Montoro pierde: el dinero gastado se devolverá a Bankia en vez de al FROB

La sentencia de las tarjetas 'black' no solo impone penas de prisión a los acusados, sino que también les obliga a devolver el dinero gastado, que asciende a 12 millones. Esta cantidad, aunque ínfima comparada con los 22.424 millones de dinero público con que se rescató a la entidad, podría haber ido a parar al FROB, el fondo público a través del que se vehiculan las ayudas estatales. En cambio, el tribunal ha dictaminado que sea Bankiala que reciba el dinero.

La distribución de las indemnizaciones o de las condenas entre Bankia y el FROB ha dado lugar en el pasado a duros enfrentamientos entre Luis de Guindos y Cristóbal Montoro. Así, la pelea a cuenta de quién debía correr con el coste de la devolución del dinero de la salida a bolsa provocó el retraso de la presentación de las cuentas de Bankia de 2014 (en febrero de 2015). Solo la mediación de Soraya Sáenz de Santamaría permitió que ambos alcanzaran un acuerdo, por el que el Estado se hacía cargo del 60% de esas indemnizaciones y la entidad, del 40% restante.

El fallo de las 'black', en cambio, establece que el 100% del dinero que deben devolver los condenados ha de ir a parar a la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri. A juicio de los magistrados, "cabe decir que si los activos, el negocio bancario y el patrimonio de la entidad en lo que a cartera de clientes, oficinas, productos financieros y resto de actividad de esa naturaleza de Caja Madrid se segregaron en BFA, y de ahí a la que era su filial Bankia, es la perjudicada esta entidad, en cuanto que ostenta el derecho de crédito, derivado de esa parcela negocial de la que se desprendió en su día Caja Madrid y entre los que se incluye el importe de las disposiciones de las tarjetas objeto de este procedimiento".

Esta declaración de Bankia —y no su matriz, BFA— como heredera del negocio bancario de las cajas que se fusionaron en este grupo puede tener implicaciones en otros procedimientos abiertos en la Audiencia Nacional, como el de la salida a bolsa. La estrategia de defensa del Banco de España —cuya cúpula acaba de ser imputada— se basa en que la inviabilidad detectada en los famosos correos del inspector Casaus se refería al grupo BFA y no a la filial, Bankia, que es la que salió a bolsa con unas cuentas que mostraban beneficios y que, según esta argumentación, eran correctas.

Blesa, Rato y Barcoj, responsables civiles

La sentencia establece que cada condenado debe devolver el dinero que gastó con su tarjeta opaca, y declara reponsables civiles solidarios a Blesa y Rato para los periodos en que ocuparon la presidencia de Caja Madrid, primero, y Bankia, después. Así, el primero tendrá responsabilidad sobre la etapa de enero de 2003 a enero de 2012, por un total de 9,3 millones, y el segundo, del periodo entre febrero de ese año y mayo de 2012, por 2,7 millones.

También declara responsable subsidiario —deberá pagar si los demás no lo hacen— al exdirector general de la entidad Ildefonso Sánchez Barcoj. Este es uno de los peor parados del fallo judicial, ya que también ha sido condenado a dos años y seis meses de prisión: dos años por apropiación indebida continuada sin antecedentes (no devolvió el dinero) y seis meses por complicidad en la apropiación de los demás.