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Patxi López compite para "unificar" al PSOE y representar una "izquierda exigente"
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PUESTA DE LARGO DE SU CANDIDATURA EN MADRID

Patxi López compite para "unificar" al PSOE y representar una "izquierda exigente"

El candidato socialista asegura que se siente "con fuerzas para reconstruir" el PSOE y hacer de él un proyecto "renovado". Mantiene que llevará su batalla "hasta el final", sin pactar con Díaz

Foto: El exlehendakari Patxi López, durante la presentación de su candidatura, este 15 de enero en la Fundación Diario Madrid, en el centro de la capital. (EFE)
El exlehendakari Patxi López, durante la presentación de su candidatura, este 15 de enero en la Fundación Diario Madrid, en el centro de la capital. (EFE)

Patxi López quiere renovar el PSOE sobre los cimientos del socialismo clásico, sobre las bases de un PSOE perfectamente reconocible. Pero a la vez modernizándolo, adaptándolo a una nueva época, "abriendo un nuevo tiempo". Y él cre ser el candidato idóneo para conducir ese camino, "abrir un nuevo tiempo", "unificando" al PSOE, reivindicándose como una "izquierda exigente", "transformadora", "autónoma", que no sea un "analgésico atemperador de las políticas de la derecha". Busca defender ese proyecto con "ganas", con ahínco, sin ir "contra nadie", y "hasta el final", porque no piensa rendirse antes ni llegar a ningún tipo de pactos con ningún otro aspirante, y en particular con Susana Díaz, su más que presumible rival, aunque sí querría "sumar" a Pedro Sánchez a su escalada hacia Ferraz. Llegará "hasta el final", hasta las primarias que se celebren en mayo y en las que cree que han de votar, por cierto, los militantes del PSC. El momento de la unidad fraguará en el 39º Congreso, en junio, pero no antes.

[Consulta aquí en PDF la intervención íntegra de Patxi López]

Son las credenciales básicas con las que el exlehendakari, expresidente del Congreso y diputado por Bizkaia vistió de largo su candidatura a la secretaría general, un día después del comité federal del PSOE que aprobó el calendario congresual. Una comparecencia en la Fundación Diario Madrid a la que llegó solo, sin barones ni dirigentes de peso, pero con su mujer, Begoña Gil, y con la sola compañía ante los periodistas de un atril con el logo del partido y un fondo que lucía las siglas y una roja gigante dibujada, con el tallo verde y sin espinas, los pétalos rojos. Una imagen empleada, según su equipo, en anteriores campañas en Euskadi, en su federación, y que condensa el espíritu de su postulación, la de un aspirante puro PSOE que no pretende dar "un solo argumento" a los militantes para que no voten a un rival. Su camino hasta las primarias lo quiere limpio, sin entrar al cuerpo a cuerpo, sin hablar de "etiquetas" ni bandos.

Foto: Patxi López llega a la sede del PSOE en Ferraz acompañado de su mujer, Begoña Gil, y de Rodolfo Ares, este 14 de enero. (EFE)

López relató que asume el reto de pujar por la secretaría general "con gran responsabilidad", "con humildad y sin dramatismos", "con profundo respeto" al PSOE porque conoce su "valor", porque sabe que su partido y la socialdemocracia pasa por "momentos difíciles", incluso "dolorosos", después de dar "un espectáculo poco edificante", como lo fue la violenta caída de Sánchez. "Por eso, estoy convencido de que nos hace falta abrir un nuevo tiempo, que unifique al partido y nos vuelva a hacer la herramienta imprescindible con la que puedan contar millones de ciudadanos, que sin un PSOE fuerte se sienten huérfanos de representación política ante una derecha que nos está imponiendo sus dogmas de fe". El exlehendakari aspira a construir un PSOE "renovado, unido", con un proyecto "claramente progresista y de izquierdas", capaz de conseguir el apoyo de la "mayoría social". "No son tiempos de cálculos de poder, sino de hacer propuestas claras a los militantes para que decidan cómo quieren y queremos construir nuestro propio futuro", señaló, marcando distancias tanto con Sánchez como con Díaz, que han venido amagando en las últimas semanas (y meses), sin llegar a despejar su futuro.

