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Báñez hace un guiño con la jubilación parcial para blindar los pactos con las grandes del motor
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EL GOBIERNO SITÚA EN EL SECTOR DEL AUTOMÓVIL EL EJE DE LA NUEVA POLÍTICA INDUSTRIAL

Báñez hace un guiño con la jubilación parcial para blindar los pactos con las grandes del motor

Las grandes multinacionales del sector del automóvil seguirán disfrutando de un estatus especial para la jubilación parcial de sus empleados como condición sine qua non de

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Báñez hace un guiño con la jubilación parcial para blindar los pactos con las grandes del motor

Las grandes multinacionales del sector del automóvil seguirán disfrutando de un estatus especial para la jubilación parcial de sus empleados como condición sine qua non de los planes de inversión recientemente comprometidos en España. La última reforma de las pensiones aprobada a instancias del Ministerio de Empleo contiene una salvedad que es crítica en la apuesta múltiple desplegada en los últimos meses por las grandes marcas de automoción instaladas en nuestro país.

La jubilación parcial como mecanismo para el empleo estable y de calidad es un elemento esencial en los acuerdos adoptados sucesivamente por el Ministerio de Industria con grandes compañías como Renault en Valladolid, Ford en Valencia, Iveco en Madrid y el último con Nissan en Barcelona. En conjunto, 2.000 millones de euros en inversiones y, lo que es más importante, un ejemplo de confianza internacional en la política económica de reformas llevada a cabo por el Gobierno de Mariano Rajoy.

Con estos antecedentes no es extraño que Fátima Báñez haya abierto un poco la mano a la hora de endurecer una modalidad que estaba pensada para favorecer la transferencia de experiencias y conocimientos desde los trabajadores más veteranos a los noveles. El sistema de retiro parcial, que sólo es aplicable en otros seis de los 15 países de la Eurozona, se ha ido pervirtiendo en España al calor de una regulación excesivamente laxa que ha facilitado su uso fraudulento. 

Los trabajadores amparados bajo esta tipología de jubilación han reducido la jornada hasta un 25% a cambio de que sus empresas asumieran un contrato de relevo destinado a la incorporación de nuevos empleados jóvenes al mercado laboral. En la práctica, la fórmula se ha utilizado de forma sistemática como un mecanismo exprés y cómodo para la ejecución de planes silenciosos de reestructuración con cargo al sistema público de pensiones.

El jubilado parcial ha acumulado en términos generales sus horas de trabajo aprovechando los días de vacaciones y las empresas han abusado de relevistas provisionales bajo contrato temporal de duración inferior a un año. A la postre, y según los datos manejados por la Seguridad Social, la jubilación parcial supone pensiones un 35% superiores a la media con un coste anual de 2.700 millones de euros.

El nuevo real decreto aprobado el pasado 15 de marzo amplía el periodo de trabajo que ahora pasa a situarse entre un 50 y un 75% de la jornada laboral para todas aquellas personas, más de 120.000 cada año según las estimaciones oficiales, que decidan acogerse a esta alternativa de jubilación. No obstante, cuando el empleado novel o relevista sea contratado de modo indefinido a tiempo completo y con una duración mínima de dos años, la jornada del trabajador jubilado podrá reducirse al 25%, como ha venido siendo la norma hasta ahora.

Esta última excepción es producto de una intensa negociación con las multinacionales del automóvil, las grandes beneficiarias de la flexibilidad laboral ordenada por el Gobierno dentro de lo que se ha dado en llamar la devaluación interna de la economía española. En la agenda de José Manuel Soria una de las prioridades consiste ahora en aumentar el peso de la industria como garante de la competitividad en los mercados internacionales. Para ello es fundamental disponer de un motor de arranque fiable que el Ministerio de Industria, en colaboración con el de Empleo, ha situado precisamente en el sector de la automoción. 

Las grandes multinacionales del sector del automóvil seguirán disfrutando de un estatus especial para la jubilación parcial de sus empleados como condición sine qua non de los planes de inversión recientemente comprometidos en España. La última reforma de las pensiones aprobada a instancias del Ministerio de Empleo contiene una salvedad que es crítica en la apuesta múltiple desplegada en los últimos meses por las grandes marcas de automoción instaladas en nuestro país.

Fátima Báñez