El Gobierno sube la ayuda a 450 euros pero endurecerá los cursos para tener derecho a ellos

El Gobierno ha encontrado una solución salomónica para salvar la ayuda de los 400 euros a los parados que terminan el periodo ordinario de percepción del subsidio de desempleo rebajando la factura (500 millones de euros en la última prórroga) pero sin meterse en otro lío de mala imagen ante la opinión pública. Subirá hasta los 450 euros la subvención para el caso de los desempleados con mayores cargas familiares al mismo tiempo que dejará fuera de la ayuda a los menos necesitados (sin cargas) y extremará la exigencia de requisitos como cursos de reciclaje y capacitación para recibir la paga. Más dinero pero para menos perceptores y con menos posibilidades de fraude, según los planes del Ejecutivo.

La prórroga con reforma del llamado plan ´Prepara’ se aprobará finalmente en el Consejo de Ministros del próximo viernes con efectos retroactivos, dado que el anterior programa había cumplido su periodo de vigencia el 16 de agosto. La ayuda recibirá una severa remodelación, más allá de la subida del 12 por ciento para los parados con hijos o dependientes en la unidad familiar, con el objetivo de cumplir el anuncio que hizo Mariano Rajoy de que su Ejecutivo no iba a dejar desprotegidos a aquellos que más lo necesitan y, al mismo tiempo, intentar que cumpla con su teórica misión de servir para la reinserción laboral.

El Gobierno pretende que quede claro que las funciones de ‘asistencia social’ corresponden a las Comunidades autónomas, que son las que tienen las competencias en la materia, y que el nuevo ‘Prepara’ está para recolocar a parados de larga duración. La percepción de cualquier ayuda estará pues vinculada a mayores y contrastables requisitos de formación y reciclaje para los parados. La subida hasta los 450 euros será para los desempleados que han agotado la prestación ordinaria y tengan además de cónyuge o pareja de hecho dos miembros de la unidad familiar a su cargo.

Según explicó el Ministerio de Empleo, esa cifra supone el 85 por ciento del ‘Indicador Público de Rentas con Efectos Múltiples’, una subida desde el anterior 75 por ciento utilizado por Zapatero en marzo de 2011 pero que le costará a las arcas del Estado menos dinero al reducirse el coste total de las ayudas por la vía de limitar el número de perceptores. Empleo detalló y adelantó la aplicación de la subida de la ayuda después de una reunión celebrada ayer en La Moncloa entre la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría; el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro; el director de la Oficina Económica Económica de Presidencia, Álvaro Nadal, y la titular del antiguo departamento de Trabajo Fátima Báñez. Pero se guardó para el Consejo de Ministros los nuevos criterios más restrictivos para los parados que aspiren a la ayuda.

En los últimos seis meses la factura de la paga de los 400 euros se disparó hasta los 500 millones de euros y se beneficiaron medio millón de parados. En junio recibían la ayuda 211.000 desempleados. Los 500 millones son una cifra que Hacienda considera inasumible cuando toda la Administración está en pleno esfuerzo para contener el déficit público, y más si se tiene en cuenta que esa cantidad de fondos públicos sólo sirvió para buscar trabajo a un 6 por ciento de sus perceptores. De ahí que Sáenz de Santamaría convocara ayer a Montoro para cerrar el nuevo ´Prepara’ con Fátima Báñez.

El Gobierno quiere paliar las previsibles protestas de la oposición y los sindicatos por la reforma de las condiciones para acceder al nuevo ‘Prepara’ al adelantar su decisión de subir los 400 euros a los más necesitados y se guarda la ‘letra pequeña’ del plan para el Consejo de Ministros, pero en fuentes del PP insisten en que quedará claro que la ayuda es un plan de inserción en la vida laboral y no un subsidio añadido, que es en lo que se había convertido. También reconocen que con la reforma el Gobierno se garantiza que la factura final por la ayuda no se le vuelva a disparar hasta los 500 millones euros, como pasó en la última prórroga, cuando aspiraban a que no sobrepasara los 300 millones.