No son tiempos de cálculos de poder, sino de hacer propuestas claras a los militantes para que decidan cómo quieren el futuro

López se dijo "con fuerzas para reconstruir el partido", "unir de nuevo a todos en el mismo proyecto". Y lo va a hacer "contando con la fuerza y la ayuda" de todos. También lo hará sin renunciar a nada, ni a la historia del partido: "Desde el momento en que presento mi candidatura, asumo todo el legado del PSOE, tanto los aciertos como los errores", apuntó, reivindicando a la vez la obra de todos los Gobiernos socialistas. Otra diferencia más respecto a Sánchez, que ocultó cuanto pudo al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, y a Díaz, que considera como una equivocación el rumbo que tomó el PSOE con el dimitido líder a la cabeza.

Patxi López se ofrece para liderar un PSOE unido y renovado

"Volver al socialismo"

El candidato quiere proponer un "nuevo proyecto" que "dé certeza y seguridad vital" y que esté construido sobre "bases sólidas". Y la primera de todas, enunció, es "volver al socialismo", porque no entiende "terceras vías" que son más una "excusa para hacer políticas de derecha". Él apuesta por la "socialdemocracia, sin matices y con claridad". Una socialdemocracia que en Europa se ha diluido por caer en el "camuflaje", por echar "tanta agua al vino" que ha acabado, a su juicio, por desnaturalizarse. Ahí fue cuando López subrayó que su proyecto es el de una "izquierda exigente", y no el de una izquierda que actúa como "analgésico atemperador de las políticas de la derecha". Él quiere volver a los principios "clásicos" del socialismo, "defender las libertades personales y el sistema democrático, y luchar contra la desigualdad de las personas". En suma, un partido "fuerte, unido, integrador".

Plantea volver a la "socialdemocracia sin matices", no una izquierda "que actúa como analgésico atemperador de las políticas de la derecha

Marcando diferencias con la gestora, pero sin desacreditar su trabajo en ningún momento, sí recalcó que aunque entiende que es necesario hablar con el PP sobre pactos de Estado, él tiene "muy claro" que el PSOE "es la oposición" y quiere liderarla con propuestas que le distinguen totalmente de la derecha. Puso un ejemplo: no vale con "atemperar" la reforma laboral impulsada por Mariano Rajoy, hay que "derogarla" buscando el resto de partidos de la oposición. También recordó que estuvo en contra de la abstención a la investidura del jefe del PP (fue un "error", sostuvo), pero incidió en que él es un hombre de partido que acaba las decisiones de los órganos, porque está en su propio ADN, como cree que es hora de mirar al futuro y no al pasado.

Patxi López se presenta "con fuerzas" para liderar un PSOE integrador

A Díaz: unidad no es "uniformidad"

Distancias hay igualmente con Sánchez, quien en su polémica entrevista con Jordi Évole aseguró que había que trabajar "codo con codo" con Podemos. López concibe un PSOE "autónomo", que no se define "por su cercanía con una fuerza u otra", sino por abanderar un proyecto de izquierda "exigente y transformadora" y que "conecta con una mayoría social progresista".

Cree que la abstención a Rajoy fue un "error" pero tampoco desea un PSOE que se defina por su lazo con Podemos: lo quiere "autónomo"

En el ámbito interno, López no defiende ni un modelo "asambleario ni presidencialista". La dirección, insistió, debe "dirigir", pero también abrir cauces "rápidos" de participación de la militancia. Porque esta debe estar muy presente en la vida del PSOE, porque solo si las bases se sienten concernidas "se abrirá paso la unidad" que "todos" reclaman. El exlehendakari está convencido de que el próximo congreso debe ser el de la "unidad interna", porque "es imprescindible".

Aunque la unidad, recalcó, dirigiéndose a Díaz, "nace del debate y la libertad", y "no significa "uniformidad nacida de la imposición", puesto que "una de las fortalezas" del PSOE es su "diversidad", que hay que "preservar". Del cónclave no pueden salir los socialistas con "vencedores y vencidos", porque los "adversarios están fuera". Así que hay "motivos para el optimismo", también por unas bases "vivas" que "no se rinden", y a las que pidió que se "rebelen contra la impotencia" y que todos den "lo mejor de sí mismos" para volver a poner al PSOE "en pie". Fueron constantes sus guiños a las bases, a los que dijo haber escuchado "siempre".

Ni sanchismo, ni patxismo ni susanismo: no a las etiquetas

López no escatimó preguntas de los medios. Atendió las cuestiones de 19 periodistas, con lo que su comparecencia acabó alargándose hasta 70 minutos. Las principales dudas giraban sobre sus aliados internos y la firmeza de su candidatura, porque en los últimos meses se ha venido especulando (y aún se hace) si podría pactar con Susana Díaz para evitar una mayor fractura del partido. El diputado defendió que es "imprescindible que la militancia elija y vote en primarias". "No vengo aquí con ningún pacto ni para hacer pactos con nadie y eso lo llevaré hasta al final". Eso sí, no dará "ni un solo argumento" para que los afiliados no puedan apostar por alguno de sus potenciales rivales, puesto que quiere una campaña limpia, ni tampoco quiso señalar las diferencias que le separan de Díaz o de Sánchez.


