Sacyr, sobre el Canal de Panamá: "Va a ser muy difícil que este proyecto gane dinero"

Cuando apenas falta un mes para la inauguración del Canal de Panamá, el equipo de ingenieros de Sacyr que está al frente de esta faraónica obra acaba de reconocer oficialmente que "va a ser muy difícil que este proyecto gane dinero".

Así lo han afirmado en una presentación ante medio centenar de periodistas españoles, en la que los responsables del proyecto, acompañados por el alto comisionado para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, han explicado todos los detalles de esta histórica obra.

El Grupo Unidos por el Canal (GUPC), responsable del proyecto y donde Sacyr posee la participación mayoritaria, ha afirmado que el final de la obra ha ascendido finalmente a 5.581 millones de dólares, frente a los 3.192 millones en que se presupuestó.

En las negociaciones con las autoridades del país centroamericano, además de en los diferentes procesos de arbitraje en que están inmersos, GUPC ha logrado que se le reconozcan ya otros 460 millones, lo que significa que el cheque que tiene garantizado asciende a 3.650 millones.

A estas cifras deben sumarse los 2.800 millones que tienen actualmente en disputa las dos partes, sometidos a diferentes arbitrajes, y de los que Sacyr confía en recuperar en torno a la mitad, es decir, unos 1.400 millones, lo que significa que si estas estimaciones se cumplen, el consorcio al final percibirá algo más de 5.000 millones en total, por una obra que ha ascendido a casi 5.600 millones.

Pérdida ya provisionada

Esos cerca de 600 millones de diferencia son los que han llevado a Sacyr a reconocer que va a ser muy difícil que esta obra gane dinero. Sin embargo, esto tampoco significa que la constructora española vaya a tener que anotarse pérdida alguna, porque ya tiene provisionado este agujero.

El consorcio ha provisionado ya 1.000 millones de dólares, y de esta cifra, unos 500 millones corresponden a Sacyr, cifra superior a los entre 200 y 300 millones que la constructora presidida por Manuel Manrique estima que terminará costándole de más la obra. Por tanto, al haberse cubierto ya contra este desequilibrio, Sacyr confía en poder liberar una importante parte de estas provisiones, por encima de los 200 millones.

Por tanto, aunque se trata de una obra que desde el punto de vista puramente económico termine siendo negativa, una vez se entregue definitivamente, lo que se llevará a cabo el próximo 26 de junio, su impacto en las cuentas actuales de Sacyr debería empezar a ser positivo, porque si, como estima la compañía, va a lograr que le den la razón en la mitad de los arbitrajes, podrá liberar provisiones y llevárselas a su beneficio.