Otegi seguirá preso hasta 2016 y deja sin liderazgo a la izquierda abertzale

Arnaldo Otegi ha pasado de ser el candidato a lehendakari de la izquierda abertzale a un recluso más con cuatro años de prisión por delante. El Tribunal Supremo (TS) confirmó ayer la condena de la Audiencia Nacional por pertenencia a ETA en el 'caso Bateragune', aunque rebajó la pena de 10 a 6 años y seis meses de reclusión al estimar que no lo era en grado de dirigente. El fallo mantendrá a Otegi en prisión hasta el año 2016, salvo que Instituciones Penitenciarias le aplique algún beneficio que le permita recuperar antes la libertad.

La izquierda abertzale había alimentado la idea de que un fallo absolutorio del TS supondría su inmediata puesta en libertad, tras lo cual sería elegido candidato a lehendakari. Una posibilidad irreal porque Otegi arrastra una inhabilitación de 7 años en otra causa por un delito de enaltecimiento del terrorismo que no cumplirá hasta 2014. Pese a ello, su letrada, Jone Goirizelaia, sostenía fechas atrás que podía haber resquicios legales para sortear dicho inconveniente.

Las elecciones autonómicas vascas están previstas para marzo de 2013, aunque la ruptura esta semana del pacto PSE-PP presumiblemente obligue al lehendakari Patxi López a anticipar los comicios, aunque de momento haya insistido en su intención de agotar la legislatura. Con anticipo o sin él, Otegi suma ahora una inhabilitación adicional de 10 años, que le impedirá presentarse a ninguna convocatoria electoral antes del año 2022.

La estimación parcial del recurso de casación presentado por la defensa contra la condena por haber intentado refundar la ilegalizada Batasuna siguiendo órdenes de ETA, permitirá a Otegi quedar en libertad tres años y medio antes de lo previsto, pero deja a la izquierda abertzale sin un líder de referencia y la obliga a buscar un recambio a escasos meses de unas elecciones en las que pretende disputar la hegemonía nacionalista al PNV.

 

El Supremo se divide: tres magistrados contra dos.

El fallo se produjo por un ajustado tres a dos. La mayoría del tribunal dio por válida, con matices, la sentencia de la Audiencia Nacional, mientras los dos magistrados discrepantes emitieron sendos votos particulares. Uno de ellos, Miguel Colmenero, era partidario de repetir la vista en la primera instancia con otro tribunal diferente, y Alberto Jorge Barreiro defendía la absolución y puesta en libertad de los condenados.

Otegi ingresó en prisión preventiva el 16 de octubre de 2009 y dos años después, el 16 de septiembre de 2011, fue condenado por la Audiencia Nacional a 10 años de prisión como dirigente de ETA. El condenado negó su pertenencia a la banda terrorista durante la celebración de la vista oral, de la que dijo que estorbaba a la estrategia de la izquierda abertzale, y afirmó que rechazaría un hipotético atentado de la misma.

A lo largo de las jornadas Otegi reiteró que él y otros, entre ellos el exsecretario general del sindicato LAB, Rafa Díez Usabiaga, al que el TS ha rebajado también la pena de 10 a 6 años y medio, habían conseguido que la izquierda abertzale modificara su estrategia para apostar por las vías exclusivamente políticas y democráticas.

La condena a Otegi se suma al reciente fallo del Tribunal Constitucional (TC) convalidando la “doctrina Parot”, que permite prolongar la estancia en prisión de los etarras condenados por varios delitos graves. Ahora, solo falta que el alto tribunal se pronuncie sobre la legalidad de Sortu.

La izquierda abertzale criticó una condena que, en su opinión, supone “una patada” al proceso de paz abierto en el País Vasco, aunque reafirmó su apuesta por el mismo. El Gobierno vasco expresó su “acatamiento y respeto” por el fallo judicial, aunque haya ocasiones en que no sean entendidos por gran parte de la sociedad vasca