Por eso añadió que rechaza las "etiquetas" dentro del PSOE, los rótulos de "sanchismo", "patxismo" o "susanismo", y más aún que se encasille a los aspirantes como del norte (él) o del sur (la baronesa andaluza). "Todos somos socialistas, aunque tengamos pensamientos distintos". Él mismo se incluyó dentro del "sector oficial del PSOE", porque quiere "representar" a su partido. Repudia los "bandos", término empleado por Sánchez poco antes de caer: "No creo que haya dos partes en el PSOE y yo nunca voy a jugar a que haya dos partes en el PSOE".

Patxi López se compromete a llevar su candidatura hasta el final

Respecto a Sánchez, confirmó que ayer por la tarde conversó con él, como con el presidente de la gestora, Javier Fernández, con los demás ex secretarios generales —Felipe González, Joaquín Almunia, José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba—, la "práctica totalidad" de los barones y otros muchos dirigentes para comunicarles su decisión. Por Sánchez mostró su "absoluto respeto" y su "agradecimiento" por lo que compartió con él en los últimos dos años, en los que formó parte de su ejecutiva y el que le promovió para la presidencia del Congreso. Insistió en que su candidatura no pretende "impedir que nadie se presente", al revés, ni va "contra nadie". Y de hecho, le "gustaría sumar a Pedro", igual que a "miles y miles de militantes" en su proyecto.

Aduce que su candidatura no va "contra nadie" y explica que le "gustaría sumar a Pedro" a su proyecto, como a "miles y miles de socialistas"

En cualquier caso, no le importa ni le asusta que haya varios competidores. Él ha querido ser el primero una vez aprobado el calendario congresual, porque "es hora de dar un paso adelante" y de que quien quiera lanzarse a la carrera ponga sobre la mesa su modelo. Pero su decisión de competir por el liderazgo del PSOE —"quien vaya a ser el candidato a La Moncloa lo decidirán los militantes y simpatizantes" en primarias abiertas— tardó en madurarse, ha sido una "digestión lenta", y la tomó tras hablar "con mucha gente". "Creo que cuando se me ha necesitado nunca me he puesto de perfil", sentenció. Ni siquiera cree que le beneficia, de cara a las bases, ser diputado en el Congreso, porque para ser candidato solo hace falta, dijo, "tener ganas", ideas y el aval del 5% de la militancia.

Patxi López: "Me gustaría sumar a Pedro Sánchez a mi proyecto"

Gestora "neutral" e "imparcial"

Hacia la gestora López no tuvo palabras de crítica, porque está "convencido" de que será "imparcial" y "neutral" en el proceso congresual. No pide que tenga en cuenta, a la hora de tomar sus decisiones, a los candidatos, pero sí al "conjunto del partido". No obstante, sí lanzó un serio aviso a la dirección provisional, y también a Díaz. Insistió en que no debe aprobar ningún cambio en las relaciones con el PSC, porque el conflicto debe abordarse en el congreso, y no antes. Tachó de "error mayúsculo" que el secretario general del PSOE pueda ser elegido sin el voto de los militantes catalanes. "Lo digo desde la buena fe. Sería un error si alguien quiere plantearlo. Me opondré radicalmente".

Se opone "radicalmente" a que los militantes del PSC no puedan votar al líder del PSOE, y pide que cualquier decisión se tome en el congreso

López sostuvo que no se puede entender el PSOE sin el PSC, ni el PSC sin el PSOE, y que se consumase la ruptura, además, "sería la peor de las imágenes y mensajes que se podría lanzar al partido y al país". "¿Qué es esto de que no pueden convivir los socialistas catalanes en el conjunto del socialismo español?", se preguntó. La destinataria parecía ser la presidenta andaluza, que siempre que se le ha preguntado se ha remitido a las conversaciones que están llevándose a cabo entre las delegaciones de ambos partidos. El exlehendakari no se opone a que esas negociaciones prosigan, e incluso que de ellas emerja una propuesta, pero cualquier conclusión debe llevarse al congreso del PSOE. El partido, agregó, no debe jugar a "enfrentar unos territorios contra otros, como ha hecho la derecha, ni a enfrentar identidades", sino que ha de perseguir "sumar y buscar espacios de convivencia y concordia".

