Lunes de pasión de Cospedal: PP de mañana, Yak de tarde... y Bárcenas en el juicio

Secretaria general por la mañana ante el comité ejecutivo de su partido reunida en la sede de Génova y ministra de Defensa a partir de las 16 h de la tarde para explicar en el Congreso las novedades sobre el accidente del Yak-42. Es la jornada de trabajo que tiene María Dolores de Cospedal para el próximo lunes, la primera desde noviembre en que se le van a juntar dos actos de peso en un mismo día en virtud de su decisión (sancionada por Mariano Rajoy) de compatibilizar el control de un departamento 'de Estado' con el puesto de 'número dos' del partido en el poder. Y materia de discusión interna para el XVIII Congreso Nacional del PP.

Cospedal pondrá a prueba en un solo día su capacidad para desempeñar sus dos cargos principales, una jornada en la que los populares también tendrán que estar pendientes de lo que diga Luis Bárcenas ante el juez en una nueva sesión del juicio por el caso Gürtel y del contenido de las enmiendas a las ponencias de su congreso. El plazo de entrega se cierra esa misma tarde.

Será todo un lunes 'de pasión' para el PP, y en especial para su secretaria general. El extesorero fue la cruz de la secretaria general durante la pasada legislatura útil y en los paquetes de enmiendas que pueden presentar los 3.100 compromisarios de la asamblea también se esperan iniciativas para endurecer el régimen de incompatibilidades del partido. La normativa vigente es muy rigurosa, pero no se aplica por el margen de la dirección para establecer excepciones, procedimiento que se ha generalizado en los ámbitos superiores de la organización.

La dirección del partido ha frenado el debate público sobre el caso de Cospedal a la espera de la última palabra de Rajoy y, como apuntan en la sede de Génova, es posible que la pronuncie en el último minuto, en este caso en el mismo congreso convocado en Madrid entre el 10 y el 13 de febrero.

De momento, la secretaria general no ha sido sorprendida en renuncio por falta de atención a sus obligaciones. En el ministerio de Defensa no hay precedentes de ningún titular del departamento que presida o asista a tantos actos castrenses, y de todos los ejércitos, como Cospedal. En las misiones en el exterior ya ha visitado en menos de dos meses a las tropas españolas desplegadas en Sicilia, Líbano, Irak, Senegal o Mali. También ha ganado en eso a todos sus predecesores.

La vieja guardia de la sede de Génova, por donde (reuniones oficiales aparte) se pasa de vez en cuando, reconoce la exhibición de capacidad de trabajo de su secretaria general. Otra cosa es que recelen de su decisión de dedicarse a tiempo parcial a la dirección del partido. Ya lo hacía cuando fue jefa de la oposición y después presidenta de la Junta de Castilla-La Mancha.

Además, Cospedal ha demostrado ante el caso de la resurrección del caso del Yak-42 unos reflejos políticos, autonomía de respuesta y manejo de su línea directa con Rajoy que tienen impresionados a sus detractores. "Si con Bárcenas tuvo que tragar aunque fuera un problema heredado de la etapa anterior, por lo de Federico Trillo está claro que no", apuntan en fuentes del PP.

Esa hiperactividad y las prisas por afrontar los problemas llevaron a la ministra a pedir su comparecencia ante el Congreso cuanto antes para despachar el asunto del informe del Consejo de Estado. Después de confortar y convencer a los representantes de las familias de las víctimas, logró cita en la Cámara para el próximo lunes por la tarde. Ya sabía que por la mañana tenía reunión del comité ejecutivo del PP, y para hacer balance de gestión como secretaria general a menos de un mes del congreso nacional.

Pero entre los preparativos de un asunto y otro, Cospedal se ocupó de que el Gobierno (Rajoy) le diera antes una salida a Trillo, una peculiar dimisión imposible de un cargo, el de embajador en Londres, en el que estaba 'caducado' desde mayo. Pero la operación de imagen permite a la ministra acudir al Congreso sin que el exministro sea otra cosa que exministro y expresidente de las Cortes en tránsito hacia su plaza de letrado del Consejo de Estado.

Mientras en público guardan el silencio debido y ordenado por su jefe, los dirigentes del PP que no ven claro que la titular de Defensa deba (aunque pueda) seguir como secretaria general están expectantes ante el 'lunes de pasión' que se le presenta al partido. Se preguntan cómo puede la misma persona compatibilizar el protagonismo en los dos actos del día fundamentales para el partido y el Gobierno: primero los preparativos de su gran asamblea nacional y después la lidia del accidente del Yak en el Congreso.