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Vargas, Soria, Velasco de Mingo... El PSOE también se lucra en la privatización sanitaria
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LA "PUERTA GIRATORIA" NO ES SÓLO COSA DEL PP

Vargas, Soria, Velasco de Mingo... El PSOE también se lucra en la privatización sanitaria

El conflicto sanitario que estalló en Madrid desde que el Gobierno regional encabezado por Ignacio González decidió privatizar la gestión de 6 hospitales y 27 centros de

Foto: Vargas, Soria, Velasco de Mingo... El PSOE también se lucra en la privatización sanitaria
Vargas, Soria, Velasco de Mingo... El PSOE también se lucra en la privatización sanitaria

El conflicto sanitario que estalló en Madrid desde que el Gobierno regional encabezado por Ignacio González decidió privatizar la gestión de 6 hospitales y 27 centros de salud puso el principal foco de atención en el tránsito del sector público al privado de políticos que han tenido responsabilidades en la gestión sanitaria regional. La querella admitida a trámite la semana pasada por el Juzgado de Instrucción número 4 de Madrid contra nueve personas, entre ellas los exconsejeros de Sanidad Manuel Lamela y Juan José Güemes, por presuntas irregularidades cometidas en la adjudicación para la gestión sanitaria externalizada de los primeros hospitales de la Comunidad de Madrid, ha vuelto a sacar a la palestra el traspaso de políticos a la empresa privada. Un camino por el que no sólo han pasado altos cargos del Partido Popular.

El PSOE también ha contado en sus filas con pesos pesados que, años después, se valen de su experiencia en el sector público para ganarse la vida en el privado sanitario. Es el caso de Julián García Vargas, ministro de Sanidad durante cinco años con Felipe González en el poder, ahora reconvertido en patrono de la Fundación Pfizer. Una de las últimas veces que se le vio en público fue en febrero, cuando impartió una conferencia en la inauguración de la primera edición del Executive Master en Dirección de Organizaciones Sanitarias (EMDOS), a la que se le invitó como experto sanitario y economista. Allí aseguró que quedan “cinco años para que España salga definitivamente de la crisis” y se mostró optimista: “El sistema sanitario español resistirá, pero requiere cambios. Es un sistema potente que ya lo quisieran más de cien países del mundo, pero debemos avanzar en la implantación de gestores profesionales y un mayor protagonismo, por ejemplo, del estamento de enfermería”.

Otro caso similar es el del exministro Bernat Soria, que ocupó la cartera de Sanidad entre 2007 y 2009 con José Luis Rodríguez Zapatero. Dos años después de su cese, el político ya cobraba como experto en la materia y presentó en Madrid el "Informe Bernat Soria", un documento en el que desgranaba, a cuenta de la multinacional farmacéutica Abbott, las carencias del Sistema Nacional de Salud y el papel de la industria farmacéutica para ayudar a su sostenibilidad. La pregunta que surgió entonces es si el exministro estaba al tanto o no de la realidad del Sistema Nacional de Salud cuando era ministro, apenas unos años antes. Si lo conocía, ¿daba información del ministerio a una multinacional extranjera y cobraba por ello?

Traspasar la frontera de lo público a lo privado no es una tradición sólo de exministros. El PP de Madrid aireó hace unos meses en un Pleno de la Asamblea de Madrid que Carlos Velasco de Mingo, el coordinador financiero federal del PSOE, es consejero en Assignia, la empresa en la que se acusaba de una actuación irregular al que fuera consejero de Sanidad de Madrid, Manuel Lamela. Velasco de Mingo coincide en la misma empresa con otro histórico socialista, José Antonio Alonso Conesa, alcalde de Cartagena durante cuatro años en los años 90, que ofrece sus trabajos como "asesor externo".

Castilla-La Mancha, Asturias... 

Otro antiguo militante del PSOE es Fernando Largo, un cardiólogo de profesión que ocupó el cargo de director provincial del Instituto Nacional de Salud en Toledo y subdirector general de conciertos del Insalud entre 1993 y 1996, con José Bono como presidente de Castilla-La Mancha. Dos años después de abandonar el cargo público, colgó la bata de médico y se convirtió en socio de una clínica en Castilla-La Mancha llamada Recoletas. Ese fue el germen de Capio, una empresa especializada precisamente en gestionar hospitales públicos.

El trasvase de directivos y gestores entre la Administración y las empresas de la sanidad también sucede al revés: directivos de compañías que ponen en nómina de la Administración todo el conocimiento adquirido en la empresa privada. Es el caso de Elena Arias, actualmente responsable de Recursos Humanos de IDC Salud, antigua Capio, en toda España. Arias abandonó en 2007 su puesto como directora de Recursos Humanos en la empresa para asumir la gerencia del servicio de Salud del Principado de Asturias con el PSOE en el poder. Regresó a IDC Salud en 2011, cuando el Partido Popular arrebató el poder a los socialistas prácticamente en toda España.

El conflicto sanitario que estalló en Madrid desde que el Gobierno regional encabezado por Ignacio González decidió privatizar la gestión de 6 hospitales y 27 centros de salud puso el principal foco de atención en el tránsito del sector público al privado de políticos que han tenido responsabilidades en la gestión sanitaria regional. La querella admitida a trámite la semana pasada por el Juzgado de Instrucción número 4 de Madrid contra nueve personas, entre ellas los exconsejeros de Sanidad Manuel Lamela y Juan José Güemes, por presuntas irregularidades cometidas en la adjudicación para la gestión sanitaria externalizada de los primeros hospitales de la Comunidad de Madrid, ha vuelto a sacar a la palestra el traspaso de políticos a la empresa privada. Un camino por el que no sólo han pasado altos cargos del Partido Popular.