte por la Justicia tras ser imputado en el caso de Agnese Klavina le impedía abandonar la ciudad andaluza.

El lunes, cuando segó la vida de la boliviana sobre el asfalto, Capper pensó que por fin iba a conseguir que prosperase su recurso para dejar España. Pero no fue así. Ese día, antes del atropello mortal, fue a ver a su abogado con la esperanza de que la Audiencia Provincial le aprobasesu apelación para conseguir autorización con objeto de viajar a Reino Unido, donde vive su familia. Sin embargo,Jorge Hoz,letrado del inglés, tuvo malas noticias para él: una vez más, su recurso contra la prohibición de salir del paíshabía sido desestimado. Al fin y al cabo, se trataba de una de las medidas cautelares que había ordenado el Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella, que continúa investigando la misteriosa desaparición de la joven letona.

Según fuentes cercanas a la investigación consultadas por El Confidencial, la reacción de Capper al tener constancia de que le denegaban su recurso fue de absoluto ofuscamiento. “Se puso hecho un basilisco. Daba por hecho que en el mes de junio iba a estar en Londres y ese varapalo le sacó de sus casillas. Incluso comenzó a dar golpes al maletero de su coche fuera de sí”, aseguran. De hecho, el mismo Capper reconoció en la declaración ante la jueza del Juzgado de Instrucción número 2 de Marbella, responsable de instruir la causa del atropello de Dorado, que “estuvo bebiendo para aliviar la presión que le ahogaba el pecho por el revés de denegarle el permiso de ir a ver a su familia, a la que no puede visitar porque el caso Agnese le tiene 'preso' en Marbella desde hace año y medio”.

La otra 'víctima' de Capper

El lunes, uno de los días más lluviosos de la primavera en Marbella, Capper no acudió al trabajo. Algunos de sus amigos explican a este medio que últimamente se dedica a las reformas de decoración en casas de lujo. Tras verse privado de su pasaporte de nuevo y con un tremendo enfado -según su declaración judicial-, el británico se sentó al volante de su Bentley negro y pisó el acelerador a toda pastilla hasta donde la carretera le llevara. Al cruzar el bulevar de San Pedro de Alcántara, el vehículo se abalanzó sobre Fátima Dorado, que salía del trabajo y cruzaba un paso de cebra. El inglés, que aseguró no haberla visto, impactó el coche contra ella. A consecuencia del golpe, su cuerpo salió propulsado a unos 30 metros del lugar.Capper no se detuvo. Todo lo contrario.

Capper negó que condujera a alta velocidad pero las pruebas periciales realizadas por la Policía Local concluyeron que iba a unos 80 kilómetros por hora

A su lado iba su inseparableamigoCraig Porter, también imputado en el caso de la desaparición de la letona.Sin pensárselo dos veces, el conductor pisó el acelerador y, entre volantazos, llevó el vehículo hasta un conocido bar de ingleses situado en el centro comercial Diana, en Estepona. Allí aparcaron el Bentley y tomaron un par de copas en el local. Al poco tiempo la Policía Local, que había obtenido la matrícula del coche gracias a tres testigos directos, les detuvo en el pub mientras se encontraban con los vasos en la mano. De camino a los calabozos municipales, la radio del coche patrulla informaba de que la víctima había entrado en triple parada cardiorrespiratoria,muriendo en el Hospital de la Costa del Sol. En la prueba de alcoholemia, el británico arrojó una tasa aproximada de 0,70 miligramos por litro de aire expirada, casi el triple del máximo permitido.

Pese a que en su declaración judicial Capper negó que condujera a alta velocidad, las pruebas periciales realizadas por la Policía Local concluyeron que el coche iba a unos 80 kilómetros por hora, el doble del límite establecido en esa zona.

La jueza decretó prisión para Capper por los presuntos delitos de homicidio imprudente, omisión del deber de socorro, conducción bajo los efectos del alcohol y falsedad documental.

La misteriosa desaparición de la 'rubia'

El nombre de Westley Capper ya había saltadoa los titularesa causa de la discoteca Aqwa Mist, enmarcándole en la crónica negra de la Costa del Sol. A finales de 2014, su amigo Porter y él fueron arrestados como sospechosos de la desaparición de Agnese Klavina en ese local de moda. Un complejo de lo más 'fashion' frecuentado por el futbolista Ashley Cole, la actriz Eva Longoria, el cantante Terencia Howardo o el boxeador Amir Khan. Allí fue vista por última vez la joven letona desaparecida.

