Es noticia
Mas pone en marcha su Pacto Nacional por la ruta que marca ERC
  1. España
SOBERANISTAS Y GRUPOS SUBVENCIONADOS, ÚNICOS APOYOS

Mas pone en marcha su Pacto Nacional por la ruta que marca ERC

El “derecho a decidir” catalán ya ha iniciado su hoja de ruta. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, juntó ayer a las fuerzas vivas con

Foto: Mas pone en marcha su Pacto Nacional por la ruta que marca ERC
Mas pone en marcha su Pacto Nacional por la ruta que marca ERC

El “derecho a decidir” catalán ya ha iniciado su hoja de ruta. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, juntó ayer a las fuerzas vivas con las que cuenta para plasmar fotográficamente lo que considera que es la “mayoría social” de Cataluña que reclama un referéndum urgente para decidir si la comunidad decide seguir junto a España o convertirse en un estado independiente.

Y esa escenificación tiene nombre y apellidos: Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, un pomposo nombre que lo dice todo y no dice nada, porque tiene ausencias notables y presencias que son las de siempre. En realidad, es el pacto de los que ya tenían pacto.

Eso sí, tras ese Pacto Nacional está la atenta vigilancia de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que es quien ha dictado los hitos que conforman esa hoja de ruta. El primero, insoslayable, es la petición por escrito al presidente español, Mariano Rajoy, del permiso para realizar el referéndum. Si Rajoy se niega, cosa que ya esperan los independentistas, habrá quedado la puerta abierta para legitimar cualquier otro acto, incluso aunque se sitúe fuera del marco legal español.

Un documento interno de ERC que esta formación llevará a su Conferencia Nacional por la República Catalana el 6 de abril es suficientemente clarificador: “El objetivo es que durante el primer semestre del 2013 se puede iniciar la vía del diálogo con el Estado para llegar a un acuerdo político que permita celebrar un referéndum de independencia. En el caso de un eventual y previsible nuevo portazo cerrando la vía del diálogo y la negociación, habremos conquistado un hito necesario en el camino: nos habríamos cargado de más razones y podremos abordar de forma legítima, a ojos de la comunidad internacional, la celebración de la consulta sobre la base de la legalidad catalana”. Y si finalmente ni por las bravas pueden realizar la consulta, a Esquerra le queda un último cartucho: declarar unilateralmente la independencia, como Kosovo.

El acto de ayer, sin embargo, era el más importante para Artur Mas, aquel en el que había de visualizarse a una aplastante mayoría política, económica y social a favor del “derecho a decidir”. Pero, en realidad, fue más de lo mismo. El panorama político catalán está exactamente igual que hace uno, dos o tres meses. Sólo hay una foto más.

Los socialistas se desmarcan 

El PSC, finalmente, no se sumó al frente soberanista, por lo que queda fuera del mismo, junto a PP y Ciutadans. Ni siquiera la gran patronal Fomento del Trabajo (la CEOE catalana) acudió a la llamada del president. Pero sí estuvieron los principales sindicatos (CCOO, UGT y USO), la patronal de la Pequeña y Mediana Empresa (Pimec), la Fepime (que curiosamente está encuadrada dentro de Fomento). Junto a ellos, representantes de CiU, ERC, ICV y la CUP, además del exconsejero socialista Ernest Maragall, en representación de su nuevo partido, Nova Esquerra Catalana, y el exrepublicano Joan Carretero como cabeza visible de Reagrupament. Tampoco faltaron el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y representantes de las diputaciones catalanas, todas ellas en manos de los nacionalistas.

Mas contó también con representantes de instituciones sectoriales y de entidades públicas o semipúblicas (Consejo Escolar de Cataluña, Instituto Ramon Muntaner, Consejo de Gobiernos Locales, FAGC, Institut d’Estudis Catalans, Confederación de Cooperativas de Cataluña, Unión de Federaciones Deportivas de Cataluña, Unió de Pagesos, Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores, Confederación de Asociaciones Vecinales de Cataluña, Mesa de Entidades del Tercer Sector Social, Consejo Nacional de la Juventud, Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Federación de Asociaciones de Alumnos de Madres y Padres de Cataluña o el decano del Colegio de Arquitectos).

A su lado, una legión de grupos que a menudo se caracterizan por ser la punta de lanza del movimiento soberanista en las calles y, consiguientemente, por ser, en su mayor parte, habituales en las listas de entidades más subvencionadas: òmnium Cultural, Asamblea Nacional Catalana, Centre Català de Negocis, Plataforma per la Llengua, Ciemen, Coordinadora de Asociaciones por la Lengua Catalana o Asociación de Municipios por la Independencia (AMI).

Ausencias notables

Pero es precisamente la vertiente seria del país la que ha fallado. A la cumbre de Mas no asistió ninguna de las instituciones de peso del mundo económico o del mundo social, más allá de los grupos mencionados subvencionados. El Círculo de Economía, el Ecuestre, el Financiero, el Artístico, los colegios profesionales, importantes clubs sociales como el Polo o el de Tenis, o instituciones científicas y culturales de prestigio han sido las grandes ausentes de un acto que pretendía sentar cátedra. Llama incluso la atención la ausencia de representantes del Ateneu de Barcelona, una entidad que siempre se ha caracterizado por su marcado sentimiento nacionalista.

El “derecho a decidir” catalán ya ha iniciado su hoja de ruta. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, juntó ayer a las fuerzas vivas con las que cuenta para plasmar fotográficamente lo que considera que es la “mayoría social” de Cataluña que reclama un referéndum urgente para decidir si la comunidad decide seguir junto a España o convertirse en un estado independiente.