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La inflación aprieta... Brasil sube los tipos de interés para detener la depreciación del real
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LA DIVISA PERMANECE EN MÍNIMOS DESDE 2009

La inflación aprieta... Brasil sube los tipos de interés para detener la depreciación del real

En un extremo, la subida de los precios; en el otro, el frenazo de la economía. En medio, y como árbitro, el Banco de Brasil, con

En un extremo, la subida de los precios; en el otro, el frenazo de la economía. En medio, y como árbitro, el Banco de Brasil, con una misión principal: elegir. Y eligió en la madrugada del miércoles al jueves: su enemigo es la inflación. Y con el propósito de frenarla elevó el precio del dinero en medio punto porcentual, hasta el 8,5%. ¿Un movimiento aislado? En absoluto. Es la tercera vez consecutiva en la que sube los tipos de interés, que ya han repuntado 1,25 puntos porcentuales desde abril. 

¿Habrá más? Sí. "El Comité evalúa que esta decisión contribuirá a frenar la inflación y asegura que esta tendencia seguirá en el próximo año", anticipó la institución en su comunicado oficial. El mercado espera más incrementos en cada una de las tres reuniones que aún celebrará en 2013: dos de medio punto y un último de un cuarto de punto. Por tanto, los intereses podrían terminar el ejercicio en el 9,75%

¿A qué viene tanta prisa? A que la inflación aprieta. En mayo repuntó hasta una tasa interanual del 6,7%, cuando el objetivo central del Banco de Brasil consiste en mantenerla en el 4,5% con un desfase máximo hasta el 6,5%. Como está por encima y amenaza con escalar más por la depreciación del real brasileño, su conclusión es que no le queda otro remedio que elevar los intereses. Con este endurecimiento de las condiciones monetarias pretende frenar el consumo y detener la caída del real como antídotos contra la inflación. 

El problema es que la presión de la inflación se mezcla con otro riesgo: el del enfriamiento económico del país. Esta semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó las previsiones de crecimiento para Brasil del 3 al 2,5% en 2013 y del 4 al 3,2% en 2008. Es más, incluso algunas firmas de inversión, como Nomura, no descartan que el país caiga en recesión a finales de 2013. Y en este contexto, un aumento de los tipos no representa la mejor medicina para evitar una ralentización económica mayor. 

Pero, como evidencia de que Brasil atraviesa días agitados, la subida de los tipos no reforzó al real. Todo lo contrario. La divisa brasileña se depreció un 0,8% contra el euro, hasta los 2,96 reales, y llegó a caer hasta las 2,26 unidades por dólar. De este modo, se mantuvo en zona de mínimos contra ambas divisas desde 2009. ¿Por qué se debilitó? Porque el mercado incluso barajaba la posibilidad de que el banco central anunciara una aceleración en la subida de los tipos. Como no la anticipó, las ventas de reales aparecieron en escena y prolongaron la secuencia que le acompaña desde finales de mayo. Desde el 22 de mayo, se ha depreciado un 10% contra el dólar y un 12% contra el euro. 

Sin embargo, y como otra muestra más de la marejada financiera que está viviendo el país, la subida de los tipos fue respondida por compras tanto de renta variable como de deuda pública. Lo normal habría sido lo contrario; es decir, que el encarecimiento del precio del dinero hubiera provocado caídas en la bolsa y en los bonos. Pero la reacción fue la opuesta porque con anterioridad ya había entrado otro motivo en escena: el llamamiento a la calma del presidente de la Reserva Federal (Fed) estadounidense, Ben Bernanke. La prudencia mostrada por el banquero central norteamericano, que reforzó el mensaje de que la retirada de los estímulos será gradual, siempre y cuando la mejoría del empleo y la recuperación se afiancen, dio un respiro a los activos brasileños. 

En las últimas semanas, el temor que la Fed pisara el freno antes de lo previsto había alimentado una auténtica fuga de inversores. El índice Bovespa llegó a perder los 45.000 puntos primera vez desde 2009 y la deuda brasileña a 10 años había llegado a superar el 11,5%. Con el apoyo de la templanza de Bernanke, el Bovespa remontó ayer cerca de un 2% y se acercó a los 46.500 puntos, mientras que las compras permitieron que el rendimiento de los bonos cayera al 10,87%. 

En un extremo, la subida de los precios; en el otro, el frenazo de la economía. En medio, y como árbitro, el Banco de Brasil, con una misión principal: elegir. Y eligió en la madrugada del miércoles al jueves: su enemigo es la inflación. Y con el propósito de frenarla elevó el precio del dinero en medio punto porcentual, hasta el 8,5%. ¿Un movimiento aislado? En absoluto. Es la tercera vez consecutiva en la que sube los tipos de interés, que ya han repuntado 1,25 puntos porcentuales desde abril.