Una cámara de seguridad del recinto grabó a los dos británicos subiéndose al coche con la muchacha a las seis de la mañana. Según las imágenes, ella parecía encontrarse en estado de embriaguez y, por sus gestos, dio la impresión a los investigadores de que montó en el vehículo contra su voluntad. “Cada vez cobra más peso la línea de investigación que apunta a que Capper y Porter pudieron llevarle la chica a un árabe de los que frecuentan la discoteca. Ellos eligen a su presa y luego mandan a sus 'sicarios' para conseguírselas por las buenas o por las malas. Muchos extranjeros que andan buscándose la vida en Marbella viven de eso, de hacer favores a los 'pastosos' buscándoles chicas”, afirman fuentes consultadas por este medio.

El caso es que, a día de hoy, el Juzgado número 5 de Marbella continúa con la investigación. Tres días después de la desaparición de Agnese Klavina, una cámara de seguridad del puerto de La Duquesa, en Estepona, detectó a un grupo de hombres arrastrando un bulto pesado y de grandes dimensiones hasta un barco propiedad de Capper que luego puso rumbo hacia el puerto de Cartagena. Ese mismo día, los dos británicos fueron detenidos e imputados. Una fianza de 300.000 euros les puso de nuevo en la calle. Hasta el pasado lunes, cuando Capper acabó la vida de la cocinera boliviana en el Bulevar de San Pedro.

El 'niño de papá' de un multimillonario inglés

Westley Capper es el hijo del multimillonario inglés John Capper, uno de los magnates que ha gestionado la venta de viviendas de lujo en urbanizaciones como La Zagaleta, cerca de Marbella, residencia de algunas de las mayores fortunas mundiales. Entre sus posesiones se encuentran un 'jet' privado Cessna 560 Citation Encore y un megayate. El padre del británico imputado es todo un personaje en su país. Hizo su fortuna mediante inversiones inmobiliarias, algunas de ellas en la Costa del Sol y Gibraltar.

El entorno de Capper afirma a este diario que, al parecer, el padre se hartó hace tiempo del 'mal vivir' de su hijo y le había cerrado el grifo. Por eso en los últimos meses se dedicaba a las reformas en casas de lujo, aprovechando los contactos de su padre. Por las noches, la buena vida: Olivia Valere, Suite o el club Sisu, donde muchos ingleses pasan el día apurando botellas de champán, eran sus puntos de destino. Parece ser que desde su imputación en el caso de Klavina, Capper quería salir de Marbella a toda costa y todos los espacios se les quedaban ya pequeños. Sólo su fiel amigo de Liverpool, Craig Porter, le seguía bailando el agua.

El 'Alcasser marbellí'

¿Qué ha sido de Agnese Klavina? Muchos se lo siguen preguntando en Marbella. El hijo del acaudalado empresario inglés vinculó de alguna manera los dos casos, el del atropello y el de la desaparición de la letona, durante su declaración del pasado martes ante la jueza. Por su parte, el juez Sergio Martín, del Juzgado número 5, prosigue las investigaciones. Un alto cargo policial afirma que algunos en el Cuerpo ya hablan del 'Alcasser marbellí'.

La familia tiene la esperanza de que la muerte de Fátima Dorado arroje nuevos datos que lleven a esclarecer el misterioso caso de Agnese Klavina

Si las sospechas sobre la muerte de Klavina se confirman, habría que añadir un nombre más a la lista de mujeres asesinadas en Marbella. En octubre de 2007 apareció degollada una joven de 25 años; en octubre de 2009 fue asesinada a puñaladas otra de 26 años en una calle próxima a un club; en septiembre de 2011 murió otra mujer víctima de una agresión en la que recibió más de seis puñaladas en el cuello.

Fernando Scornik, abogado de la familia de Klavina, admitió el temor de que la joven estuviera muerta y se hubieran deshecho del cadáver arrojándolo al fondo del mar. “Es un caso dramático, terrible y desolador, porque nos enfrentamos a una situación en donde una mujer ha desaparecido sin dejar rastro”. ¿Cómo puede desaparecer así un cuerpo? Se ha buscado por todas partes, con helicópteros y perros. El lugar en donde los dos sospechosos afirmaron dejarla ha sido peinado concienzudamente, pero no ha habido resultados y el cuerpo de Agnese no aparece, Su madre, Daigna Klavina, se desespera: “No nos podemos creer que esto esté pasando. Ya llevamos más de un año sin nuestra hija y seguimos sin saber si todavía está viva o dónde puede estar”. Ahora todos tienen la esperanza de que la muerte de Fátima Dorado no sea en vano y las nuevas investigaciones puedan arrojar datos nuevos que lleven a esclarecer el misterioso caso de Agnese Klavina.