Ciudadanos retrocede y el PP repunta en Madrid, según un sondeo de los populares

El arranque de la campaña electoral en Madrid ha servido para que Ciudadanos frene su crecimiento en intención de voto registrado durante el mes de abril (incluso baja 1,5 puntos) y para que el PP experimente un ligero ascenso de un punto. Son los datos principales de la encuesta que maneja la dirección del Partido Popular sobre sus perspectivas en la Comunidad de Madrid que palian, sólo en parte, el desastre pronosticado por el macrosondeo delCIS sobre las elecciones locales y autonómicas.

La aspiración de parar el crecimiento de la formación de Albert Rivera una vez que recibe sus primeras críticas en los medios y hace propuestas concretasempieza a ser un objetivo encarrilado para el PP, al menos en el caso de Madrid. Según el citado estudio demoscópico del PP, durante el mes pasado, la intención de voto a Ciudadanos creció cuatro puntos, hasta colocarse a la par de Podemos, amenazar la posición de un PSOE “clavado” en el 20 por ciento pero en el segundo puesto y dejar al PP por debajo del 34 por ciento en intención de voto.

Traducido a escaños, antes del arranque de la campañalos populares estaban amenazados de perder 21 de los 65 escaños que ahora tienen en la Asamblea de Madrid. En Génova tenían los mismos datos: las candidaturas deEsperanzaAguirre para el ayuntamiento de la capital y deCristina Cifuentespara la Comunidad no pasaban del 35 o 34 por ciento en intención de voto respectivamente.

Con los datos recibidos esta misma semana, en el equipo de campaña del PP de Madrid ven cierta mejoría en sus perspectivas, tanto sobre la encuesta propia previa como sobre la del CIS. Por primera vez, tienen índices al alza en beneficio propio mientras que Ciudadanos frena un crecimiento anterior que en parte atribuyen a Podemos. La formación de Pablo Iglesias lleva más tiempo con tendencia a la baja, dicen, pero los socialistas no se benefician de ello. La única explicación que encuentran los populares al exagerado ascenso de los de Rivera en Madrid durante abril es un cierto trasvase de votantes indignados que podían proceder de antiguos partidarios de Podemos.

La aspiración de parar el crecimiento de la formación de Albert Rivera empieza a ser un objetivo encarrilado para el PP, al menos en el caso de Madrid 

En el PP están convencidos de que en lo que queda de campaña también podrán sacar partido al panorama que dibujaba el CIS para Madrid: una asamblea ingobernable, con cinco grupos parlamentarios (popular, PSOE, Podemos, Ciudadanos e IU) y con un partido bisagra fijo (el de Rivera) que nadie sabe hacia dónde girará.Inestabilidad garantizada–dicen–que deberíamover “voto útil” hacia el PPcomo opción más segura ante los experimentos políticos en ciernes.

El sondeo de los populares en Madrid sobre el arranque de la campaña no difiere mucho del oficial de abril en el caso de la Comunidad. Sólo un punto y medio más por encima del 34 por ciento en intención de voto y un par de escaños. El CIS daba por hecho que IU seguiría como fuerza parlamentaria con 7 escaños y un 5,4 por ciento de los votos, pero el sondeo del PP lo pone en duda. El PSOE sigue estancado en su 20 por ciento, mientras que Podemos y Ciudadanos se disputan muy de cerca (con el 16-17 por ciento de los votos) el tercer puesto. UPyD desaparece del mapa según todas las encuestas.

El mensaje interno que la dirección del partido hace llegar a los cuadros medios y militantes del PP de Madrid es que esta vez la campaña será más importante que nunca para mejorar las malas perspectivas previas, tanto por la gran bolsa de votantes indecisos como por el alto porcentaje de ciudadanos con opinión “volátil” ante la irrupción de los nuevos emergentes frente a los tradiciones, pero también con “vasos comunicantes” entre ellos mismos. Esta vez hay margen para subir más de los 2 o 3 puntos de otras campañas, insisten en medios de los populares. Y en este caso puede ser la diferencia en tener una mayoría holgada para negociar acuerdos postelectorales desde la mejor posición o quedar expuestos a “pactos anti-PP” que los condenen a la oposición.