Decenas de miles de personas toman las calles para mostrar su rechazo a los recortes

Masiva protesta ciudadana contra el mayor ajuste de la democracia. Decenas de miles de personas se manifestaron ayer de forma pacífica en más de 80 ciudades de todo el país contra el plan de recortes del Gobierno validado ayer en el Congreso. Tras una semana de protestas espontáneas protagonizadas por funcionarios principalmente, organizaciones sindicales, jueces, policías, militares y centenares de asociaciones profesionales, sociales y de estudiantes se sumaron a una convocatoria promovida para frenar lo que los convocantes (CCOO, UGT, CSI-F, CGT, la Intersindical y USO) calificaron de "agresión a los fundamentos de la propia democracia".

Bajo el lema "Quieren arruinar el país, hay que impedirlo, somos más", los secretarios generales de Comisiones, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, encabezaron la marcha en Madrid contra la subida del IVA, el recorte de las prestaciones de desempleo o la supresión de la paga extra de Navidad a los funcionarios. La protesta en la capital -en la que los eslóganes más coreados pedían la dimisión del Ejecutivo- congregó a alrededor de 40.000 participantes, según la Delegación del Gobierno, si bien los organizadores elevaron el cálculo hasta los 800.000.

Destacó especialmente en la marcha la variedad de colectivos concentrados, entre parados, pensionistas, estudiantes y, como en las últimas semanas, funcionarios. De entre ellos, arrancaron aplausos en varios tramos de la manifestación los sindicatos de policías (SUP y CPPM), que fueron ovacionados a lo largo de pasillos improvisados entre los manifestantes. También recibió un caluroso recibimiento un camión de bomberos que hizo aparición por la calle de Alcalá poco antes de arrancar la manifestación.

La marcha, aunque multitudinaria, transcurrió sin incidentes y en un predominante tono festivo desde la Plaza de Neptuno hasta la emblemática Puerta del Sol, dónde llegó la cabecera alrededor de las 22:30 horas. Fue allí donde se dieron los momentos de mayor crispación, con pitos y masivos abucheos al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al que pidieron la dimisión, así como gritos e insultos contra la diputada 'popular' Andrea Fabra.

"El Gobierno caerá porque la situación es insostenible", vaticinó Paloma, pensionista, quien reconoció que ante la situación de incertidumbre económica que padecen en el seno de su familia sólo puede "gastar el dinero en lo realmente necesario". Mientras, un miembro de la Policía quiso denunciar que los recortes no servirán para "salir de la crisis en la que nos encontramos", antes de opinar que la marcha ha demostrado que hay "bastante apoyo" de plataformas en contra de las políticas de ajuste.

"No tenemos futuro"

Asimismo, un grupo de estudiantes que asistieron a la manifestación para expresar "su amplio rechazo y cabreo" ante la situación económica del país, denuncio que "no pueden pagar la subida de tasas" que se aplicarán el próximo curso en las distintas universidades de España, por lo que dicen "deberán dejar la carrera". "No tenemos futuro", concluyeron.

La marcha contra los recortes concluyó en Madrid con la lectura de un manifiesto por parte de los escritores Marta Sanz y Benjamín Prado, con la reclamación de un cambio en las políticas del Ejecutivo y la sombra de la huelga general sobrevolando en el ambiente. Según anunciaron los sindicatos, la manifestación fue el preámbulo de nuevas movilizaciones que se mantendrán si el Gobierno no rectifica sus políticas de recortes. El mundo de la cultura también estuvo representado en la manifestación. Entre los viandantes se encontraban los Bardem y otros actores como Juan Diego Boto, Loles León, Marisa Paredes, Ernesto Alterio y Montxo Borrajo también secundaron la protesta.

Uno de los momentos de mayor tensión se vivió una vez concluida la marcha, cuando un grupo de personas se dirigió al Congreso de los Diputados, protegido por alrededor de 150 policías. Los antidisturbios cargaron contra los manifestantes en la Carrera de San Jerónimo, poco después de que un grupo de bomberos que encabezaba la protesta abandonase la zona, según testigos presenciales. Los enfrentamientos se extendieron hasta Sol después de que los maniestantes quemasen varios contenedores mientras huían de la Policía.

Mientras, en Barcelona se manifestaron pacíficamente miles de personas (400.000, según los sindicatos, y 40.000 según los Mossos d'Esquadra) en una marcha ruidosa en la que grupos de bomberos de la Generalitat tiraron petardos, botes de humo y espuma. Colectivos como los Yayoflautas fueron también de los más activos y corearon consignas en favor de la huelga general u otras que pedían la dimisión del jefe del Gobierno y del presidente de la Generalitat, Artur Mas. Mezclados entre los ciudadanos se dejaron ver dirigentes de las formaciones de la izquierda catalana como Oriol Junqueras (ERC), Daniel Fernández (PSC) o Joan Herrera (ICV-EUiA).