Franquiciador español busca franquiciado chino: "Son trabajadores y tienen dinero"

La china es la comunidad extranjera más emprendedora de España. Ni la crisis, ni escándalos como la operación Emperador han logrado frenar su evolución. En los últimos 10 años, el número de altas a la Seguridad Social ha crecido ininterrumpidamente, sumando más de 40.000 nuevos afiliados. De ellos, más del 50% son autónomos. Uno a uno, han ido haciéndose fuertes en cada vez más nichos: de los restaurantes a la exportación, pasando por peluquerías y bares tradicionales. Por ahora, sin embargo, su presencia es insignificante en el mundo de los franquicias. Unos cuantos supermercados DIA y algún local del 'holding' Restalia (100 Montaditos, La Sureña...). Poco más.

"Por eso queremos atraerles a un sector que no conocen y del que no disponen información", dice Eduardo Abadía, director de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), organización que acaba de firmar un acuerdo con la Asociación de Chinos en España (ACHE) para poner en contacto a la comunidad china con el mundo de las franquicias y atraer su liquidez y su mano de obra. "Nos llama mucho la atención su gran capacidad de trabajo y el hecho de que sepan reconocer el gran país que es España. Desde casa, aquí, no nos valoramos muy bien. Ellos, que vienen de fuera, están encantados con España y quieren quedarse y prosperar porque les gusta la cultura y creen que es un buen sitio para hacer negocios", argumenta.

Victor Ladreda, director general de Libre Comercio de China en España (plataforma del Gobierno de Pekín para apoyar la expansión comercial), opina que la comunidad china tiene mucho dinero para invertir y poco o ningún conocimiento sobre el funcionamiento de las franquicias en España. "Con este acuerdo, se intenta que los empresarios chinos sepan que pueden invertir en un modelo que desconocen. Creemos que pueden ser franquiciados muy cómodos para las empresas porque es gente que se adapta bien, no es problemática, tiene liquidez y son muy trabajadores. Además, a ellos a su vez les viene bien para diversificar y para seguir integrándose en todos los sentidos en la economía española", comenta.

Varios empresarios chinos consultados por este diario aseguran que por ahora no tienen pensado entrar en el modelo de franquiciado, pero tampoco lo descartan a medio plazo. Le ponen algunas pegas: la falta de autonomía para hacer las cosas a su manera y el tener que responder a una estructura grande y burocratizada. "Prefiero hacer negocios con chinos, que es todo más rápido y fácil, pero a lo mejor lo probamos", resume uno de ellos, propietario de varios bazares en tres ciudades españolas distintas.

El presidente de ACHE, Mao Feng, destaca como una de las ventajas el hecho de que les permitiría entender por dentro cómo funcionan estas empresas, modelos exitosos que les servirían de "aprendizaje" para "transformar los negocios chinos y modernizarlos", dando el salto que persiguen desde hace años: de 'monocultivos' como las tiendas de barrio, las exportaciones y los restaurantes, a una mayor capilaridad y sofisticación.

El acuerdo, detalla Abadía, se articula en torno a tres ejes. Primero, la integración de la comunidad china en el mercado minorista, que se potenciará organizando eventos, ferias y actos para ponerlos en contacto y traduciendo manuales y material documental de las franquicias interesadas al chino. "Hay más de 5.000 chinos que podrían estar interesados en esto". La segunda pata consiste en "introducir las franquicias españolas en el mercado chino", un proceso mucho más complejo y que ha sufrido importantes reveses en los últimos años, como demuestra la propia experiencia de DIA en su expansión asiática. La tercera idea es ayudar a "desarrollar conceptos de negocio chinos con nuevas franquicias".

Es la primera vez que los franquiciados españoles firman un acuerdo con una comunidad étnica concreta. "Es algo nuevo, nunca habíamos hecho algo así. Lo más parecido es ser los interlocutores de marcas extranjeras, por ejemplo americanas, que entran en España y necesitan conocer cómo funciona aquí el mundo de las franquicias. Un chino puede ser un franquiciado muy cómodo. Es gente que se adapta bien y no es problemática, son las dos cosas: tienen dinero y son trabajadores.