Patxi López se opone radicalmente a que el líder sea elegido sin que participe el PSC

El primer acto, el fin de semana en Portugalete

Al final de la comparecencia, como se preveía, se dejaron ver en el salón de la Fundación Diario Madrid, algunos miembros de su núcleo duro: el senador Óscar López, que pilotará la estrategia y comunicación de la campaña —y que era uno de los hombres de confianza de Sánchez—, el exconsejero vasco de Interior Rodolfo Ares —vicecoordinador de programación de actos para las generales del 26-J y un dirigente absolutamente próximo al diputado vizcaíno—, y su asesor Andoni Unzalu, que le acompañó tanto en Lehendakaritza como en la presidencia del Congreso. Pero también estaban allí el que fue jefe de Gabinete de César Luena (secretario de Organización de Sánchez), el extremeño Juanra Ferreira, y los responsables de actos públicos que tenía a su cargo, Marcos Ramírez y Antonio Casas. López explicó que había optado por comparecer "solo" este domingo, porque la primera imagen que debe proyectarse es la del candidato ante la militancia, pero en los próximos días mostrará un "equipo fuerte, con personas preparadas y que conozcan al partido". No quería rodearse de los barones que le respaldan, sí ejemplificar que arranca solo y desea acabar con "miles y miles de compañeros detrás".

López promete componer "un equipo fuerte". Hoy ya mostró a Óscar López y Rodolfo Ares, más parte del equipo de César Luena en Ferraz

López derrochó talante durante su rueda de prensa y aun después, cuando charló informalmente con los periodistas. Ahora tiene por delante un camino largo, en el que administrará sus tiempos y no caerá, dicen en su entorno, en la precipitación. Compaginará su actividad de diputado y de presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso con su campaña. El primer acto con militantes llegará el próximo fin de semana, el viernes o sábado, en Portugalete (Bizkaia), en su pueblo, donde nació y se crió. Justo cuando arranca su gira Díaz, aunque ella aún no quiera desvelar sus cartas.

Patxi López propone una "dirección colectiva" tras un "congreso de unidad"

Guiño a las bases, a las mujeres y al ala izquierda

El discurso de Patxi López estuvo preñado de referencias a los militantes, aunque sin despreciar tampoco a la clase dirigente. Son ellos, dijo, los que deben elegir, los que han de ser escuchados, los que deben participar también en las direcciones. Su modelo de PSOE pasa por un "liderazgo colectivo" que recupere "el valor de la lealtad, el compañerismo y la fraternidad". Y que también implique más a las agrupaciones locales, "núcleo central del contraste de ideas", porque hace falta "una militancia activa". 

También subrayó durante su primera intervención que defiende "volver al socialismo", y el socialismo es "pasión por la igualdad", reivindicar "la primacía de la política", defender la libertad o comprometerse hasta el tuétano con una democracia paritaria y la igualdad de las mujeres. Un PSOE comprometido, por tanto, con el feminismo. 

López recalcó igualmente que el partido ha de tener claro a quién se dirige y a quién defiende. Y es a los grupos que están quedándose "fuera del bienestar colectivo", los arrojados por la reforma laboral, las clases medias y profesionales, los emprendedores y autónomos, los investigadores, los funcionarios, los colectivos sin horizonte vital... 

El candidato sostuvo que la socialdemocracia había abandonado la representación popular en manos de poderes económicos que, "en demasiadas ocasiones, responden a intereses salvajes del capital especulativo". No habla de "estatalizar", sino de devolver a la economía al "redil de la política". 

Patxi López quiere renovar el PSOE sobre los cimientos del socialismo clásico, sobre las bases de un PSOE perfectamente reconocible. Pero a la vez modernizándolo, adaptándolo a una nueva época, "abriendo un nuevo tiempo". Y él cre ser el candidato idóneo para conducir ese camino, "abrir un nuevo tiempo", "unificando" al PSOE, reivindicándose como una "izquierda exigente", "transformadora", "autónoma", que no sea un "analgésico atemperador de las políticas de la derecha". Busca defender ese proyecto con "ganas", con ahínco, sin ir "contra nadie", y "hasta el final", porque no piensa rendirse antes ni llegar a ningún tipo de pactos con ningún otro aspirante, y en particular con Susana Díaz, su más que presumible rival, aunque sí querría "sumar" a Pedro Sánchez a su escalada hacia Ferraz. Llegará "hasta el final", hasta las primarias que se celebren en mayo y en las que cree que han de votar, por cierto, los militantes del PSC. El momento de la unidad fraguará en el 39º Congreso, en junio, pero no antes.

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